Victoria de Durango, capital histórica de gran tradición

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Es la ciudad más poblada y extensa del estado del mismo nombre; fundada el 8 de julio de 1563. El primer trazado de la ciudad lo realizó Alonso de Pacheco

Claudia E. Anaya

La ciudad de Durango, localizada en el norte de la República Mexicana, oficialmente llamada Victoria de Durango, es una de las ciudades históricas de nuestro país, capital del estado del mismo nombre, que goza de un gran atractivo y oferta turística que cautiva a sus visitantes.

La denominación de «Victoria» se le agregó en honor a Guadalupe Victoria, primer presidente de México originario de Tamazula, Durango. El significado etimológico de Durango es «más allá del agua», proviene del idioma euskera; Francisco de Ibarra su fundador, la nombró así en recuerdo de la localidad de Durango, en la provincia española de Vizcaya, País Vasco. En idioma tepehuán la localidad se le conoce como el Korián y náhuatl, la localidad era conocida como Analco

Durango es la ciudad más poblada y extensa del estado homónimo. Fue fundada el 8 de julio de 1563. El primer trazado de la ciudad lo realizó Alonso de Pacheco.

La fundación de la ciudad se originó debido a su cercanía con el Cerro de Mercado, el cual se creía contenía grandes cantidades de plata, sin embargo con el tiempo se descubrió que era un importante yacimiento de hierro. Este cerro debe su nombre al capitán Ginés Vázquez de Mercado, quien descubriera el valle en sus exploraciones del norte de México.

El Centro Histórico de la ciudad de Durango cuenta con cerca de mil edificios construidos en siglos pasados, con estilos muy diversos que van desde el neoclásico y barroco hasta el neo gótico.

Es el cuarto Centro Histórico más grande del país, y es considerado como uno de los más bellos.
Caminar a lo largo del Centro Histórico resulta una grata experiencia, dado que se pueden apreciar en el recorrido numerosos edificios coloniales que guardan siglos de historia entre sus paredes. La Casa del Conde Súchil, el Palacio Zambrano, «El Aguacate», sede del Museo Regional, la Plaza Central o la Catedral, son algunos de los principales atractivos de la capital de un estado de gran riqueza y tradición.

Y al hablar de riqueza no sólo nos referimos al aspecto cultural o histórico de la entidad, sino a una de las principales actividades económicas de Durango (si no es que la primera): la minería.

Como estado, Durango es el segundo productor de oro y plata en México, además de figurar como importante productor de plomo, cobre y zinc.

Pero la búsqueda de metales preciosos no ha sido lo único que atrajo la atención del mundo hacia Durango: también lo hizo Hollywood, pues aquellos extraordinarios paisajes desérticos, enclavados entre sierras y montañas, sirvieron como escenario de grandes historias de la pantalla grande. Desde los años 50 muchos directores de cine y artistas vieron en Durango el sitio perfecto para las filmación de ’westerns’, lo cual trajo fama a la región y, por ende, más turismo.

Sin embargo el séptimo arte está presente en Durango desde 1889, gracias a que Raoul Walsh filmó las batallas del General Francisco Villa. Estas escenas fueron incluidas en la película “La Vida de Villa”, producida por D.W. Griffith y dirigida por Christy Cabane en 1912.

A la fecha más de 100 películas han sido filmadas en Durango, habiendo tenido entre tantas figuras a María Félix, Emilio ’Indio’ Fernández, Dolores del Río o Pedro Armendáriz en la época dorada del cine mexicano, los legendarios Anthony Quinn o John Wayne, y más recientemente producciones de películas como «Cabeza de Vaca», «La Máscara del Zorro» con Antonio Banderas y Anthony Hopkins o «Bandidas» con Salma Hayek y Penélope Cruz. Hoy podemos apreciar parte de la historia del séptimo arte a través de fotografías, testimonios, objetos de filmaciones y muchos datos curiosos en el Museo de Cine, el cual se localiza en el Barrio del Calvario.

En Durango, la tradición de recorrer las callejuelas del centro de la ciudad se mantiene vigente; partiendo de la plaza central, cada domingo grupos de paseantes caminan entre callejuelas acompañados de la música y versos de una estudiantina, grupo de música folclórica y romántica conformada por jóvenes estudiantes, culminando el paseo con un espectáculo artístico inolvidable. Y nada mejor que el Museo Regional de Durango para conocer la fisiografía, flora y fauna de la región a través de 12 salas de exhibición, así como los eventos históricos más relevantes de la ciudad y el estado.

En la época de la conquista, los primeros misioneros franciscanos, encabezados por el fraile Jerónimo de Mendoza, entraron por la región de Súchil, Valle de Poanas y Nombre de Dios, así como el Capitán Francisco de Ibarra, quien fundó villas a su paso, dejando así un legado donde coinciden la fe, la arquitectura y la urbanización, en lo que actualmente es la ciudad de Durango y las principales ciudades del estado. Ahora los municipios que el área comprende son ejemplo de trabajo y superación; tierras fértiles donde se produce gran cantidad de maíz, frijol y chile, su principal producto. Es así como un rico pasado histórico hace de Durango un destino donde innumerable leyendas palpitan en sus rincones, ofreciendo una increíble gama de atractivos turísticos para deleite de los turistas.

Y no se puede dejar de probar las delicias gastronómicas de Durango, guisos cocinados a base de carne de res, las tradicionales «gorditas», conservas, dulces regionales y el famoso «caldillo», preparado desde hace siglos en la región, entre muchas recetas herencia de la colonización española. El trabajo artesanal de Durango merece mucha atención gracias a su vasta producción de cestos, bolsas, petates, canastas y muchos objetos más, elaborados con ixtle, vara de mimbre, raíz de mezquite, bejuco y lechugilla. Los alfareros elaboran macetas, jarros, ollas y cazuelas de barro en los municipios de Durango, Poanas y Villa Unión, mientras que también podemos apreciar finos trabajos en cuero, encontrando bolsas, carteras, cinturones, cigarreras, maletas, botas, sillas de montar y muchos otros más.

No se puede dejar de conocer los restos del Templo de San Francisco, construido en 1555 y posiblemente el más antiguo de América del Norte, del cual se aprecian aún la fachada y algunas paredes, lugar donde antaño vivieron la mayoría de los indios zacatecanos; el Templo La Ermita de Nuestra Señora de la Natividad, de estilo neogótico y levantado en el siglo XVI, o el Museo Contalpa, donde se exhiben representaciones didácticas de Durango desde la época prehispánica hasta la Revolución Mexicana.

Durango también es un destino donde coinciden las bellezas naturales, como la Barranca de San Quintín, y la modernidad, como el flamante Centro de Convenciones y Ferias, mismo que abrió sus puertas el 14 de julio de 2006 tras la celebración de los 443 años de la fundación de la ciudad. Dentro de esta nueva Feria se encuentra el Centro de Espectáculos, una magnífica obra de arquitectura con capacidad para más de 7 mil 800 espectadores y el Palenque, uno de los más modernos del país, con más de 5 mil 600 butacas para deleitarse con los mejores espectáculos.

Tierra de Huicholes, Coras, Tepehuanos y Tarahumaras, Durango despunta como uno de los destinos más brillantes de México gracias a la historia y tradición que le distinguen, siendo transformada por una moderna infraestructura turística que abre sus puertas y su corazón a todos los visitantes del mundo.