Banco de México mantiene su tasa de interés en 7.75%

El instituto central tomó esta decisión por unanimidad, considerando el comportamiento reciente de la economía

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Ciudad de México.- Este jueves, los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidieron mantener su tasa de interés de referencia en 7.75 por ciento.

El instituto central tomó esta decisión por unanimidad, considerando el comportamiento reciente de la economía, en particular, que la naturaleza de los choques que han afectado recientemente a la inflación es de carácter transitorio, y que la tendencia esperada de la inflación subyacente continúa siendo descendente.

Indicó que la Junta mantendrá una postura monetaria prudente y continuará dando un seguimiento especial al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como a la evolución de las condiciones de holgura en la economía.

Al dar a conocer el anuncio de política monetaria, el instituto central explicó que ante la presencia y posible persistencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de esta a su objetivo de 3.0 por ciento.

Así como para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazos para que estas alcancen dicha meta, agregó.

Explicó que los indicadores disponibles sugieren que la economía mundial ha continuado expandiéndose a un ritmo elevado, si bien se ha incrementado la divergencia en el desempeño de las principales economías avanzadas.

La economía de Estados Unidos aceleró su ritmo de crecimiento durante el segundo trimestre del año, mientras que las economías de la zona del euro, Japón y Reino Unido se expandieron a una tasa menor a la anticipada, detalló.

Añadió que a pesar de que el crecimiento de la demanda interna mantuvo su dinamismo en la mayoría de las economías, el comercio internacional se desaceleró y la confianza de los negocios empezó a reflejar los efectos de la incertidumbre asociada a la imposición de medidas arancelarias.

Esta incertidumbre ha aumentado los riesgos para la economía global, tanto en el corto plazo como, en mayor medida, en el mediano plazo.

A lo anterior se suma el riesgo de un apretamiento repentino en las condiciones financieras y de un escalamiento en las tensiones geopolíticas.

Destacó que en las semanas posteriores a la última decisión de política monetaria del Banco de México, el peso mexicano registró una apreciación de 10.7 por ciento, destacando como la divisa con el mejor desempeño frente al dólar durante el periodo.

De esta forma, la moneda nacional revirtió en su totalidad la depreciación que había acumulado en los últimos meses y presentó una apreciación de 6.1 por ciento en lo que va del año.

Este comportamiento se observó tras las elecciones presidenciales y legislativas en México y como consecuencia de una mejor perspectiva respecto a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Por otro lado, indicó que en el segundo trimestre de 2018 la actividad económica en México presentó una contracción. Esto contrasta con la reactivación que se había observado en el último trimestre de 2017 y el primero de 2018 y reflejó, en parte, la reversión del dinamismo que había mostrado la inversión, especialmente en el rubro de construcción, y un debilitamiento de las exportaciones.

En cambio, el consumo privado mantuvo una tendencia positiva, informó. El Banxico destacó que la mayoría de los miembros apuntó en que las expectativas de inflación general para el cierre de 2018 se ajustaron a 4.25 por ciento en julio desde 4.0 por ciento previsto en junio, en tanto que se mantuvo el horizonte de 3.60 por ciento para 2019.

En contraste, las correspondientes a los próximos 12 meses, con referencia tanto al mes del levantamiento de encuestas, como al siguiente, se ajustaron a la baja de 3.90 a 3.85 por ciento y de 3.90 a 3.80 por ciento, respectivamente.

De acuerdo con el documento, los miembros de la Junta de Gobierno del banco central coincidieron en que la inflación general anual aumentó al registrar una tasa anual de 4.85 por ciento en la primera quincena de julio, después de que en mayo y junio se situara en tasas de 4.51 y 4.65 por ciento respectivamente.

En relación a la inflación general, la mayoría coincidió en que está repuntó a partir de junio, después de haber disminuido a principios de año, consecuencia en gran parte por el incremento en los precios de las gasolinas y del gas L.P., además de los efectos volátiles en las cotizaciones del peso mexicano.

Asimismo, los miembros señalaron que el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación conserva un sesgo alcista.

En cuanto a los riesgos a la baja, resaltó que una sobresale una posible apreciación de la moneda nacional en caso de que se logre un resultado favorable de las negociaciones del TLCAN.