Expectativas económicas siguen a la baja

La incertidumbre de lo que pasará con el TLCAN, aun cuando las negociaciones bilaterales prácticamente han concluido, ha llevado a una mayor cautela sobre la evolución de la economía en lo que resta del año y los dos siguientes

636

Ciudad de México.- Después de conocer el reporte del INEGI en el que señala que durante el segundo trimestre del año la actividad económica del país tuvo un comportamiento negativo, lo que por cierto parecía poco probable, ya que, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Expectativas del Banco de México, la probabilidad de que se observara una reducción en el PIB respecto al trimestre previo era de solo 17.5 por ciento, la percepción sobre el comportamiento futuro de la economía se ha ido moderando. 

La incertidumbre de lo que pasará con el TLCAN, aun cuando las negociaciones bilaterales entre México y los Estados Unidos prácticamente han concluido, aunado a la volatilidad del tipo de cambio que ha vuelto a tomar fuerza y el repunte de la inflación, además de las expectativas sobre las acciones que tomará el nuevo gobierno, han llevado a una mayor cautela sobre la evolución de la economía en lo que resta del año y los dos siguientes.

Los resultados de la Encuesta Sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado anticipan que el promedio de crecimiento del PIB para el presente año será de 2.14 por ciento, lo que significó su segundo ajuste a la baja de manera consecutiva.

Para el 2019 se espera un avance de 2.16 por ciento, que en este caso representó su tercer ajuste a la baja. No obstante, después de haberse corregido a la baja en dos ocasiones seguidas, el pronóstico para el 2020 se elevó a 2.36 por ciento, aunque es evidente que esto no refleja señales de un dinamismo importante. 

De hecho, la estimación promedio de crecimiento para los próximos diez años es de 2.5 por ciento, lo que parece anticipar que la economía mantendrá un avance inercial e insuficiente para satisfacer las necesidades de la población.

El constante aumento de los precios de energéticos, especialmente de la gasolina de bajo octanaje, que tiene uno de los ponderadores más altos dentro del índice general de precios, ha tenido una incidencia importante en el repunte de la inflación, contribuyendo para que los pronósticos apunten a que al cierre del año se ubique en 4.41 por ciento, que es la estimación más alta desde que se inició el sondeo de la inflación para 2018.

Aunque se estima que la inflación retomará una tendencia a la baja, para los próximos dos años los pronósticos se ubican en cerca de 3.7 por ciento, aún lejos del objetivo puntual del Banco de México de 3.0 por ciento, lo que parece indicar que se mantendrán algunas presiones sobre los precios. Incluso, la inflación promedio para los próximos 5 a 8 años se estima en 3.67 por ciento.

Dado el ajuste a la baja en los pronósticos de crecimiento para el presente y el siguiente año que anunció el Banco de México y los que se reportaron en la Encuesta de Expectativas del Sector Privado, se anticipa que en lo que resta del 2018 y en todo el 2019