Washington.- El presidente Donald Trump aprobó ayer el despliegue de tropas adicionales en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU) luego de los ataques con drones que sufrieron instalaciones petroleras sauditas el pasado fin de semana, los cuales fueron reivindicados por rebeldes hutíes, pero que Washington atribuye a Irán, quien desmiente cualquier involucramiento.
Trump anunció además sanciones contra el Banco Nacional iraní, consideradas como las mayores nunca impuestas a un país. Los rebeldes hutíes de Yemen, que se atribuyeron los ataques contra las petroleras sauditas, se dijeron dispuestos a negociar con Riad.
El Pentágono afirmó que se enviarán uniformados y equipo militar adicional al que ya tiene Estados Unidos estacionado en Arabia Saudita y Emiratos Árabes, si bien el presidente descartó, de momento, cualquier intervención militar contra Irán, informaron medios estadunidenses.
Podríamos tumbarles unas dos cosas, afirmó el mandatario estadunidense, quien sin embargo dijo preferir, por ahora, el camino de la contención y las sanciones económicas.
Por su parte, el secretario de Defensa estadunidense, Mark Esper, afirmó que la intención del despliegue adicional es que sauditas y emiratíes estén mejor preparados ante posibles ataques. Agregó que en los próximos días se analizarán los detalles del traslado de las tropas y el equipo.
En cuanto a las sanciones, el Departamento del Tesoro informó en un comunicado que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) tomó acciones contra elBanco Central de Irán y contra el Fondo Nacional de Desarrollo de Irán.
Irán, que niega estar detrás de los ataques, respondió que las sanciones demuestran la nula capacidad de influencia de Washington, según la agencia de noticias estatal IRNA.
Las sanciones del gobierno de Estados Unidos contra el banco central muestran de nuevo su nula capacidad de influencia contra Irán, señaló el gobernador de la institución bancaria iraní, Abdolnaser Hemmati.
El descarado ataque de Irán contra Arabia Saudita es inaceptable, insistió el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, quien indicó que estas sanciones apuntan contra mecanismos de financiación cruciales para la Fuerza Quds –unidad de los Guardianes de la Revolución encargada de las operaciones exteriores–, Hezbolá y otros grupos.
Los ataques del fin de semana, que redujeron a la mitad la producción petrolera de Arabia Saudita, fueron reivindicados por los rebeldes hutíes de Yemen, un grupo chiíta que está enfrentado con el reino saudí por su participación en una coalición que apoya al gobierno de Yemen en la guerra civil.
Estados Unidos impuso una batería de sanciones contra Irán tras retirarse unilateralmente de un acuerdo internacional de 2015 destinado a restringir la industria nuclear iraní con fines civiles, una política que denomina de máxima presión.
El Banco Central y otras instituciones esenciales para la economía de Irán ya están bajo sanciones y el gobernador del emisor también fue colocado en mayo de 2018 en la lista negra.
Lo más fácil que podría hacer (es) tirar 15 cosas importantes en Irán, dijo Trump a la prensa en la Casa Blanca.
“Podría hacerlo aquí mismo, frente a ustedes. Y eso sería todo. Y entonces ustedes tendrían una linda, gran historia para contar.
Pero pienso que una aproximación de persona fuerte, que sí demuestra fuerza, es mostrar un poco de contención, afirmó.
Por su parte, Hassan Nasralah, el líder del grupo chiíta pro iraní Hezbolá, advirtió que una guerra contra Irán, de parte de Arabia Saudita, implicaría la destrucción de esta nación.
Los rebeldes hutíes de Yemen anunciaron de forma inesperada el viernes por la noche que están dispuestos a cesar todos los ataques contra Arabia Saudita, una iniciativa para lograr la paz en Yemen tras cinco años de conflicto.
El presidente del consejo político de los hutíes, Mehdi Machat, anunció el cese de todos los ataques contra el territorio de Arabia Saudita, informó la cadena de televisión Al Masirah, afín a los rebeldes hutíes.