Entresemana

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Omar Fayad y el rey feo

Moisés Sánchez Limón

Pasa en Ixmiquilpan, Hidalgo, desde hace más de tres décadas. Es de esas historias que se escribieron en tiempos idos pero sobreviven en localidades como ésta donde el poder pareciera heredado a perpetuidad.

Dirán que esto de los caciques resulta de los usos y costumbres, pero de los juegos del poder y los apetitos nunca satisfechos como ocurre con esos desplantes de quienes gustan celebrar sus cumpleaños a la vieja usanza de reunir a los jefes políticos en torno suyo con el pueblo convocado a la comilona de rigor, escanciada con el discurso que borda entre lo insulso, el comedido apoyo y el amago que se presume con el número de invitados, de quienes votan y deben mucho al personaje.

Se lo cuento como me lo contaron. De hecho, en esos días cuando Omar Fayad Meneses hacía maletas para cambiarse a Palacio de Gobierno en Pachuca y despachar como gobernador, le compartí aquel desaguisado en el que Roberto Pedraza Martínez, jefe moral del Consejo Supremo Hñahñu del Valle del Mezquital, le hizo una broma pesada a quien no imaginó sería sucesor de Francisco Olvera.

Pedraza aspiraba a continuar en el gobierno estatal y, con él la pléyade que lo ha acompañado en la estructura de la administración estatal, lo mismo en cargos de bue nivel y hasta de medio pelo, pero pegados a la ubre del erario público. Pero olvidó que Omar no olvida y menos cuando en público le gritó “Fabiruchis”. Ya sabrá usted que Omar reclamó airadamente a Pedraza ese desplante de bufón.

Bueno, pues Pedraza se fue a la banca. Hoy pretende congraciarse con el gobernador mas no mediante bromas, no, el jefe moral del Consejo Supremo Hñahñu pretende asumirse como factor, digamos que un burdo fiel de la balanza, para influir incluso en la sucesión presidencial con sus seguidores en esa región del Valle del Mezquital.

Me comentan, le reitero, que Pedraza pretendió, el pasado lunes 1 de mayo, el día de su cumpleaños que celebra a la par o con el pretexto del Encuentro Anual del Pueblo Hñahñu yla Expo Feria Artesanal, congraciarse con el gobernador Fayad Meneses pero al final su discurso bordó en linderos de la amenaza, aquella de estás conmigo, o estás contra mí.

Comentan colegas hidalguenses que Roberto Pedraza, quien ha sido alcalde, diputado local y federal, suplente senatorial y recurrente funcionario público en las administraciones estatal y municipal, en ese mensaje para agradecer la presencia de quienes prácticamente acudieron a celebrar su 65 años de edad, prácticamente agarró la escopeta y tiró fuego amigo contra el gobernador y sus antecesores. Y de plano hasta Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del

PRI se llevó un raspón por no haber asistido a la celebración.

¿Qué quiere Pedraza? Fácil: quiere poder. La banca no le ajusta y mucho menos permanecer como líder moral de Consejo Supremo Hñahñu, que quiérase que no entraña poder local, el del cacique urgido de asideros para volver a la ligas mayores, como diputado federal o, ¿por qué no?, senador. Y para el efecto denuncia que hay grupos armados en esa región pero él y sus huestes tienen la capacidad para enfrentarlos, aunque urge al gobierno federal esté alerta.

¿El retorno del cacique? ¿La apuesta del rey feo, como le dicen sus cuates? ¿El regreso del bufón al reino Hñahñu, como citan políticos de la entidad? Bien, Pedraza logró que Omar asistiera a su cumpleaños, mas fue contra su voluntad y debió escuchar un discurso que bordó entre el cinismo y el desplante, citaba, e incluso la amenaza.

“Regresen a su comunidad y digan que estamos en paz y trabajando”, dijo a los asistentes, indígenas y campesinos de la región, al festejo de su cumpleaños.

Lo cierto es que, esta trigésima séptima celebración del Consejo Hñahñu, es decir, la celebración del cumpleaños de su líder moral –y están en su derecho de tener al líder que se les pegue la gana—entrañó el mensaje de que el Rey Feo se quiere elegir Rey del Valle del Mezquital. Y desde ahí, presionar y chantajear al gobernador Fayad Meneses para devolverle posiciones políticas y chambas, para sus amigos y familiares, en su administración.

Y con micrófono en ristre, Pedraza mencionó a quienes han asistido a este encuentro que en realidad es su fiesta de cumpleaños. Dijo que Murillo que le dio la diputación local y la primera federal. Manuel Angel Núñez que le dio la secretaria de obras y dip local y federal para su sobrino hector. De Miguel osorio que le dio la dip federal para el y dip local y secretaria de administración para su sobrino hector. De olvera que le dio la coordinación del congreso la notaria dip federal para su sobrino dip federal para la esposa de su sobrino la procuraduria del medio ambiente para su hijo genoni la coordinación de administración de finanzas para su otro hijo Irving la coordinación de presupuesto para su hija miriam la coordinación de comunicación social la representación de hgo en el DF y 400 aviadores que cobraban en la nómina especial.

Un discurso en voz de Roberto Pedraza Martínez cargado de fuego amigo a la vieja usanza tricolor refirió la existencia de “confrontaciones” como causa que puso en peligro la realización de la convención anual del Consejo Supremo Hñahñú, sociedad rectora de los destinos de la región del Valle de Mezquital, o por lo menos esa es la versión popular.

Cuentan en pasillos que, según el dicho del líder del Consejo Supremo Hñahñú, es el mandatario hidalguense quien se ha dado a la tarea de “confrontar” a actores políticos que no comparten su visión para gobernar.

El discurso, en un tenor pasivo-agresivo, retomó los nombres de exgobernadores que han apoyado y recibido apoyo del Consejo Supremo, cubriendo así el reclamo a flor de piel por lo que califican como desdén de los inquilinos de la Plaza Juárez.

Sin embargo, la línea discursiva que incendió la escena política fue retomar la presencia de Paco Olvera el año pasado, quien “acompañándonos, lo acompañamos para hacer del estado de Hidalgo el estado primer lugar en paz y tranquilidad social (…) hoy viene nuestro amigo Omar Fayad Meneses a acompañarnos y lo celebramos y le damos la más cordial bienvenida”.

Tomando en cuenta que la región del Valle del Mezquital ha presentado el escenario más ríspido en las condiciones de gobernabilidad, repercutiendo directamente en las cifras de medición de seguridad estatal -que del primer lugar descendió al cuarto, con una oleada súbita de delincuencia que poco a poco hace mella en la imagen gubernamental-, podemos deducir que las palabras elegidas por Pedraza Martínez no fueron azarosas.

Mucho se ha especulado sobre un grupo de políticos hidalguenses inconformes con las decisiones de Omar Fayad Meneses, que los ha hecho a un lado sin mayor miramiento, motivando deseos de revancha que –dicen- se han visto materializados en estratégicos conflictos sociales, mediáticos y judiciales.

Bajo esta perspectiva, Pedraza Martínez pareció poner en la mesa el juego político contra un gobernador en turno que, sin opción a aceptar o negar, deberá medir fuerzas con el bloque rival.

Importante mención deben tener los personajes asistentes al evento Hñahñu que, pareció, brindaron solidaridad a Roberto Pedraza: Fernando Moctezuma Pereda, José Antonio Rojo García de Alba, Luis Vega Cardón, Guadalupe Chávez Acosta y Carolina Viggiano Austria.

¿Poseerán algún interés en común estos personajes?

Presencia con mensaje político, tres aspirantes a gobernadores que buscan volver a suspirar, que fueron favorecidos con el gobierno de José Francisco Olvera Ruiz y que, sumados, podrían buscar la formación de un grupo político estatal.

Se han mencionado distintos disidentes del gobierno actual vinculados con el exmandatario Paco Olvera Ruiz, los cuales comienzan a gestar nuevas agrupaciones orientadas a la suma de capitales que permitan adquirir fuerza suficiente para negociar espacios.

La posición discursiva fue tajante al afirmar con toda seguridad que seguirán trabajando y haciendo política, como quien da a entender entre líneas que para frenarlos deberán vencerlos –en el plano político, por supuesto-. Reza el refrán: “El que avisa, no traiciona”.

Repartiendo reclamos le llegó el turno a Alberto Meléndez Apodaca, convirtiéndolo en la “comidilla” en pasillos políticos, pues encarnó la inconformidad del sentir priista hidalguense pero que en voz de Pedraza Martínez resultó inescrupuloso y convenenciero. Lo que nadie ha mencionado es si el dicho sería compartido por José Antonio Rojo, Fernando Moctezuma y Carolina Viggiano. De ser así, el encargado del CDE del PRI deberá cuidar sus pasos.

El broche de oro en boca de Roberto Pedraza fue el grito de guerra: “he platicado con importantes actores de la política estatal y decirles que en breve los vamos a convocar y les vamos a pedir que hagamos esto con la emoción y no con el interés del futuro de Hidalgo y de nuestro partido; lo vamos a hacer con todo el comedimiento, con toda la lealtad, pero también con todo el rigor que nos da la autoridad de haber militado en este partido desde hace mucho tiempo”.

Reto abierto y firme al grupo del gobernador Fayad Meneses, que fue acompañado precisamente en ese evento por Israel Félix Soto, ¿mensajes cifrados?
Pedraza Martínez se ha convertido en la cara del movimiento contra el gobernador, Omar Fayad Meneses, prestando la voz a la inconformidad política para buscar negociar con beneficios propios.

Es por todos conocida la poca capacidad de Pedraza Martínez, su uso mediático de poblaciones indígenas o su desgastada fuerza. Siendo francos, sus capacidades maquiavélicas se limitan a conflictos sociales violentos aderezados con toques populacheros, como la escena de cantar el Himno Nacional frente a cuerpos policiacos que intentaban calmar los ánimos de manifestantes que estaban causando daños cuantiosos en la propiedad pública y privada.

Roberto Pedraza es un personaje acostumbrado a amedrentar con actos atroces promovidos en el Valle del Mezquital, sin importar dos fallecimientos en consecuencia ni lucrar con ellos posteriormente.

Sin visión creadora de desarrollo social o político, hace las veces de explotador de un sector poblacional calificado como vulnerable; se ostenta como líder de una región con índices de rezago social lamentables que le han proporcionado un empoderamiento económico que le permite financiar conflictos sociales que generen ingobernabilidad.

Suficiente poderío económico para armar poblaciones enteras o para pagar agitadores sociales que habían obstaculizado la visita del gobernador Omar Fayad Meneses a la región.

Todos conocen la limitada capacidad de Pedraza Martínez, lo que conlleva al sospechosismo de buscar sus titiriteros que apoyarían sus virtuales aspiraciones a dirigir los destinos tricolores; un solo grupo no tiene representante en esta contienda: los olveristas o un trío de suspirantes a la gubernatura.