De Norte a Sur

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¿Sobran o faltan líderes campesinos?

Reto de la Cuarta transformación enfrentar caciques de organizaciones del campo

Abigail A. Correa Cisneros

Desesperados y angustiados por la falta de recursos que durante el neoliberalismo les llegaron anualmente en cantidades crecientes, dineros que estaban destinados a los productores del campo y que nunca gozaron los campesinos, hoy, quienes dicen ser sus dirigentes, aunque sin base alguna, están a punto del suicidio porque ya no tienen ni para la gasolina que consumen sus lujosas camionetas.

Resulta que al inicio de este gobierno, se encontraron con un presidente de la República que sabe de todas sus mañas, de ahí que su primera disposición fuera desaparecer a los intermediarios del agro, pomposamente autollamados gestores, para que el presupuesto destinado al campo sea recibido directamente por los productores y deje de servir para enriquecer criminalmente a sus supuestos líderes.

Por ello estos líderes campesinos han recurrido a diversas acciones de presión que les sirvieron en el pasado, entre ellas: marchas, plantones, toma de carreteras y provocación de caos vial en algunas ciudades, principalmente en la Ciudad de México, todo con el objetivo de recuperar los recursos que les fueron negados para repartirlos directamente a los trabajadores del campo.

El presidente López Obrador, al referirse al plantón que realiza el Frente Auténtico del Campo (FAC) en el Zócalo de la capital, aseguró que se les mantiene al tanto de cómo se están entregando los apoyos, “lo que pasa es que la costumbre era entregarles el dinero a las organizaciones. Y ya no, no va a ser así”.

Por ello, dijo, ahora es directo al productor, al ejidatario, al pequeño propietario, y directo el apoyo para pagarles mejor por su maíz y frijol, para los Precios de Garantía que es a lo que van dirigidos los apoyos.

Dijo AMLO que “ya no es de que se le entrega a cada organización un recurso y esa organización distribuye”. Esos reacomodos son los que generan inconformidad y, sentenció que ya no se va a regresar a esas épocas.
El jueves pasado, Andrés Manuel López Obrador señaló que a una de las manifestaciones se presentó un campesino portando un reloj de marca Rolex, y que los verdaderos campesinos no tienen motivos para protestar pues están recibiendo apoyos como nunca. Agregó que eran los dirigentes quienes solían quedarse con gran parte de esos recursos.

Cabe destacar que el presupuesto al campo durante el neoliberalismo rebasó en los últimos sexenios los 300 mil millones de pesos al año, de los que en promedio le tocaba exclusivamente a la Secretaría de Agricultura más de 70 mil millones de pesos, lo que nunca se tradujo en un beneficio real para los campesinos e indígenas, pues todo se quedaba en la alta burocracia, con los agroempresarios y los llamados líderes campesinos que han engordado proporcionalmente al hambre que padecen los productores.

Ahora, el campo enfrenta uno de los retos más grandes de la historia, la lucha contra el poder que han concentrado durante décadas los líderes de las agrupaciones que han simulado la defensa de los campesinos para hacerse de un emporio que les ha dejado riquezas acumuladas gracias al sufrimiento, humillación y sangre de los verdaderos trabajadores del campo y los mares de México.

Durante décadas, cobijados por los gobiernos nacidos del PRI y del PAN, los líderes campesinos secuestraron al sector rural del campo, para hacerlo una moneda de cambio y alcanzar privilegios y recursos provenientes del erario de la nación a cambio de su silencio o de mantener inerte las movilizaciones que se generaban para satisfacer las verdaderas demandas del campo.

En este caso, durante las últimas reuniones que se realizaron en la antigua SAGARPA, ahora SADER, el líder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Álvaro López Ríos, llegó a señalar que durante la administración que encabezó Enrique Peña Nieto se registraron las mayores aportaciones para su organización.

Las organizaciones campesinas ejercen sus cotos de poder desde los municipios, pasando por los estados y regiones, para llegar a nivel nacional con el objetivo de exprimir recursos financieros, materiales y humanos a los tres niveles de gobierno, de los cuales, sólo dejan pasar migajas a los pequeños productores, quienes significan el eslabón más pobre y vulnerable del país.
Ante la transformación que impulsa el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, donde la honestidad, transparencia y combate a la corrupción son los tres pilares que sostienen la administración, los líderes campesinos se levantan, dan sombrerazos y comienzan a realizar manifestaciones y marchas porque sus líderes comienzan a ver afectados sus intereses y nivel de vida.

Los líderes campesinos, ahora se han convertido en profesionales de las movilizaciones, viven de ellas, han logrado amasar fortunas y se les ve en camionetas de lujo, con atuendos y accesorios que nos hacen recordar a los viejos caciques porque su nivel de vida y excesos sólo puede comprarse con el sufrimiento de sus agremiados.

En anteriores movilizaciones sólo se les veía cuando se tenía negociada una entrevista con las autoridades, porque hasta ahora se siguen hospedando en los mejores hoteles y comen en restaurantes de lujo, donde también beben de los mejores licores, porque el precio para ellos no importa, se pagaba con dinero de la organización o de la dependencia, que en esencia es dinero del pueblo ya que sale de los impuestos que pagamos.

Ellos no son líderes, son propietarios vitalicios de sus organizaciones – llevan hasta 50 años al frente– y se han convertido en los nuevos amos de sus agremiados, casi como en tiempos prerrevolucionarios.

Ahora, integrantes de las organizaciones que componen el Frente Auténtico del Campo (FAC) se mantienen en plantón frente al Palacio Nacional, exigiendo más apoyo al campo y cambio en las políticas públicas destinadas a este sector, porque la principal modificación es que los campesinos recibirán los apoyos directamente, sin intermediación de los líderes.

Los manifestantes señalaron que se dejará un campamento permanente hasta el 8 de agosto (natalicio de Emiliano Zapata) cuando se tienen planeadas diversas acciones, entre ellas, el cierre de autopistas que entran y salen a la capital del país, así como una posible toma del Aeropuerto Benito Juárez, en Oaxaca.

Hay que recordar que los dirigentes a que nos referimos son los mismos que aprobaron en 1992 la reforma salinista al Artículo 27 Constitucional que privatizó la tierra por la que los campesinos lucharon como zapatistas durante la revolución mexicana. Hoy, esos traidores, exigen volver al texto original de la ley agraria.

Por parte del gobierno de México, el pasado lunes se instaló la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo Rural Sustentable (CIDRS) para el periodo 2019-2024, donde participarán ocho secretarías de Estado, 26 organismos descentralizados, así como legisladores federales.

Con la CIDRS inicia la transformación del medio rural del país, con la interacción de las secretarías, instituciones, órganos desconcentrados, legisladores y funcionarios, lo que facilitará el rescate del campo mexicano, prioridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, según destacó el propio titular de la SADER, Víctor Villalobos Arámbula.

Durante esta reunión se inició el proceso de integración del Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable, con base en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y sus pilares: honradez, honestidad, responsabilidad e inclusión.
De esta forma el PEC pasará a ser un mecanismo de planeación del desarrollo rural basado en la interacción entre los distintos sectores del gobierno y generador de acciones que permitan lograr un desarrollo integral y sustentable de las comunidades rurales.

DESDE EL CENTRO

Sin que nos sorprenda; el líder del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps, consiguió una suspensión definitiva contra cualquier orden de aprehensión y por lo tanto la Fiscalía General de la República (FGR) no lo puede aprehender, justo cuando es señalado por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero… El Congreso de Baja California validó la reforma que amplía de dos a cinco años el mandato del próximo Gobernador, Jaime Bonilla Valdez… Grupo México insiste en que no fue causante de daños ambientales, luego del derrame de miles de litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés. Además también se dijo libre de culpa en los otros 22 casos que refirió recientemente la Semarnat. Qué cinismo.

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