Ciudad de México.- El economista en jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano Herrera, descartó cualquier impacto sobre la inflación general del país por la imposición aranceleria del gobierno mexicano a ciertos productos procedentes de Estados Unidos.
Luego de que la Secretaría de Economía (SE) diera a conocer la carga arancelaria de entre 15 y 25 por ciento a diversos productos agroalimentarios y de otra índole exportados por ese país, el experto calificó de “buena” la medida adoptada por el gobierno de México, ya que se gravaron productos que no tienen una gran relevancia en las canastas básicas.
“Son aranceles bien diseñados y bien cuidados, entonces, así como los aranceles en Estados Unidos tendrán un impacto no significativo en su economía, esperemos que los impuestos por México tampoco tengan un efecto importante en la trayectoria de inflación”, explicó.
Señaló que la respuesta “espejo” del gobierno mexicano fue una decisión necesaria para sentar un precedente ante las medidas adoptadas por esa nación, y en adición a la controversia que tanto México como Canadá habrán de interponer ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), por tratarse de una acción “claramente violatoria” a los acuerdos del mismo organismo global.
“Es viable y adecuada, aunque se esté renegociando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se impugne una medida proteccionista sin que exista una interpelación ante la OMC; hubiera sido un error, para eso está el organismo, para prevenir este tipo de prácticas”, consideró.
Para Serrano Herrera, entre las determinaciones a las que pueden llegar los tribunales especializados de la OMC, está el exigir al gobierno estadounidense el retiro de los aranceles, así como el pago de daños compensatorios a las economías afectadas o el permiso irrestricto para que México imponga aranceles específicos.
Si bien negó que la imposición arancelaria al acero y el aluminio por parte de Estados Unidos tenga un efecto significativo para México, al representar las exportaciones nacionales de ambos metales tan sólo 2.0 por ciento del total, mencionó que la preocupación principal está en el traspié que ponen a la renegociación del TLCAN y de la puerta abierta que deja para que se geste una guerra comercial internacional.
“Esto entorpece las renegociaciones de cierta manera, orilla a México y Canadá a negociar, por lo que bajan las perspectivas, las posibilidades de que sea renegociado este año. Además, lo más preocupante es que esto aumenta las posibilidades de observar una guerra comercial global ante las medidas impuestas a Europa, México y Canadá, que son sus aliados, y en las que ni siquiera se están argumentando prácticas desleales para imponerlas”, apuntó.