Política Global

Renovación de la UE, otra vez se impone el PPE; Alemania, Francia y España se reparten el pastelVon der Leyen a legitimarse en la práctica

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Juan Barrera Barrera

Este lunes, finalmente después de intensa negociaciones entre los líderes de países miembros de la Unión Europea, el Parlamento Europeo confirmó a Ursula Von der Leyen como nueva presidenta de la Comisión Europea, del conservador Partido Popular Europeo.

Eligieron a la nueva presidenta de la Comisión Europea, en una votación cerrada en el Parlamento Europeo, en la cual los socialistas llegaron divididos a la importante cita en la que fue electa la candidata del Partido Popular Europeo, Ursula Von der Leyen.

Por cuarta ocasión el PPE repite en el cargo más importante del bloque europeo, cuando parecía que el socialista, Frans Timmermans, tenía la presidencia de la CE en sus manos, pero los conservadores europeos y presuntamente con los gobiernos de los países del llamado Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia) más Italia, tiraron la candidatura del holandés y abrió la vía para la llegada de Von der Leyen de la marca Merkel.

El resultados de las negociaciones para renovar la cúpula de Bruselas dinamitó el sistema de elección estrenado en 2014 (el espitzenkandidat, en alemán) que permitía a los partidos políticos proponer al Consejo Europeo a elegir entre alguno de sus candidatos y la alemana ni siquiera fue candidata a la Eurocámara en las elecciones de mayo. Mal antecedente para la democracia europea.

Alemania, Francia y España se reparten los cargos

Una vez más, el eje Berlín-París demostró la fuerza que aún mantiene dentro de la cúpula de Bruselas y junto con el socialista español Pedro Sánchez, se repartieron los altos cargos comunitarios: la presidencia de la Comisión será para Alemania, con Von der Leyen; el Banco Central Europeo, para Francia con la directora del FMI, Christine Lagarde; el Parlamento Europeo al socialista italiano, David Sassoli; el Consejo para el liberal belga, Charles Michel; y el socialista español, Josep Borrel para Alto Representante de la Política Exterior.

Von der Leyen, de 60 años y primera mujer en llegar a presidir al órgano ejecutivo de la UE desde su creación en 1958, salió adelante al obtener el apoyo de 383 eurodiputados (nueve más de los 374 que necesitaba para conseguir la mayoría absoluta) de un total de 747 diputados. En contra de su candidatura votaron 327 y 22 se abstuvieron.

La alemana, ex ministra de Defensa en el gobierno de Ángela Merkel, y candidata y compañera del Partido Demócrata Cristiano, llega a la presidencia de la CE después de lograr el apoyo, además de los populares, de los liberales (Renovar Europea) y el sector mayoritario de los socialistas (Partido Social Demócrata), pero también de los minoritarios ultraconservadores del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del italiano Matteo Salvini, el polaco Ley y Justicia (PiS) y hasta los húngaros del Fidesz, los cuales con sus votos se atribuyen el triunfo de Von der Leyen.

Von der Leyen, a legitimarse en la práctica

La presidenta electa de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo, emergió de un acuerdo del Consejo Europeo luego de que los jefes de Estado y Gobierno de la UE no lograron un consenso de mayoría para someter a uno de los candidatos a un proceso de investidura en la Eurocámara que se habían presentado a los comicios europeos de mayo: el conservador Manfred Weber; el socialista Frans Timmermans; y la liberal Margrethe Vestager.

A pesar de que la votación para su investidura reflejó cierto malestar por la forma en que llegó, Ursula Von der Leyen, según los reportes de prensa, logró impactar con un discurso contundente, europeísta y sobre todo progresista, a pesar de pertenecer a un partido conservador, ya que hizo suyas algunas propuestas tanto de los liberales como de los socialistas que la respaldaron, para la formulación de un plan para los próximos cinco años.

Entre esas exigencias apuntan hacia una renovación democrática de la UE (trabajar con los partidos políticos para fortalecer la figura del espitzenkandidat, la creación del seguro del desempleo europeo; así como el acento en los derechos laborales de los trabajadores de las plataformas digitales y el tema ecológico de hacer vinculante la meta de reducir a cero las emisiones de contaminación en 2050.

En su discurso evidenció que no habrá cabida para los antieuropeístas que desde la propia Unión Europea tratan de minar su estructura, cuando subrayó el estricto respeto al imperio de la ley (mensaje para Hungría y Polonia) y la idea del establecimiento de fronteras humanas (mensaje para los ultranacionalistas como Salvini y Marine Le Pen).

Es posible que ya en la práctica, Von Leyer pueda ganarse más la confianza de los eurodiputados que no votaron por ella, ya que de los equilibrios de un parlamento muy fragmentado dependerá la viabilidad de su ambicioso programa.