Piso parejo para los contribuyentes

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  • Fin a condonaciones, por la equidad
  • Escandaloso perdón fiscal
  • Martínez- Urzúa, como el agua y el aceite
  • AMLO lamenta salida de Germán Martínez del IMSS

Agustín Vargas *

La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), que encabeza Francisco Cervantes Díaz, expuso sus dudas, muy razonables, sobre la efectividad del decreto que firmó el Presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado lunes 20 de mayo para eliminar las condonaciones, totales o parciales, a deudores fiscales.

Tiene el respaldo de los industriales, dijo el líder empresarial si la medida es para promover la equidad en las pequeñas, medianas y grandes empresas. “Para los industriales es importante el piso parejo y nos parece adecuado. En Concamin siempre respaldaremos las medidas que impulsen un sistema fiscal transparente y equitativo”, comentó Cervantes Díaz.

Históricamente, el pago de impuesto y todo lo relacionado con el fisco ha sido tema de gran debate y hasta de rasgarse las vestiduras. El propio Congreso de la Unión ha propiciado y avalado regímenes de excepción en beneficio de grandes empresas y corporativos.

Los resultados saltan a la vista: evasión y elusión fiscal galopante con tintes de impunidad, así como el crecimiento de la economía informal, que si bien ha sido la válvula de escape de los gobiernos en turno para evitar convulsiones sociales, es la única forma en la millones de familias han podido sobrevivir y subsistir a las crisis económicas recurrentes en nuestro país.

La Condonación Fiscal fue una figura considerada en la ley, en donde en principio todos los contribuyentes, bajo ciertas circunstancias, se podían beneficiar de la condonación fiscal cumpliendo con ciertos requisitos y apegados estrictamente a las leyes vigentes y reglamentos del Sistema de Administración Tributaria y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que hoy encabeza Carlos Urzúa Macías.

El espíritu de la condonación fue aplicarla en forma general para apoyar excepcionalmente a las personas o empresas en los casos en que estos adeudos ya muy difíciles de cobrar como en los casos de quiebra con el fin de conservar el empleo y permitirles continuar su operación.

“Aplaudimos el ataque a las malas prácticas fiscales y combate a la corrupción para que no se siga dando el manejo de facturas apócrifas. Además, consideramos que es fundamental que se promueva la formalidad de los negocios y confiamos en que estas medidas ayuden a combatir la informalidad”, añadió el líder de los industriales.

Escandalosa condonación

Información proporcionada por el SAT, que dirige Margarita Rios Farjat, revela que en los últimos dieciocho años se condonaron impuestos por 400 mil 902 millones de pesos (valor actual), a 153 mil 530 contribuyentes, con base en esquemas de condonación de adeudos sobre contribuciones, multas y recargos, distintos a lo que prevé el Código Fiscal de la Federación que dispone en qué casos excepcionales podría el titular del Poder Ejecutivo permitir esa medida.

Las distinciones principales de los esquemas adoptados tres veces a lo largo de dieciocho años es que se trata de condonaciones generalizadas, donde lo decisivo era estar en situación de incumplimiento fiscal, y que además fueron promovidas a través del Congreso.

El primero de estos esquemas se presentó por medio de unas disposiciones transitorias del Código Fiscal de la Federación (2000), que contenían no sólo condonaciones sino la restricción al Fisco Federal respecto de sus facultades de comprobación: si el contribuyente cumplía con su declaración del 2000 y se mantenía cumpliendo, se “olvidarían sus irregularidades anteriores” (así se promocionó).
 
Este esquema de condonación volvió a presentarse en 2007 y 2013 pero ahora a través de la Ley de Ingresos de la Federación para esos ejercicios, y si bien ya no restringía las facultades del Fisco, sí implicaba condonaciones mayores en términos económicos. En el 2000 se condonaba entre el 10% y el 12.5% del crédito fiscal a cambio del pago del resto, en tanto que entre 2007 y 2013 se condonaba el 80% a cambio de liquidar el 20%.
 
En el periodo 2007-2018, el 54% del monto total de las condonaciones fiscales del sector privado se concentró en 108 contribuyentes, a quienes se les condonaron 213 mil millones de pesos (a valor actual).
 
Según el SAT, en 2007-2012 recibieron el beneficio 18,302 contribuyentes, cifra muy rebasada en 2013-2018, pues se beneficiaron entonces 135,228 contribuyentes.

La tendencia creciente a utilizar la condonación generalizada de impuestos cada seis años dejaba en entredicho el principio de política fiscal de reservar esas medidas para casos de urgencia y necesidad, que además contravenía el principio constitucional de que todos contribuyamos a la carga pública de forma proporcional y equitativa. Además de que, en el caso de la de 2001-2006 se controvirtió el Estado de Derecho al restringir al fisco sus facultades de comprobación y borrar así el historial fiscal; y se mermó la recaudación secundaria (por las auditorías que no se hicieron).
 
No se trataba de la eliminación de un incentivo fiscal sino de una práctica que ya se había pervertido, pues instaba a los contribuyentes a aguardar cada seis años la dispensa de sus impuestos esto en detrimento de los contribuyentes cumplidos, quienes se esfuerzan y sacrifican para mantener al país. Así pues, el mayor incentivo fiscal que puede otorgarse es el de las no excepciones, piso parejo y espíritu solidario para salir adelante.

En lo sucesivo, el Ejecutivo Federal sólo utilizará la medida en los términos que marca la ley fiscal, esto es, para impedir que se afecte la situación de algún lugar o región del país, una rama de la actividad, la producción o venta de productos; en casos de catástrofes naturales sufridas por fenómenos meteorológicos, plagas o epidemias; así como el pago en especie y los beneficios fiscales otorgados en 2015 en materia de vivienda.

Martínez- Urzúa, el agua y el aceite

En una carta enviada al Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social, Germán Martínez Cázares, presentó su renuncia a la Dirección General del IMSS y acusó que algunos funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el organismo.

“Quiero decirlo lo más claro que puedo y debo: algunos funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”, manifestó.

“El Presidente del Gobierno de México proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo'».

En el IMSS, expuso, no se desobedece al Presidente. «Sólo creo que el eje de su reforma deben ser las personas que se atienden en el IMSS, y no los funcionarios que trabajan en el IMSS», apuntó. «Se requiere una gran reforma LEGAL, y no una pequeña reforma REGLAMENTARIA. La cuarta transformación no son burocráticos, sino revolución cultural”.

Duras sin duda las acusaciones de Germán Martínez en contra de Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, que sin mencionarlo por su nombre hace alusión directa, pues se sabe de las fuertes diferencias que existen entre ellos, incluso antes de tomar posesión cada uno en sus respectivos cargos.

Incluso el propio Presidente López Obrador reveló que él sabía de las diferencias entre ambos funcionarios y si bien lamentó la renuncia del titular del IMSS dijo que no comparte los argumentos de su salida. “Lamento que haya tomado esa decisión, pero afortunadamente hay muy buenos servidores en el equipo y vamos a sustituirlo”, comentó el mandatario.

Germán Martínez es el primero en causar baja en el gabinete presidencial, y aunque sea el ampliado, es una carta importante dentro del ámbito gubernamental.

Hay que recordar que el gabinete presidencial está conformado por personajes de distinta extracción política: príistas, panistas (el caso de Martínez Cázares), perredistas y, por supuesto, morenistas, la mayoría.

La convivencia dentro del gabinete presidencial entre el panista Martínez y Urzúa, fiel seguidor de AMLO, era algo así como pretender mezclar el agua con el aceite. Situación que nunca podría ser. ¿No cree usted?

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx