Política Global

Elecciones impredecibles en Brasil; entre el derechista Bolsonaro y el socialista Hadad

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Juan Barrera Barrera

Este domingo Brasil experimentará una de sus elecciones presidenciales más disputadas de su joven democracia. Los candidatos, Jair Bolsonaro, de extrema derecha, candidato del Partido Social Liberal; y Fernando Hadad, del Partido de los Trabajadores, se perfilan como los ganadores de los comicios de este domingo 7 de octubre y pasarán a la segunda vuelta el día 28.

Son los dos candidatos que representan los extremos ideológicos que encabezan las encuestas de opinión entre 12 candidatos presidenciales del gigante Latinoamericano (también se renovará el Congreso brasileño), pero ex el capitán Bolsonaro aparece como favorito.

El representante del PSL ha pasado de un estancado 28% de la intención del voto a 31% en esta semana, sin embargo tiene un alto porcentaje de rechazo (46%), mientras que Hadad, sucesor en la candidatura de Luis Ignacio Lula da Silva que enfrenta un proceso legal, subió en las encuestas de un 19% a 21%. En rechazo igual creció de 27% al 38%, mucho.

En tercer lugar se ubica al centro-progresista Ciro Gomes con 11% y el socialdemócrata y ex gobernador del estado de San Pablo, Geraldo Alkim, más abajo de ese porcentaje se encuentra en el cuarto sitio. El resto de los demás aspirantes está muy abajo.

Brasil entre el derechista Bolsonaro y el moderado Hadad

Por algunas semanas Bolsonaro se había estancado políticamente por su discurso ultraderechista, xenofóbico, racista y misógino (por esos conceptos lo comparan con el presidente Donald Trump) y por la ola de manifestaciones multitudinarias de rechazo a un personaje reaccionario que se llevaron a cabo este fin de semana en todo el país.

El repudio contra el militar ha ido creciendo por sus posiciones ultraderechistas como la utilización de la tortura y mayor protagonismo de las fuerzas armadas en el combate a la inseguridad, lo que ha levantado preocupación entre muchos votantes que estaban indecisos (20% de los electores) y que los podría atraer la figura de un socialista moderado como Fernando Hadad que propone los métodos institucionales para esas tareas.

Al rechazo al bolsonarismo se han organizado las mujeres a través del movimiento “Él No”, un fenómeno inédito en la vida política de Brasil que agrupa ya a cuatro millones de inconformes con la campaña misógina y racista del candidato de la ultraderecha.

Bolsonaro cuenta con el apoyo del sector militar, sin duda, de una parte del sector bancario y financiero, pero es un personaje impredecible por sus posiciones extremas y eso entre los mercados internacionales no es una buena señal. En cambio Hadad, a pesar de ser considerado un socialista moderado, su partido (PT) durante el tiempo que gobernó (2002-2015) la relación por lo menos no fue conflictiva.

Se sabe que Bolsonaro es un católico extremo y que tiene el apoyo de un importante sector de la Iglesia. Los evangélicos son una Iglesia que ha crecido y que representa el 26% de los votantes, un caudal de votos muy codiciados por los candidatos y que pueden ser determinantes como sucede en otros países. Hadad para la segunda vuelta deberá convencer a los candidatos de centro-izquierda de superar su sectarismo para ganar la presidencia en la segunda elección.

La sombra de los militares

Jair Bolsonaro sigue convaleciendo del atentado que sufrió hace un mes y no ha podido hacer campaña en la calle, quien a pesar de liderar las encuestas se ve temeroso pues ha dicho que no reconocería la elección en las urnas si no le favorecía, aunque luego suavizó su discurso.

Su compañero de fórmula, el exgeneral, Hamilton Mouriño es defensor de torturadores de la dictadura militar (1964-1985) y partidario de un nuevo golpe para la actual solución política brasileña. El candidato a la vicepresidencia “se ha mostrado a favor de que una comisión de expertos redacte una nueva constitución y que ha defendido, una vez más, que el presidente podría dar un ‘autogolpe’ en caso de ‘anarquía’”.

Los militares vuelven a ser protagonistas y están en la primera línea de la política brasileña después de 33 años (acompañados de la mano con el surgimiento de una nueva derecha) luego del fin de la dictadura militar y quiérase o no esa situación le es incómoda a un amplio sector de los electores cariocas.

Estas son las dos ofertas políticas por las que optarán los electores brasileños este domingo para verse en la segunda vuelta, en medio de una crisis económica, política y social: Bolsonaro, un extremo de derecha impredecible, y Hadad un socialista moderado, discípulo de Lula, con un proyecto incluyente.
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