Claudia E. Anaya (*)
Si algo ha caracterizado a la actual administración han sido tanto la afirmación de contar con información distinta a la que se suministra cotidianamente en los medios y que, de no ser el caso, los datos son producto del actuar de terceras partes. Esta semana tocó replicar la fórmula en el sector turístico.
Para empezar, el INEGI dio a conocer que el Indicador Trimestral del Producto Interno Bruto Turístico (ITPIBT) mostró una disminución de 0.1 por ciento en los primeros tres meses del año respecto al periodo anterior inmediato.
Al interior del indicador, el rubro de los Servicios Turísticos representó un descenso del 0.4 por ciento, mientras que el de los Bienes aumentó 1.3 por ciento respecto al cuarto trimestre de 2018.
En comparación anual, el ITPIBT decreció 0.8 por ciento en términos reales, lo cual representa un primer retroceso a tasa anual desde el primer trimestre de 2011 según el organismo. A su interior, los indicadores de Servicios y de Bienes mostraron disminuciones de 0.8 y 0.3 por ciento respectivamente.
Por otro lado, el Indicador Trimestral del Consumo Turístico Interior se mantuvo sin variaciones respecto al último trimestre de 2018, lo cual representa que es el segundo trimestre consecutivo con nulo crecimiento. En comparación anual registró una disminución de 0.6 por ciento, la primera desde el tercer trimestre de 2014.
Posteriormente, a unos días de publicados los datos del INEGI, el titular de la Sectur, Miguel Torruco Marqués, salió para dar algunas declaraciones respecto al rumbo del turismo nacional.
De acuerdo con el funcionario, en el gobierno del presidente López Obrador el país vive tiempos de cambios profundos que buscan erradicar inercias y prácticas heredadas de pasadas administraciones para mejorar el aprovechamiento de los recursos públicos en pos de la sociedad.
Torruco Marqués defendió el trabajo de la dependencia a su cargo, alegando que ha tenido que hacer un replanteamiento de la política turística que se venía aplicando en las últimas décadas, “con medidas que pueden no gustar en un principio, porque trastocan algunos intereses o simplemente por la resistencia al cambio”.
Según el titular de la Sectur, los primeros meses de la actual administración se han centrado en crear estrategias fundamentadas en el posicionamiento alcanzado y en el importante potencial turístico del país.
Refirió que, de acuerdo con información del INEGI, durante primer semestre del presente año la captación de divisas creció 13.9 por ciento, al registrar una derrama económica de 11 mil 915 millones de dólares.
Aunado a esto, la llegada de 22.1 millones de turistas internacionales, siete por ciento mayor que en 2018, implicó un gasto medio de 927.8 dólares, superior en 12.3 por ciento que el año pasado; en tanto que la Balanza Turística muestra un saldo positivo 34.3 por ciento mayor.
Al momento de abordar los datos del PIB turístico, el secretario indicó que su disminución se debió, entre otros factores, a que en el 2018 se incluyó en este lapso el periodo vacacional de Semana Santa y Pascua.
Otra de las razones que explicarían la contracción del Producto Interno Bruto del sector, de acuerdo con Torruco Marqués, sería el colectivo #NoMásDerroches, que han interpuesto amparos frente a los grandes proyectos del sexenio.
“Les recuerdo que hubo una mayúscula campaña para evitar, a través de los amparos, que se ejerza el presupuesto. (…) tenemos ya listo todo para empezar aeropuertos, Tren Maya, Transístmico y una serie de actividades que cuyos amparos de pronto se interpusieron en el camino”, aseveró el titular de la Sectur.
Torruco Marqués explicó que, en cuanto se resuelvan los amparos, se empezarán al por mayor las grandes obras y habrá un gran desarrollo en el país, puesto que se favorecerá la infraestructura, la generación de empleos y el desarrollo regional.
En consecuencia, a grandes rasgos el primer semestre resultó provechoso, aunque no así el primer trimestre. Primer trimestre en el que, hasta donde fue explícito Miguel Torruco, dos factores externos al quehacer del gobierno fueron capaces de modificar la balanza en contra del turismo al arrancar el año.
Sólo queda esperar que cuando vaya cerrando el año no haya que deslindar responsabilidades en otro factor anómalo, porque se ve difícil poder encontrarlos con abundancia de aquí a otros cinco años.
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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx
