Ciudad de México.- Los empresarios reconocieron su preocupación ante la disminución del ritmo de crecimiento de los trabajadores al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues refleja un menor dinamismo de la actividad económica y limita a generar nuevos puestos de trabajo.
Incluso se observa un indicio del “agotamiento” del proceso de formalización que desde 2013, cuando fue puesto en marcha, pretendía reducir la informalidad a través de la incorporación de trabajadores asalariados no registrados a la seguridad social.
En marzo aumentó en 48 mil 516 el número total de trabajadores afiliados al IMSS, lo que resulta preocupante porque es 46.4 por ciento menor al avance reportado en igual mes del año pasado y de menor aumento para el mismo mes desde 2009, apuntó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Solo en los primeros tres meses de 2019 se registró un incremento de 269 mil 143 trabajadores afiliados, es decir, 27 por ciento menor a lo reportado en igual lapso del año pasado.
Con estos resultados se observó que en los últimos 12 meses hubo un aumento de 561 mil 511 de registros de trabajadores al IMSS, lo que también marcó una disminución de 29.2 por ciento respecto a los 12 meses precedentes.
No obstante, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) comparó el crecimiento de 2.8 por ciento de los registros obtenidos al cierre de marzo con respecto al mismo mes de 2018.
“Pero esto también puede ser preocupante si se considera que este fue su menor avance desde febrero de 2014 y marca una clara tendencia a la baja desde inicios del 2018”.
El CEESP subrayó que si bien la inversión es el principal motor de crecimiento y de generación de empleos, “es claro que el motor no está funcionando como debiera”.
Ello porque los niveles de inversión en México no han sido los suficientes para lograr que el ritmo de crecimiento de la economía sea mayor al 2.4 por ciento promedio en los últimos 25 años.
La baja inversión limita que las empresas generen un mayor número de puestos de trabajo y contribuye a una constante “precarización del ingreso de las familias”, debido a que la menor demanda de trabajo ha llevado a la disminución de los salarios, insistió el organismo a cargo de Carlos Hurtado López.
La generación de empleos es importante, pero es deseable que sean de calidad, con mejores salarios y prestaciones sociales, finalizó en su análisis semanal.