Juan Barrera Barrera
Finalmente a mediados de este mes el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, dejó el poder bajo fuerte presión de su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), fundado por el histórico dirigente Nelson Mandela, después de una crisis política que tenía al país en medio de la inestabilidad.
La situación de Zuma en el poder, al que se aferró hasta el último momento, ya que había solicitado al partido seis meses para separarse del cargo, era insostenible, pues los actos de corrupción, tráfico de influencias y desvío de recursos públicos tenían al borde de la crispación a los sudafricanos.
Cyril Ramaphosa , ex vicepresidente, fue electo presidente mediante asamblea celebrada el 13 de febrero (en diciembre había desplazado a Zuma de la dirigencia del CNA). La elección fue muy cerrada, pues el nuevo líder se impuso en el Congreso de la organización por un escaso margen de dos mil 440 votos, frente a la ex esposa de Zuma, Nkosazana Dlamini (llegó a ser presidenta de la Comisión de la Unión Africana, uno de los más altos rangos del continente) que obtuvo dos mil 261.
Ramaphosa llega al Congreso Nacional Africano que ha gobernado Sudáfrica desde 1994, año del fin del ominoso apartheid, en sus peores momentos políticos, dividido por los escándalos de corrupción de su antecesor, que llegó al gobierno de Pretoria en 2007 con un alto grado de popularidad del 70% y ahora termina prácticamente repudiado.
Durante año y medio el hegemónico CNA también ha resentido la crisis de credibilidad del gobierno de Jacob Zuma, a tal grado que ha tenido una fuerte caída electoral en las elecciones municipales del año pasado, debacle que se refleja más en la pérdida de Pretoria, capital de la nación sudafricana.
Cyril, líder sindical, empresario…presidente
Cyril Ramaphosa, quien seguramente será el candidato presidencial el próximo año, es un abogado de 65 años y se convirtió en un próspero millonario en el negocio de la minería, sector en el que fue líder sindical, actividad a la que se dedicó de lleno cuando no pudo suceder en el poder a su amigo de luchas sociales y políticas, Nelson Mandela.
Su principal tarea, según sus primeras declaraciones, será el combate frontal a la corrupción, pero esa labor deberá pasar por profundizar las investigaciones que lleva a cabo puntualmente la Defensora del Pueblo y cuyo informe “Estado de rapiña” involucra especialmente a Zuma (cuenta en su haber con abultado expediente, pues enfrenta 783 cargos por corrupción, fraude y crimen organizado) y de ser encontrado culpable aplicarle el peso de ley lo mismo que a los demás beneficiarios de la rapiña (como sus socios de la familia Gupta, de las más ricas de Sudáfrica) para poder reivindicar en las urnas al CNA y recuperar la confianza del pueblo sudafricano.
Ciudad del Cabo, al borde del Día Cero
Uno de los problemas más graves que deberá enfrentar el nuevo presidente de Sudáfrica, además del de la corrupción de su antecesor, es la crisis económica (el país ha incrementado su nivel de pobreza y ahora poco más de la mitad de la población, 30 millones, se encuentran en esa situación), y el de la escasez del agua que padecen algunas regiones.
El caso más emblemático de la escasez de agua lo representa Ciudad del Cabo, una de las más importantes de Sudáfrica, ubicada a un lado del Atlántico padece una fuerte sequía desde el 2015, la mayor de su historia, por lo que las autoridades han tenido que racionar el consumo del aguay tratar de crear conciencia entre la población para el ahorro del vital líquido.
El momento que vive podría parecerse al de alguna película de ciencia ficción (El día después, por ejemplo), pero la realidad la supera, pues la urbe más austral del continente africano podría convertirse en la primera ciudad del mundo en quedarse sin agua a partir del próximo 11 de mayo, a menos que un milagro, literalmente, la salve de la tragedia natural.
Aparte de los estragos del cambio climático que ha retrasado las lluvias o las ha reducido, no hay recursos suficientes por los casos de corrupción de desvío de fondos públicos para invertir en fuentes alternas de suministro de agua, la rápida urbanización a que fue sometida la metrópoli y con ello el crecimiento de la pobreza, son las razones de que se encuentre al borde del Día Cero (a partir de entonces la ración será de 25 litros por día). Así se le ha llamado al día, 11 de mayo, en que los grifos de la ciudad se cierren por la situación extrema.
Ciudad del Cabo es una ciudad eminentemente turística que cuenta con cuatro millones de habitantes y anualmente la visitan cinco millones de turistas, tiene el privilegio de contar con la impresionante Montaña de la Mesa, una de las maravillas naturales del mundo.
El gobierno mantiene el optimismo
Pero a pesar de la grave crisis por falta de agua, el gobierno sudafricano alienta a los turistas a visitar Ciudad del Cabo.” A medida que el país lucha contra los efectos del cambio climático que ha llevado a la sequía en la Ciudad del Cabo, ahora se ha unido a la lucha mundial para salvar los recursos naturales del mundo; en este caso, agua. La Ciudad del Cabo no está sola, ya que casi todas las grandes ciudades del mundo, incluidos Los Ángeles, Sao Paulo, Tokio y muchos otros, se han encontrado en una situación similar a la que enfrentamos”. Dice un comunicado de la embajada de Sudáfrica en México.
Sudáfrica, añade, está trabajando junto con expertos y ciudadanos de todo el mundo para encontrar soluciones innovadoras, no solo para abordar la situación en Ciudad del Cabo, sino para garantizar que mitigue las posibilidades de escasez de agua de otras ciudades en el mundo.
Sudáfrica es un destino que cuenta con un caleidoscopio de atracciones turísticas que van desde actividades de aventura, patrimonio y cultura, comida y vino, hermosas playas y estilo de vida de la ciudad. Es un destino mágico que ha ofrecido a su gente la oportunidad de ganarse la vida a partir de su belleza natural. Actualmente Ciudad del Cabo emplea a aproximadamente un millón y medio de personas y contribuye con el 9.3% al PIB del país.
“El turismo es realmente un sector que ayudará a erradicar la pobreza, a cerrar la brecha de la desigualdad y a crear empleo decente para los sudafricanos. El sector ha creado 300 000 puestos de trabajo en Western Cape, y para asegurarlos, es fundamental que los viajeros visiten Ciudad del Cabo y lo hagan de forma responsable”, afirma la embajada sudafricana.
Mientras tanto los habitantes de Ciudad del Cabo esperan un milagro natural para evitar el fatídico 11 de mayo, el Día Cero.
