Sufren robo de información 85% de las empresas mexicanas

Los empleados junior o en entrenamiento (49%), ex empleados (37%) y proveedores de servicios de tecnología (34%) son los responsables de llevar a cabo algún tipo de fraude en las compañías

523

Ciudad de México.- Este año, 85 por ciento de las empresas mexicanas han sido víctimas de algún tipo fraude, entre los cuales destaca el robo de información, principalmente de parte de empleados y ex empleados, revela Kroll.

De acuerdo con un reporte global elaborado por la firma de mitigación y respuesta de riesgos, los empleados junior o en entrenamiento (49%), ex empleados (37%) y proveedores de servicios de tecnología (34%) son los responsables de llevar a cabo algún tipo de fraude en las compañías.

La empresa señala que entre las acciones y comportamientos comunes de los defraudadores se encuentra no querer tomar vacaciones, y generalmente se acercan a los dueños o presidentes de la compañía para ganar su confianza.

Además, son los últimos que salen de la oficina al terminar la jornada laboral, ya que es justo en ese tiempo en el que la oficina está vacía o con una menor afluencia de empleados, por lo que lo aprovechan para cometer sus fechorías.

Los defraudadores también buscan tener un perfil bajo dentro de la empresa, normalmente tienen una educación por encima de la media, son de trato agradable y representan a un ciudadano común, al simular una vida familiar estable.

Al respecto, el director general de Kroll México, Brian Weihs, comentó que «no todos los defraudadores son iguales, quieren ser invisibles la mayor parte del tiempo, sin embargo, hay características que podemos notar y nos permiten hablar de un perfil del ladrón corporativo”.

Por su parte, el director Asociado de Kroll México, Arturo del Castillo, enfatizó que “si las empresas identifican al ladrón corporativo y en lugar de denunciarlo lo despiden sin causa y con indemnización, generan un escenario de fraudes continuos”.

“Con un castigo legal podemos terminar con el problema de raíz. Lo importante es que la empresa esté dispuesta a invertir dinero y tiempo en los procesos judiciales”, concluyó Weihs.