Canadá listo para responder a tarifas de EUA a acero y aluminio

La respuesta de Ottawa ante la medida proteccionista estadunidense estaría dirigida a afectar el acero y aluminio estadunidenses, así como otros productos “políticamente sensitivos”

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Ottawa.- Mientras se espera la reacción oficial del gobierno canadiense a la decisión de Estados Unidos de imponer tarifas a su principal proveedor de acero y aluminio, que se prevé incluirá nuevas tarifas en represalia, la gobernadora de Ontario, Kathleen Wynne, afirmó que la acción es “inconcebible”.

La gobernadora de la provincia más poblada de Canadá, con importantes productoras de acero y aluminio y que ha realizado gestiones con contrapartes estadunidenses para mantener fluido el comercio, catalogó como “bully” la determinación de Donald Trump.

“He sido muy cuidadosa y positiva de la relación bilateral. La acción de la administración Trump es inconcebible. Hemos sido muy claros de que tomaremos represalias y estamos trabajando en eso. No nos quedaremos con los brazos cruzados ante esas acciones proteccionistas”, dijo la gobernadora liberal, quien busca la reelección.

A diferencia de otros anuncios proteccionistas o amenazas comerciales de Estados Unidos, donde el gobierno canadiense ha respondido de inmediato. En esta ocasión se hizo un “vacío federal”.

Casi dos horas después del esperado anuncio de la Casa Blanca sobre imponer 25 por ciento de arancel al acero y 10 por ciento al aluminio, la Oficina del primer ministro anunció que en breve Justin Trudeau y la canciller Chrystia Freeland darán una conferencia de prensa.

En los días previos a este histórico y controversial anuncio, el primer ministro Justin Trudeau sostuvo conversaciones telefónicas con el presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence.

Por su parte, la canciller Chrystia Freeland regresó ayer a la capital canadiense con las manos vacías, luego de reunirse en Washington, DC por más de dos horas con su contraparte estadounidense, el representante comercial, Robert Lighthizer, como parte de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

“Puedo decirle a nuestros productores de acero y aluminio que el gobierno está absolutamente preparado y defenderá sus industrias”, aseguró la ministra a su regreso a Ottawa.

Una fuente allegada a las negociaciones del TLCAN indicó que Freeland le habría dicho a Lighthizer que imponer las tarifas al acero y aluminio a sus socios del TLCAN ería una clara señal de que Washington no está interesado en alcanzar un acuerdo en el tratado trilateral que tienen ambos países junto a México.

De acuerdo con información publicada este jueves, la respuesta de Ottawa ante la medida proteccionista estadunidense estaría dirigida a afectar el acero y aluminio estadunidenses, así como otros productos “políticamente sensitivos”, según explicaron funcionarios de Ottawa a medios canadienses.

Canadá iniciaría una investigación en el dumping en el acero proveniente de varios países, incluido Estados Unidos, con la posibilidad de imponer sus propias tarifas.

Asimismo, Ottawa impondría tarifas a productos lujosos provenientes de Estados Unidos, con la idea de afectar en una forma visible pero sin perjudicar la economía canadiense restringiendo la importación de productos necesarios, de acuerdo con información adelantada por el diario The Globe and Mail.

Canadá es el principal abastecedor de estos metales a Estados Unidos con un valor anual de 20 mil millones de dólares.

En 2017 la industria de acero canadiense empleó a más de 23 mil canadienses y contribuyó al PIB con 4.2 mil millones de dólares. En tanto, la industria de aluminio empleó a 10 mil 500 trabajadores y contribuyó con 4.7 mil millones de dólares al PIB nacional.

Ambas industrias son abastecedoras vitales para las industrias de manufactura, energía, automotriz y construcción.

La Asociación Canadiense de Productores de Aluminio advirtió que 10 por ciento de impuesto a las importaciones de aluminio impactará negativamente a los países productores, pero mucho más a Canadá y Europa que a China, según afirmó Jean Simard, presidente de la asociación.

Advirtió que las tarifas no resolverán el problema del mercado de aluminio porque la principal razón está en la sobrecapacidad de la producción china. “China no es el principal exportador de aluminio a Estados Unidos, Canadá sí”.

El arancel del 10 por ciento al aluminio canadiense aumentará los costos de la industria estadunidense en aproximadamente 700 millones de dólares.

De acuerdo con HARBOUR Aluminium, mientras que un arancel puede crear mil 900 puestos de trabajo en la industria primaria estadunidense, podría destruir entre 45 mil y 90 mil empleos directos en el sector manufacturero.

Se estima que cada nuevo trabajo creado costaría 12.5 millones de dólares a la economía estadunidense.

La asociación exportó en 2016 a Estados Unidos barras y otros productos de aluminio que alcanzaron los 445 millones 164 mil dólares canadienses (343 millones 258 mil dólares estadunidenses).

Jean Simard destacó que Canadá es un importante aliado de la seguridad de Estados Unidos, socio de la OTAN, por lo que sus importaciones de estos metales no pueden representar una amenaza para la seguridad de ese país.

“Canadá será el más afectado con estas tarifas, pese a que siempre hemos seguido las reglas comerciales internacionales y hemos sido un socio vital para Estados Unidos en tiempos de guerra y de paz”.

El profesor Peter Warrian, de la escuela Munk de Asuntos Internacionales, dijo a Notimex que las tarifas estadunidenses a las importaciones de acero y aluminio son una “táctica” de Washington para presionar en las negociaciones del TLCAN.

“Estas negociaciones son el principal evento, particularmente considerando que en la producción automotriz involucra un gran volumen de acero”.

En respuesta, añadió, Canadá puede imponer tarifas en otros productos estadunidenses: “Así es como comienza una guerra comercial”.