Ciudad de México.- El aumento de la productividad y promover el uso eficiente y responsable de los recursos contribuirá a un crecimiento económico equilibrado, para garantizar un desarrollo equitativo, incluyente y sostenible en México, consideró el director general de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Economía, Alejandro César Rosas Guerrero.
Al presentar el diagnóstico del Eje 3 Desarrollo Económico para el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 en el Foro Nacional “Planeando juntos la transformación de México”, expuso que se busca que con la participación ciudadana se identifiquen soluciones concretas, políticas, programas específicos y acciones para atender las problemáticas.
Explicó que el Plan Nacional de Desarrollo consiste en una hoja de ruta del sexenio, que asegurará que los recursos públicos estén racionalmente asignados a las cuestiones más necesarias para lograr el desarrollo.
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, recordó que los tres ejes generales del Plan Nacional son: Justicia y Estado de derecho; Bienestar; y Desarrollo económico, que deben considerar políticas transversales en materia de equidad de género, combate a la corrupción y desarrollo territorial y sustentable, los cuales deben permear en todas las políticas públicas.
Detalló que el eje de Desarrollo Económico considera 10 temas que reflejan los componentes de la necesidad de la población en el sistema financiero, eje central para la vida económica; el diagnóstico refleja que en México hay pocas personas que tienen acceso a un producto financiero, lo que frena el dinamismo de la actividad económica.
Existen disparidades entre género y entre regiones, donde las mujeres tienen una menor cobertura de servicios financieros y la región más rezagada del sur sureste tiene condición más precaria de ellos; se tiene bajo nivel de acceso a financiamiento; y se cuenta con un mercado de valores pequeño en comparación con otros países.
En materia de formalidad y empleo la mayoría de los puestos de trabajo son de carácter informal, no hay contratación adecuada, hay precariedad de salarios y de prestaciones; y la mayoría de las empresas micro, pequeñas y medianas también tienen condiciones informales de operación, y tienen baja productividad, por ello se redunda en la precariedad de servicios y salarios.
Abundó que 21 por ciento de jóvenes no trabaja, no estudia y no reciben capacitación y 87 por ciento de ellos se encuentran en condiciones de pobreza; en materia de productividad es baja y se tiene una tendencia decreciente que no se ha podido revertir en los últimos años, y hay bajos niveles de innovación.