Ciudad de México.- Durante 2017, el mercado laboral tuvo un comportamiento sobresaliente, destacó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo refirió que en el último trimestre de 2017, la tasa de desempleo se ubicó en 3.3 por ciento, que es el porcentaje más bajo desde el segundo trimestre de ese mismo año, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al cuarto trimestre del año pasado del INEGI.
Esto implica que un millón 863 mil personas no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo e hizo alguna actividad por obtener empleo, lo cual podría considerarse como una situación de pleno empleo, argumentó.
Apuntó que pese a su reducido ritmo de crecimiento, la economía tuvo la capacidad para generar nuevos empleos, pero preocupa que la precarización del mercado laboral se acentúa, lo que propicia una disminución en el bienestar de los hogares.
En su publicación semanal “Análisis económico ejecutivo”, el organismo de investigación y análisis del sector privado afirmó que los salarios ofrecidos se mantuvieron en niveles bajos.
Las cifras indican que del total del aumento en la ocupación, un millón 117 mil personas lograron conseguir un empleo con hasta dos salarios mínimos, mientras que la ocupación en los rangos salariales superiores a dos salarios mínimos se redujo en un millón 627 mil empleos.
Un aspecto que genera incertidumbre, apuntó, es que el rubro de ocupados con ingresos no especificados aumentó en un millón 281 mil personas, con lo cual su universo se elevó a siete millones 645 mil ocupados, poco más de tres veces el total de ocupados que ganan más de cinco salarios mínimos.
De acuerdo con el CEESP, además se observa que, si bien la tasa de desocupación se ha reducido significativamente, cerca de la mitad de los desocupados se concentra en el rubro de personas con niveles de instrucción más altos (medio superior y superior), mientras que el menor porcentaje de desempleo se reporta entre quienes tienen menores niveles de instrucción (primaria incompleta).
El organismo comentó que la teoría dice que a mayor preparación aumenta la posibilidad de encontrar un empleo mejor remunerado, pero las cifras actuales parecen indicar lo contrario.
Consideró fundamental que los incentivos estén alineados con las necesidades técnicas de la actividad económica y de las nuevas generaciones, pues la pérdida de talento se puede convertir en un factor que inhiba el ritmo de crecimiento y en un aumento de la mediocridad del nivel de vida de los hogares.