Industria mexicana avanza hacia la recesión

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Tres de los componentes del sector industrial se ubican en terreno negativo y sólo las manufacturas revelan un escenario positivo, aunque ya con indicios de desaceleración; la cifra de escaso crecimiento industrial se da un contexto sin crisis económica

Agustín Vargas

México enfrenta un proceso de desindustrialización que se evidencia en la menor evolución de la variación anual promedio registrada en los últimos sexenios y todo apunta a que el sector industrial se encuentra en recesión; sin embargo, la situación no se puede generalizar, ya que uno de sus componentes (manufacturas) muestra un comportamiento positivo, aunque con claros indicios de desaceleración.
Hasta noviembre de 2017, según los últimos datos del Inegi, el sector de la minería se encontraba en depresión, al contabilizar 43 caídas en los últimos 44 meses y 21 en forma consecutiva; Construcción está en recesión, 10 de los últimos 12 datos son negativos, principalmente por lo que sucede en obras de ingeniería civil.
En tanto que la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica suministro de agua y de gas mantiene una volátil evolución positiva; Manufacturas con datos positivos, pero en franca desaceleración.
El Centro de Estudios de la Industria, de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), destaca que el crecimiento industrial de México en la actual administración es el menor registrado en los últimos sexenios sin la existencia de una crisis, sólo una décima por encima de la administración anterior cuando se dio la recesión de 2008.
En lo que va de esta administración el crecimiento promedio industrial ha sido del 0.6%, cifra cercana a lo alcanzado en el sexenio previo, pero la cifra de escaso crecimiento industrial se da un contexto sin crisis económica.
De los sectores industriales, resalta que aun cuando durante el último periodo en el país se generó una serie de reformas estructurales, donde destacó la energética, tanto el sector de la minería como el de energía eléctrica, agua y gas mostraron una menor dinámica.
“La reforma energética no blindó al sector petrolero y de extracción de gas de la recesión en que se encuentra. En el primer caso, se profundizó la pérdida de capacidad productiva, ya que aun cuando el sector de la minería evidenció una pérdida de (-) 1.8% en promedio anual durante la administración previa, en la actual la caída promedio hasta el momento es del -4%”, precisa el estudio de Concamin.
La generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final han mostrado un menor ritmo de crecimiento, de apenas 2.1% en promedio anual.
En cuanto al sector de la construcción la Concamin advierte que continúa siendo patente que no ha sido de elección prioritaria de desarrollo, ya que no evidencia crecimiento significativo en ninguno de los últimos cuatro sexenios y en la administración actual registra el menor avance anual: 0.8% de acuerdo con las cifras disponibles hasta noviembre pasado.
Según el organismo empresarial, la desindustrialización del país se evidencia con la disminución del sector industrial dentro del Producto Interno Bruto, al pasar del 36.2% en 1993 al 29.9% en 2017; mientras que, por el contrario, las exportaciones muestran un incremento significativo al aumentar su proporción con respecto al PIB del 14.6% al 34.8%.
Esto es así, explica, por el crecimiento que se dio en las importaciones, ubicándose en un 36% en relación con el PIB para 2017, desde el 16% en 1993, mientras que la inversión (formación bruta de capital fijo) se ha mantenido estancada alrededor del 20%.
Advierte que existen otros factores adicionales que generarán presión sobre un mejor desempeño industrial, particularmente con la renegociación del TLCAN y la reforma tributaria de Estados Unidos, elementos que pueden afectar al sector de las manufacturas, el único que evita una mayor contracción de la industria.
“México requiere un programa de recuperación y reactivación de la industria para poder sortear los desafíos que impone la mayor competencia global, de lo contrario el país continuará profundizando los rezagos productivos y de valor agregado que han limitado un mejor entorno social y económico para su población”, advierte por último el organismo empresarial.