Juan Barrera Barrera
El martes era un día esperado por muchos que tenemos puestos los ojos en el proceso electoral, ya que un exclusivo sector de grandes empresarios se reunió con Andrés Manuel López Obrador, cuyo encuentro fue muy cordial. En realidad fue una tregua necesaria en una coyuntura política y económica muy candente. El experimentado político logró calmar a sus fieros críticos con quienes se comprometió volver a reunirse para presentar conjuntamente un plan de desarrollo económico para México.
De hecho algunos detractores del viejo político tabasqueño esperaban un encontronazo más, pero por fortuna no fue así, incluso podría ser ya un reconocimiento explícito del empresariado de que AMLO sí podría convertirse en el próximo presidente de México.
La cita con el candidato de Morena generaba más expectativas que con los otros tres contendientes a la silla presidencial, porque entre este grupo de empresarios pertenecientes al poderoso grupo del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) no hay afinidades sustantivas con relación al modelo económico que pretende imponer Andrés Manuel, pues lo rechazan por considerarlo anticuado, una vuelta al pasado de los años setenta, de la época del desarrollo estabilizador.
Los dueños del dinero por supuesto están preocupados por sus inversiones y sus ganancias, es natural, porque piensan que el modelo propuesto por AMLO representa un riesgo para la estabilidad económica, financiera y política para el país ahora que empiece a gobernar.
No se olvida que la élite del poder económico hizo campaña abierta en contra de López Obrador en 2006 e hicieron suya la frase de campaña de Felipe Caldearon, de que era “un peligro para México” y aunque hoy algunos así lo sigan considerando, ya no se atreven a expresarlo abiertamente, porque saben que fue parte de una campaña sucia que hasta el propio creador de la frase, Antonio Solá, lo reconoce y hasta pronostica que el tabasqueño ahora sí ganará la elección.
El encuentro distensa la relación
La reunión del martes era necesaria, porque distensa un periodo de ataques y desencuentros entre AMLO y el empresariado al que el candidato ha llamado “minoría rapaz”, que hace negocios al amparo del poder político y que ha denominado integrantes de “la mafia del poder”, algunos de ellos presentes en la reunión del martes, que no bajan de populista de izquierda al dirigente de Morena.
No hubo más pleito, eso habla bien tanto Andrés Manuel López Obrador como de los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios, en momentos en que los mexicanos vivimos la degradación de las campañas electorales, la incesante propaganda que tenemos que soportar todo el tiempo y el insulto por el derroche de dinero que gastan los partidos políticos.
Al ambiente político tenso tenemos que sumarle los peligros externos, como la agresividad comercial del presidente estadounidense Donald Trump y sus amenazas con suspender o romper las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Esta semana los cuatro candidatos presidenciales se reunieron con la élite empresarial mexicana, pero la que más expectativas levantó fue la de AMLO, pues no se auguraba que pudiera haber algún roce con Ricardo Anaya, José Antonio Meade o Jaime Rodríguez con los barones del dinero.
Reunión tersa, sus equipos trabajan conjuntamente
La iniciativa privada dejó en claro que tiene la convicción de seguir invirtiendo y colaborando con México y buscando más inversión y más empleos, independientemente de quién gane los comicios inminentes.
“A todos nos conviene que el gobierno que sea, que hayamos escogido los mexicanos, sea exitoso”, afirmó Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y se manifestó partidario de combatir la corrupción y la inseguridad, erradicar la pobreza extrema y combatir o disminuir la desigualdad,
Por su parte, el presidente del CMN, Alejandro Martínez, señaló la disposición de los grandes empresarios a respetar y trabajar de la mano con quien resulte ganador de la contienda electoral en beneficio del país y de los mexicanos.
En tanto, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia afirmó que “si ganamos, vamos a tener una relación de cooperación entre los sectores privado y público; va a haber acuerdos para impulsar el desarrollo, crear empleos, que mejore la situación económica y social de México”.
Reunión más tersa no pudo haber sido. Ayer en una entrevista en MVS Noticias, Alfonso Romo, asesor empresarial de López Obrador, informó que están trabajando con un equipo de trabajo de los empresarios del Consejo Mexicano de Negocios (lo integran 37 empresarios) sobre asuntos económicos, esa es una buena noticia.
Sólo queda esperar el día después de la elección, cuando la tregua AMLO-élites empresariales llegue a su fin.
