Entre dimes y diretes

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Claudia E. Anaya (*)

Entre los periodos más importantes para la industria turística se encuentran las vacaciones de verano, donde siempre destacan los destinos de sol y playa con los que cuenta el país. Por supuesto esto no le pasa desapercibido a las autoridades del rubro, que la semana pasada destacaron sus previsiones para este año.

La Secretaría de Turismo (Sectur) estimó que, para el cierre del verano, la derrama económica del sector alcanzará los 5 mil 685 millones de dólares, cifra que representaría u alza del 10.3 por ciento respecto al año pasado.

En el marco del anuncio de Las Fiestas de la Vendimia en Querétaro, el titular de la dependencia, Miguel Torruco Marqués, aseveró que esta tendencia positiva atraerá a un aproximado de 15 millones 970 mil turistas.

De los visitantes esperados, se contempla que el 76 por ciento sea local y 24 por ciento internacional, con un crecimiento del 2.6 por ciento respecto a 2018.

Aunado a esto, Torruco Marqués destacó que los turistas nacionales hospedados en hotel gastarán 36 mil 574 millones de pesos, equivalentes a mil 925 millones de dólares, reflejando un aumento del 3.6 por ciento.

Si bien las estimaciones de la dependencia no han cambiado mucho en las últimas semanas, uno de los temas que las podían poner en riesgo era la cuestión del sargazo. En su momento se pidió no sobredimensionarlo, pero en días pasados parece que se reconsideró el asunto.

El jueves pasado, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, elevó el problema a rango de prioridad nacional, por lo cual se tratará obligatoriamente en la agenda de las sesiones del Comité de Seguridad.

Miguel Torruco indicó que, entre 2014 y 2018, la administración federal gastó 80 millones de pesos para atender el asunto, pero no hubo una estrategia a corto, mediano ni largo plazo.

“El sargazo es un fenómeno que inició en Brasil, en el Río Amazonas empezó a surtir efecto por las minas y fertilizantes (…) Ahora ya es un fenómeno que se convirtió en Godzilla”, expresó el secretario.

Respecto al anuncio donde se designó al titular de la Secretaría de Marina (Semar) para atender la llegada del sargazo, el funcionario afirmó que ya se ha avanzado con el problema, al cual se destinarán 52 millones de pesos.

Entre las acciones para combatir a esta alga se encuentra la construcción de cuatro sargaceras, de las cuales la primera estaría lista en las próximas semanas. Medidas a mediano y largo plazo se están preparando, según el titular de la Sectur.

Aunado a la estrategia gubernamental para atender la problemática, la industria privada decidió actuar frente al sargazo ofreciendo descuentos del 15 al 25 por ciento en los hoteles del Caribe mexicano.

Según el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos, con la medida se busca atraer a un mayor número de visitantes durante estas vacaciones de verano.

Entre las propias proyecciones de la iniciativa privada se encuentra mantener una ocupación hotelera de 80 por ciento (similar al año anterior) y que el sector terciario alcance ventas hasta por 396 mil 600 millones de pesos, lo que representaría un aumento del 5 por ciento respecto a 2018.

Por otro lado, otro de los temas que ocupó la agenda del secretario de Turismo federal fue el del programa de los Pueblos Mágicos, sobre el que aseveró que se fue desvirtuando al integrarse nuevas localidades sin incrementarse los recursos necesarios para su mantenimiento.

De acuerdo con Miguel Torruco, hubo una “camada” de nuevas designaciones en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, cuando el objetivo original era contar con una localidad de este tipo por entidad federativa.

Sobre las razones de que el gobierno mexicano no decidiera realizar ninguna auditoría a los municipios que actualmente reciben el distintivo, el funcionario dio a conocer que eso hubiera significado crear conflictos con las presidencias locales y que al menos 80 localidades habrían perdido la denominación.

Al final todo parece quedar en dimes y diretes. Un día se están sobreestimando problemas y al siguiente resulta que sí son prioritarios. Y sino se descalifican programas, se decide volver a apoyarlos y finalmente se reitera que siempre estuvieron mal.

Con el paso de las semanas se hace patente que hace falta mucha claridad por parte de las autoridades del turismo, porque entre tanto cambio ya no queda claro si está atendiendo las problemáticas del rubro y eso puede alejar mucho de la meta primordial de “aumentar las divisas” que tanto se pregona desde el gobierno.

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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx