Ciudad de México.- El Banco de México (Banxico) ajustó sus previsiones para la actividad económica de este año a un intervalo de entre 2.0 y 2.6 por ciento, y el de 2019, entre 1.8 y 2.8 por ciento, como un reflejo de la contracción de la economía en el segundo trimestre de 2018.
El gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León Carrillo, recordó que los pronósticos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del banco central hace tres meses eran de un intervalo de entre 2.0 y 3.0 por ciento para 2018 y de entre 2.2 y 3.2 por ciento para 2019.
Refirió que en el segundo trimestre de este año la actividad económica presentó una contracción de 0.2 por ciento respecto al primer trimestre de 2018, lo que contrasta con la reactivación observada en los dos trimestres previos, de 1.0 por ciento, entre enero y marzo de este año, y 0.8 por ciento en el cuarto trimestre de 2017.
Respecto a las previsiones de inflación, expuso que éstas consideran que los incrementos mayores a los anticipados observados en los precios de los energéticos afectarán la trayectoria de la inflación general en 2019, y aunque su efecto sería transitorio, se prevé que la trayectoria de convergencia de la inflación general hacia su meta se vea retrasada.
Al presentar el “Informe Trimestral” de abril-junio 2018, previó que la inflación general se aproxime durante el resto del año y en 2019 hacia el objetivo de 3.0 por ciento, ubicándose en el primer semestre de 2020 en alrededor de dicho objetivo.
El banquero central explicó que la revisión al alza en el pronóstico de inflación general anual se explica por una mayor contribución esperada de los energéticos.
Los factores que llevaron al Banxico a reducir sus estimados de crecimiento para 2018 y 2019 son la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de este año, atonía de la inversión, desaceleración en la demanda externa y de la producción industrial, con lo cual “en general si se ve una mayor debilidad de la actividad económica”, puntualizó.
Díaz de León Carrillo apuntó que en congruencia con el comportamiento esperado de la economía, los pronósticos para el número de puestos de trabajo registrados en el IMSS para 2018 y 2019 se revisan a la baja.
En particular, se prevé que en 2018 este indicador muestre un alza de entre 670 y 770 mil puestos de trabajo, intervalo que se compara con las previsiones del Informe previo de entre 680 y 780 mil puestos de trabajo.
Para 2019 se anticipa un aumento de entre 670 y 770 mil puestos de trabajo, rango menor al de entre 690 y 790 mil del informe anterior.
Por otra parte, el gobernador del Banxico de México consideró importante ratificar el compromiso de mantener un marco macro económico sólido como base para una política económica que detone el crecimiento del país, al tiempo que sugirió reconocer que la estabilidad macroeconómica por sí misma, si bien es necesaria, no es suficiente para generar mayor crecimiento.
También consideró ineludible enfrentar los retos estructurales e institucionales que en su caso podrían aumentar la productividad, sin olvidar que, en última instancia, la única forma de generar empleos mejor remunerados y reducir la pobreza de manera sostenible es a través de una mayor productividad.
Asimismo, habrá que invertir en proyectos que doten al país de una infraestructura que contribuya a fortalecer el mercado interno y a aprovechar aún más la vocación exportadora de México a lo largo de todo el país, subrayó.
Díaz de León estimó imperativo avanzar hacia un fortalecimiento de ámbitos distintos al económico, sobre todo los relacionados con las condiciones de seguridad y de certeza jurídica.
A la pregunta de si le preocupa al Banxico el manejo fiscal de la siguiente administración, subrayó que la estabilidad macroeconómica es una condición indispensable para el buen funcionamiento de la economía.
Por ello, al Banxico le ocupa, “no le preocupa”, el que México tenga un entorno macroeconómico estable que propicie el crecimiento y la generación de empleo, y recordó que su mandato es constitucional es procurar una inflación baja y estable “y en eso está ocupado”.
Precisó que integrantes de la Junta de Gobierno ya han sostenido encuentros con representantes del equipo de transición de la próxima administración federal con quienes hay un buen entendimiento, “estamos atentos y listos a mantener y reforzar ese diálogo”.
Aclaró que el Banco de México está ajeno a los ciclos políticos sexenales y tiene un mandato permanente de tener una inflación baja y estable, respecto a la cual ratificó la meta de 3.0 por ciento, pese a que el propuesto secretario de Hacienda de la próxima administración, Carlos Urzúa, estima que en 2019 será de 5.0 por ciento.