Política Global

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  • España, otra vez a las urnas por cuarta ocasión
  • Socialistas y Ciudadanos van por el centro político

Juan Barrera Barrera

Las negociaciones que sostuvieron durante varias semanas para la formación del nuevo gobierno español que encabezaría Pedro Sánchez del Partido Socialista Obrero Español, formación triunfadora en las elecciones generales del 28 de abril, se fueron al caño y tras el fracaso de la última ronda de consultas del Rey, España tendrá las cuartas elecciones generales el 10 de noviembre en cuatro años y las segundas en este 2019.

Todas las fuerzas políticas (PSOE, Popular, Ciudadanos, Podemos) no tuvieron la capacidad de respuesta a los españoles que querían un gobierno estable que le diera certidumbre a sus demandas más ingentes. Los actores políticos demostraron soberbia durante estos cinco meses de “negociación política” y nadie fue capaz de ceder y olvidaron el contenido de los programas para dotar a España de un Ejecutivo, como lo indicaría la democracia parlamentaria.

Todos hicieron lo posible para no llegar a acuerdos y evitar la investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez, con lo que se consumó el llamado “cerco sanitario” contra el PSOE. Acaso todos pretendían forzar la repetición de las elecciones y sumir en la incertidumbre a la sociedad española. Qué irresponsabilidad. ¿Con qué cara se van a presentar ante el electorado?

Ni con las izquierda, ni con la centro derecha

Se han iniciado las campañas en el mismo tono en que se desarrollaron las negociaciones de investidura: con intercambio de acusaciones. Pedro Sánchez ahora cambiará la estrategia para allegarse los votos suficientes que le permitan formar un gobierno de mayoría sin necesidad de negociar con la oposición. Ahora el PSOE irá por el voto centrista que aún le queda a Podemos de derecha moderada que abandonó en los comicios del 28-A por cargarse hasta la derecha extrema en alianza con Vox.

Las recientes negociaciones entre el PSOE con la izquierda radical de Unidas Podemos fue muy ríspido, de constantes acusaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Con Ciudadanos siempre fue de negación desde la campaña de los comicios de abril cuando Albert Rivera llevo al partido a aliarse con la extrema derecha y a rechazar cualquier pacto con el PSOE uno de cuyos sectores radicales le exigieron a su líder que ¡Con Rivera no!

Todos se mostraron intransigentes, arrogantes y de escasos recursos políticos para dejar que los socialistas que son la primera fuerza formaran un gobierno. Pero si los pronósticos de las encuestas son acertados las izquierdas tendrían una oportunidad más de ir juntas sin necesidad de coaligarse con otros partidos.

El diario El País ha elaborado un promedio de los sondeos y arroja que el PSOE sería primero con el 31.2% de los votos; seguido por el PP (19.4%); Unidas Podemos (13.4%), Ciudadanos (13.1%) y Vox la extrema derecha (9%). La mayoría se mantienen más o menos como en los resultados de los comicios de abril, salvo Ciudadanos que perdió 2.9 puntos porcentuales.

La lucha por el centro político

Las estrategias de campaña tendrán que ver mucho con el contenido del discurso. El PSOE que le arrebató electores a Ciudadanos seguirá esa misma ruta y tratará de enamorar a casi un millón de votantes que no están de acuerdo con la estrategia de Rivera, quien seguirá la retórica de ataques contra el presidente en funciones a quien ha calificado de ser “un obstáculo para la política española”.

Albert Rivera igualmente ha llamado a los descontentos socialistas a votar por su partido. En esa línea de arrebatarse a los votantes, el Partido Popular, derecha tradicional, hará lo mismo con los de la extrema derecha de Vox con cuya alianza en el 28-A alejó a sus bases de su partido. Y entre los populares y Ciudadanos tampoco hay química, otra vez los resultados de abril hablan. A Albert Rivera no le convence el proyecto de Pablo Casados de Suma España pues lo considera poco inteligente porque resta.

A mediados de octubre el Tribunal Supremo dará su fallo en la sentencia al procés de los independentistas catalanes y el de la unidad española será otro temaque Pedro Sánchez explotará. Por lo que se puede adelantar, la confrontación izquierda derecha no estará en la agenda electoral del PSOE. Pero el riesgo del abstencionismo parece asustar a los contendientes por su deplorable actuación en las pláticas que precipitaron las cuartas elecciones, pero al mismo tiempo los electores podrían salir y darle su voto a un partido que pueda asegurar gobierno.