Política Global

Es hora de entrar en acción: Pence; Venezuela y el escenario menos deseado: la guerra

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Juan Barrera Barrera

El gobierno de Caracas en medio de un cerco diplomático; una operación internacional para introducir camiones con ayuda humanitaria saboteada violentamente; la acción es considerada por el gobernante repudiado como una intervención disfrazada; los opositores acusan que no quiere que la comunidad internacional compruebe lo que de alguna manera se sabe: que el país vive una grave crisis humanitaria; izquierdas y derechas se despedazan políticamente.

El gobierno de México (“el hermano mayor” dice el ex presidente boliviano, Jorge Quiroga) aguanta los cuestionamientos por su permisividad frente a la crisis venezolana y resiste las presiones diplomáticas de Estados Unidos y de la OEA para cambiar su posición de neutralidad y el principio de no intervención y otorgue  ya su reconocimiento a Juan Guaidó. 

A pesar de su “ensimismamiento” diplomático, a México se le sigue reconociendo su trayectoria histórica en la solución de  los problemas del hemisferio occidental y el peso decisivo que puede tener en el conflicto sudamericano. Ahora prefiere jugar de contrapeso hacia ambos lados.

En los foros internacionales de las Naciones Unidas el canciller venezolano, Jorge Arreaza, con semblante de preocupación y en un tono mesurado, inusual en él, pide diálogo entre Nicolás Maduro y Donald Trump. El vicepresidente de la potencia del norte, Mike Pence, responde que se agotó el tiempo y es hora de entrar en acción. Un aviso del escenario menos deseado: la intervención militar.

Se agotan las opciones diplomáticas

El gobierno de Trump intensifica las presiones en todos los foros internacionales (pero en su casa también se incrementan en contra suya), luego de que el gobierno de Maduro Moro impidió, por todos los medios, el paso de la ayuda internacional, fortaleciendo, momentáneamente, al cuestionado líder sudamericano, en un ambiente de tensión extrema que afecta a la población venezolana.

Se le complica el bono diplomático al huésped de La Casa Blanca y las opciones para una solución pacífica del conflicto venezolano se le achican y eso es lo más preocupante, porque se va acercando más y más al escenario menos deseado: la intervención militar, posibilidad que llevaría a un cambio geopolítico en la región, ahora que Washington cuenta con aliados fuertes como Brasil, Colombia y Argentina. 

Sin embargo, Trump no encontrará consenso en el uso de las armas entre los países latinoamericanos (Grupo de Lima y de la Organización de Estados Americanos) por la memoria histórica que comparten en su relación con EU, a pesar de las coincidencias de que Maduro debe separarse del poder, pero pacíficamente y apoyada por la diplomacia internacional. 

En la Unión Europea, presionada por problemas propios, crece el temor de que Estados Unidos ejerza una acción militar, por ello la Alta Representante de Política Exterior, Federica Mogherini, reiteró este domingo la posición del grupo europeo de evitar una intervención armada: “Venezuela necesita una salida pacífica, política y democrática, lo cual, evidentemente excluye el uso de la fuerza”. Pero exigen al régimen de Maduro que permita la entrada de la ayuda humanitaria.

Pence, listo para “entrar en acción”

Al parecer, en el círculo cercano a Maduro priva igualmente con fuerza la idea de que una invasión estadounidense está próxima y tal vez por eso el canciller Jorge Arreaza vuelva a pedir diálogo cara a cara entre Donald Trump y Nicolás Maduro, a pesar de las advertencias de Rusia. Hay expectación por la visita de la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, a Moscú este viernes, 

Para el gobierno de Donald Trump la única opción es salida de Maduro, quien se opone a la exigencia internacional de convocar a elecciones presidenciales libres, creíbles y con observadores internacionales). La petición de diálogo de Arreaza se topó con la respuesta de un Mike Pence envalentonado y en tono decidido dijo, en una reunión con el exilio venezolano en Miami, que “el momento del diálogo pasó y ahora es tiempo de entrar en acción”. ¿Más claro?

Maduro y su grupo le han apostado en extremo a que Estados Unidos no utilizaría la fuerza militar teniendo el apoyo de las potencias rusa y china que están más preocupadas por defender sus intereses económicos (el petróleo) que lo indefendible.

¿Qué recurso le queda a Venezuela para evitar una agresión militar externa? Creo que la posible salida está ahora del lado del ejército venezolano que podría forzar la renuncia pacífica de Nicolás Maduro y convocar a elecciones generales. ¿Se ve otra opción en lo inmediato?