Entresemana

Puebla, el factor Manzanilla

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Moisés Sánchez Limón 

Fernando Manzanilla Prieto es un economista que abrevó en las aguas de la política poblana de la mano de Rafael Moreno Valle Rosas en la administración de Melquiades Morales Flores, pero por esas veleidades del destino hoy está convertido en el factor que empuja la candidatura de Miguel Barbosa Huerta, recalcitrante antilopezobradorista que, por milagro de la Santa Ambición del Poder, se volvió admirador y simpatizante sin rubor del hoy Presidente de la República.

Pero, en esta tarea de lograr que el corporativo Morena se haga de una gubernatura más, está Guillermo Pacheco Pulido, una pieza de suyo fundamental, un gozne que desactivó le diáspora partidista poblana cuando aceptó –a la muerta de la gobernadora Martha Érika Alonso Hidalgo–ser gobernador de Puebla, así fuera con carácter interino, y con ello lograr el largo, largo sueño acariciado y que su amigo Manuel Bartlett Díaz no le dio posibilidad más allá de ser diputado federal en ese periodo en el que el hoy director general de la Comisión Federal de Electricidad fue gobernador por obra y gracia de la voluntad de Carlos Salinas de Gortari.

Y es que Bartlett es de raíces tabasqueñas y por accidente nació en Puebla, lo que le abrió la puerta del Palacio de Gobierno vecino lateral derecho de la catedral de Puebla de los Ángeles.

Manzanilla, Pacheco y Barbosa, tres elementos que han dado la vuelta a la composición político partidista poblana que, de ser enclave priista, a partir de la desastrosa administración de Mario Marín se tornó panista, con el apoyo de las dizque fuerzas de izquierda convenidas en el PRD y Convergencia, entonces, que devino en Movimiento Ciudadano.

Pero, aquí el factor de peso que inclinará la balanza a favor de Barbosa Huerta, es Manzanilla Prieto, cuyos conocimientos de operación política sacaron de la crisis que enfrentaba en 2010 la campaña de Rafael Moreno Valle Rosas, el entonces candidato del PAN, en amasiato partidista con el PRD, Nueva Alianza y Convergencia.

Moreno Valle Rosas nombró a Manzanilla con plenos poderes de coordinación y operación de su campaña que, con el respaldo de Ardelio Vargas Fosado en la complicada zona de la Sierra Norte de Puebla, logró acarrear suficientes votos para arrasar a Javier López Zavala, candidato del PRI con todo el respaldo de Mario Marín.

Cuando en algún momento preguntaron a Moreno Valle Rosas qué cargo le daría a Manzanilla en su administración, negó que fuera a ocupar un cargo, ni asomo de ser prácticamente su segundo de a bordo. Pero, por alguna razón de peso lo nombró secretario General de Gobierno, con tal dimensión de poder que prácticamente era el vicegobernador.

Manzanilla Prieto tenía el control del gobierno poblano a partir de enero de 2011. Pero algo ocurrió en el camino y la amistad con Rafael se rompió, a grado tal que incluso cuando la entonces candidata del PAN al gobierno de Puebla, la ex primera dama estatal Martha Érika Alonso Hidalgo andaba en campaña y le preguntaron por Manzanilla, despectivamente dijo que ése no era de su familia.

¿Fue el hecho de que Manzanilla se casara con Gabriela Moreno Valle Rosas lo que provocó el enojo del entonces gobernador? Esa fue una de las causas, pero Rafael se llevó a la tumba la principal de haber roto con quien fuera el factor que lo llevó a ganar la elección en 2010 y que hoy se ha convertido en similar dinamo que puede lograr el triunfo de Miguel Barbosa Huerta bajo las siglas de Morena.

Porque, en pocos años, pocos si se entiende que en mayo próximo cumplirá 50 años de edad y en su haber se encuentra la fama de operador político que del priismo saltó al panismo, luego al PES con grado de coordinador parlamentario y, ahora, a Morena –aunque formalmente estaría al lado de una administración priista porque Guillermo Pacheco no ha renunciado formalmente a su militancia tricolor–.

Es cierto, Manzanilla es funcionario público y por ello puede ser acusado de incurrir en delitos electorales, de demostrarse, como lo aseguran la senadora Nancy de la Sierra y su compañero de bancada y de partido, Morena, Alejandro Armenta, de operar a favor de Miguel Barbosa Huerta.

Sin duda los legisladores que contendieron en la interna por la nominación de Morena a la gubernatura, aceptaron el fallo de las encuestas y la decisión, finalmente muy personal, de Yeidckol Polevnsky, la dirigente formal de Movimiento Regeneración Nacional.

Pero el pasado fin de semana, Nancy de la Sierra y Alejandro Armenta junto con diputados locales y federales de la coalición Juntos Haremos Historia pidieron a Guillermo Pacheco Pulido destituir a Fernando Manzanilla de la Secretaría General de Gobierno. 

Lo acusan de intromisión en el proceso electoral interno de selección de candidato del partido Morena, además de represión y persecución política a diputados y actores sociales y políticos que no se pronunciaron a favor de Luis Miguel Barbosa. 

«La Secretaría General de Gobierno encabezada por Fernando Manzanilla dejó de cumplir su función en aras de beneficiar a uno de los candidatos» señaló la senadora Nancy de la Sierra.

De la Sierra declaró que Fernando Manzanilla actuó en contra de diputados locales que apoyaban a otros precandidatos. «Condicionó recursos públicos si no apoyaban a Barbosa» señaló en rueda de prensa con medios locales. 

También los legisladores acusaron de venganza política el procedimiento administrativo en contra del diputado local, José Juan Espinosa, iniciado por Gabriel Biestro en el Congreso del Estado. 

Además, señalaron a Manzanilla por la utilización de la imagen del Presidente para posicionarse utilizando programas sociales. 

Por ello, hicieron pública una carta dirigida a Guillermo Pacheco Pulido, gobernador interino del estado de Puebla, en la que piden la destitución del titular de la Secretaría General de Gobierno. 

La senadora Nancy de la Sierra pidió al gobernador que no sea cómplice de esta persecución y ponga orden en el gabinete. 

A la rueda de prensa asistieron los diputados Raymundo Atanacio Luna, Cristina Tello Cruz, Miguel Trujillo de Ita, Valentín Medel, Yadira Lira e Inés Parra. ¿Aplicará la ley Pacheco Pulido? ¿Esperará a una nueva decisión judicial que anule la segunda elección por intromisión de un alto funcionario de la administración pública estatal? He ahí al factor Manzanilla. Conste.

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@msanchezlimon