Entresemana

Arrebatos del poder

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En memoria de mi amigo Juan Manuel Pineda

Moisés Sánchez Limón

El PRI en dos tiempos. El martes pasado en Pachuca, Hidalgo, en una singular cónclave de los que se fueron desposeídos a la oposición y volvieron en color diferente pero con el poder que avasalla y marca tiempos y formas.

Ayer miércoles, el debate que fue rosario de descalificaciones insultantes entre personajes del priismo que se convulsiona en busca de la identidad perdida y sujeto a las ambiciones poco y nada confiables por el poder, por administrar la orfandad política.

El martes pasado en el auditorio Gota de Plata, en la capital hidalguense la parafernalia de Morena con elementos de aquellos tiempos del partido hegemónico.

No hay duda, en el ADN de la hoy mayoría partidista que hasta tiempos recientes fue minoría beligerante y radical, hoy en el máximo cargo de elección popular que es la Presidencia de la República y en números fríos con el poder en el Congreso de la Unión.

El martes pasado en el acto del primer informe legislativo de los senadores Julio Menchaca Salazar y María Merced González, que se distinguió por ese despliegue de mensajes políticos, del destape de Menchaca como favorito de Morena al gobierno del estado de Hidalgo; Menchaca quien fuera estratégico colaborador del entonces gobernador priista Manuel Ángel Núñez Soto.

Y también de la convicción de que Martí Batres está en condiciones de reelegirse en la presidencia senatorial; y Mario Delgado Carrillo que no oculta la firme decisión de ganar la presidencia nacional de Morena, y Yeidckol Polevsnky que no desdibujó su sonrisa cuando el auditorio aplaudió a Delgado e hizo lo propio con Ricardo Monreal, de quien se ha distanciado sin ocultar su desencuentro poco amable.

Pero, como en aquellos días del PRI que se alzaba con todo el poder de decidir vida y obra de sus hijos pródigos y, vía uno de sus prohombres, ensalzaba carreras y ponderaba famas para catapultar al elegido a un cargo de elección popular.

Así, este cónclave para acompañar a Menchaca Salazar y María Merced González no fue cualquier informe de actividad legislativa. Ahí todos los simbolismos de lo bien aprendido, del ceremonial que muestra el músculo de las fuerzas vivas que, llegadas incluso desde rincones hidalguenses a cuatro horas de distancia, colmaron este auditorio.

El Gota de Plata retumbaba con el volumen de la música que recreaba momentos similares a los de tiempos idos, del priismo exultante, colmado de políticos y ciudadanos llegados de todas partes de la geografía hidalguense, y fue escenario de una reunión plural.

Y mire usted, fue un acto demostrativo de que entre políticos no hay pleitos casados ni los desencuentros son para siempre. Convocados por el senador Mechaca y la senadora María Merced González fue uno de esos ejemplos que los simples mortales, alejados del Olimpo político, no entienden y, ellos sí, compran pleitos ajenos y se instalan en el bando del que odia al de enfrente.

Omar Fayad, gobernador priista que enfrenta con sutileza firme a quienes lo abuchean y rechiflan y que se ensañan con la senadora panista Xóchitl Gálvez, ex contendiente por el gobierno hidalguense.

Y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, arropada por todo el mundo, centro y destino de reconocimientos que ella agradece e incluso luego es flanqueada por Martí Batres y Ricardo Monreal, en esta fiesta que recordó a los mejores tiempos del PRI con todo y maestro de ceremonias y música de desfile escolar y gritos de esa porra que apoya al senador Menchaca.

Son los arrebatos de poder y evidencia de que el dinosaurio está ahí, presente con quienes fueron distinguidos priistas y se fueron a la oposición porque en el tricolor se agotaron sus sueños.

Son senadores, más de una treintena, y diputados federales y locales, convidados a una ceremonia que sin querer queriendo fue escenario de lo que poco se ve a extramuros del Congreso de la Unión. Priistas y ex priistas, morenos y tricolores en la evidencia de que si se ponen de acuerdo y se sacuden diferencias, algo positivo resultará en las leyes que rigen al país.

Y nadie aludió a ese anteproyecto del financiamiento público a los partidos políticos para el año próximo, por 5 mil 239 millones de pesos, que va a contracorriente de la austeridad republicana y que ayer provocó que el López Obrador los llamara reducir sus gastos y devolver el dinero a la hacienda pública, “un llamado respetoso –dijo– no es una orden, no es por la fuerza, (pero) ya no estamos en los tiempos del derroche y quiero escuchar que sean los partidos progresista y escuchar a los dirigentes y reducir cuando menos, es una sugerencia, no se vaya a malinterpretar, cuando menos en un 50 por ciento”.

¿Quién será el primero en atender la convocatoria presidencial? A nadie gusta el recorte y menos de 50 por ciento; nadie ni Yeidckol Polevnsky quien se asumió a favor de reducir las prerrogativas, pero cuando el petista Óscar González Yáñez le dijo que el PT le entraba si lo hacía Morena, la señora Citlalli guardó silencio.

Pero, bueno, ayer fue el PRI en un segundo tiempo. El debate entre Lorena Piñón Rivera, Ivonne Ortega Pacheco y Alejandro Moreno Cárdenas, aspirantes a la presidencia nacional del Revolucionario Institucional.

¿Quién ganó? Triunfó la descalificación, fue vencido el sentido común que se requiere en el rescate del partidazo; las candidatas y el candidato se desenvolvieron en espacios que conocen bien, según lo mostraron: descalificar y auto descalificarse, mandar el mensaje a la menguada militancia que el próximo domingo elegirá entre alguno de los tres, de que cualquiera que sea es un pillo, mentiroso, mañoso y demagogo.

El PRI en dos tiempos, el de los ex priistas que forman parte de un ex priista, ex perredistas que fueron en la segunda etapa, como oposición para llegar al poder. La ortodoxia política de quienes pueden hacerse pedazos mas nunca hacerse daño. Conste.

APUNTES. ¡Pero qué necesidad! Cuando el licenciado López Obrador rechaza los sueños reeleccionistas, la diputada Dolores Padierna cumplió el anuncio de presentar ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la iniciativa para reformar a la Ley Orgánica del Congreso General con el único fin de que, la mayoría legislativa, o sea Morena, se reelija en la Presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara baja. El asunto se fue a comisiones, pero no cuenta con el apoyo de la bancada morenista.

¡Que alguien despierte al gobernador de Veracruz! Ayer la Comisión Permanente del Congreso de la Unión pidió proteger a periodistas de Veracruz; condenó homicidios perpetrados contra comunicadores. Senadores y diputados guardaron un minuto de silencio y solicitaron informe pormenorizado a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas de Veracruz de acciones realizadas para proteger al gremio y respecto del asesinato del periodista Jorge Celestino Ruiz Vázquez. Solicitaronal Congreso veracruzano cite a comparecer a la titular de dicha Comisión para explicar las acciones aplicadas previo al asesinato de Ruiz Vázquez.

Exhortaron a la Fiscalía Especial para Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión y al titular del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas coadyuvar con la Fiscalía General de Veracruz para garantizar la eficiencia la investigación y resolver con  prontitud el homicidio del periodista. Ojala y no quede en la impronta discursiva. Los periodistas requerimos garantías no discursos.

Además, la Permanente se pronunció respecto del ataque a balazos contra mexicanos en El Paso, Texas, considerado crimen de odio y xenofobia. Senadores y diputados demandaron del gobierno de Estados Unidos asumir “el peso de sus palabras y la responsabilidad inherente a sus mandatos”.

En un documento impulsado por Ricardo Monreal Ávila, todas los grupos parlamentarios externaron su preocupación, porque Estados Unidos es el país con el mayor número de tiroteos masivos y la irreparable pérdida de vidas. Digo.

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