Ciudad de México.- El director general de Especialistas en Sistemas de Detección Distribuido para Ductos Petroleros Ambher TM, Juan Carlos Ambrosi, propuso a las autoridades federales utilizar el Sistema de Detección Acústico Distribuido, a fin de combatir el robo de combustibles en el país.
«Es posible hacer más con menos, y esto es posible por medio de un sólo sistema que detecta las fugas más pequeñas, de manera más rápida y confiable, mientras se monitorean simultáneamente las interferencias de terceros y otras amenazas externas, con el fin de evitar fugas por completo», indicó.
Explicó en conferencia de prensa que el Sistema de Detección Acústico Distribuido convierte una fibra óptica de telecomunicaciones en un sensor acústico súper sensible, por lo que tiene la capacidad de detectar sonidos, cambios de temperatura y movimientos de la tierra simultáneamente.
Según explicó, la capacidad auditiva del sistema permite que se puedan detectar señales específicas a lo largo de todo el ducto, como son vehículos, personas caminando, gente excavando manualmente y el uso de maquinaria de excavación pesada.
Estos algoritmos permiten tener menos falsas alarmas y por lo tanto un sistema mucho más confiable, eficiente y rentable para el monitoreo de fugas en ductos, apuntó el directivo.
“Los sistemas con fibra óptica que aplica Ambher garantizan experiencia de haber instalado los sistemas en más de 20 mil kilómetros a nivel mundial en 40 países, de los cuales en México contamos con más de 500 kilómetros de experiencia”, destacó.
Juan Carlos Ambrosi resaltó además que ante el crecimiento exponencial de las tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) se hace necesario transportar de manera más segura y confiable el petróleo y el gas al mercado.
Dijo que si bien existen varios tipos de tecnología de monitoreo de ductos, la mayoría de estos sistemas tiene limitaciones que dejan a los ductos vulnerables a gas, daños y robos.
El directivo apuntó que del año 2000 al 2018 el número de tomas clandestinas ascendió a 47 mil 202, lo que equivale a casi tres tomas por kilómetro en toda la red de ductos de Pemex, cuya longitud es superior a 14 mil kilómetros.
El número de tomas clandestinas tuvo un crecimiento exponencial de 155 tomas anuales, en el año 2000, a 12 mil 581 a diciembre del año 2018; además, durante la administración de Vicente Fox Quesada (2000-2006) existían 890 tomas clandestinas y a finales del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) cuatro mil 841 tomas, un crecimiento porcentual de 443 por ciento.
En tanto que al final del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), la cifra llegó a un total de 41 mil 316 tomas, lo que representa un crecimiento porcentual de 753 por ciento.
«Hacemos un llamado a las autoridades a que se sumen nuevas tecnologías a la seguridad del patrimonio de todos los mexicanos a través de estas herramientas que ponemos a su disposición, para un gobierno que se ha declarado abierto a todas las voces y propuestas», apuntó.
Dijo que las pruebas piloto han demostrado que la tecnología funciona, por lo que están dispuestos a demostrarle a la administración en curso que esta tecnología puede ser factible para contrarrestar el problema del robo de combustible.
