Entresemana

¿Y qué haremos con Yeidckol?

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Moisés Sánchez Limón

Los estancos de la política y el juego que todos jugamos o el arte de engañar con la verdad y gritar sorprendidos y convencidos: ¡democracia!, ¡democracia!, como en los mejores tiempos del PRI hegemónico hoy es el tiempo de Morena y sus prohombres y mujeres y asociados en la lucha por el poder. Veamos.

Ocurrió en Villahermosa…

El domingo último, en redes y como acompañamiento de un comunicado de prensa al lado de la elemental versión estenográfica, como sin querer queriendo de un acto político ocurrido en la capítal tabasqueña circuló una fotografía interesante cuanto más sustancial confirmación de que los designios de Palacio han recaído en la unción del itamita Mario Delgado Carrillo, pastor de la mayoritaria diputación federal de Morena.

Ahí el colimote Delgado Carrillo frente a una multitud que aplaude y sonríe sin medias tintas, en primera fila juna a un bastión del poder económico y político tabasqueño la señora Yeidckol Polevsnky bate tímidas palmas, acaso obligada por las circunstancias, con la vista en ninguna parte y la que pretende ser sonrisa aunque más parece rictus de incomodidad.

Y Mario con los brazos abiertos, extendidos en la plenitud y confianza, certidumbre de quien se sabe ungido por el dedo divino de quien dice que no se involucra en Morena porque pidió licencia para atender las prioridades del Ejecutivo federal porque, no olvidar aquella paráfrasis del teniente coronel Hugo Chávez Frías en la cresta del poder absoluto: “ya no me pertenezco, soy del pueblo…”

Delgado Carrillo y la sonrisa que desborda felicidad y la mirada en todos lados, agradece la singular recepción de tabasqueños que acudían a un informe legislativo y se encontraron –¡vaya casualidad!—con el discurso del único aspirante a la dirigencia nacional de Morena, único varón.

Porque sus principales contendientes son dos mujeres: Bertha Luján Uranga, quien por allá dela década de los 70 del siglo pasado fuera dirigente del Frente Auténtico del Trabajo, señora madre de la hoy secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján; y la señora Yeidckol Polevnsky empresaria que se vinculó a personajes del priismo de finales de los 80, en especial a Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard.

¿Y Alejandro Rojas Díaz Durán? ¿Alguien se ha dado cuenta de que, el suplente en el escaño de Ricardo Monreal, no ha atacado ni discutido y menos descalificado a Mario Delgado? Alejandro es de las confianzas de Monreal y de Marcelo Ebrard. Quiere ser presidente de Morena…

Pero, bueno, esa imagen del domingo pasado en Tabasco es indicativa de que Bertha Luján no tiene mayores posibilidades de llegar, el próximo 10 de noviembre, a la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional, aunque su futuro es mucho más amplio en el equipo de Andrés Manuel López Obrador, o por lo menos podría encabezar al voluntariado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Pero, y ésta es sin duda la pregunta que se hará el inquilino de Palacio Nacional, ¿qué hacer con Yeidckol? ¿Un cargo en el gabinete, pero como de qué?

Sin duda el escándalo de los impuestos perdonados ha dado al traste con las aspiraciones de la ex dirigente de la Canacintra, cargo al que llegó sin ser empresaria sino vendedora de pinturas al gobierno federal, vinculada a políticos de las ligas mayores como Camacho Solís entonces jefe del Departamento del Distrito Federal y fallido aspirante priista a la Presidencia de la República.

¿Qué hacer con Yeidckol? ¿Aceptaría una dirección? Porque secretarías y subsecretarías ya están ocupadas en todo el equipo presidencial y, de ajustarse a las medidas de austeridad, conformarse con un salario de medio pelo. Porque difícilmente le ganará, en contienda vía encuesta, a Mario Delgado.

Porque Bertha Luján se fue al tercer sitio en las más recientes encuestas para conocer los momios de los tres principales aspirante a la Presidencia de Morena.

Por eso, simple pero esencialmente por eso, es que Mario Delgado se sabe arriba en el top ten para ser ungido en ese cargo, desde donde operará la campaña rumbo a la elección intermedia de 2021, porque conoce palmo a palmo los estancos morenos en el país, porque como hombre de confianza del Presidente contará con todo el apoyo, ése que no se transparenta porque, vaya cosas, siempre se sabe cómo utilizar los recursos para moverse en los terrenos de la lucha por el poder.

¿Quién ha visto recientemente a Bertha Luján con el Presidente? Yeidckol anda ausente del equipo de Palacio. Entonces, Mario va, va, va…

–Señor, diputado, ¿usted sigue adelante en su intención de presidir Morena como partido político? ¿Y cómo va esa situación interna allá en el Morena?– le preguntó una colega en entrevista en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Mario se dio tiempo para aludir a los escenarios de elección, del próximo 10 de noviembre, pero insistió en que, “falta que se defina, la sugerencia del Presidente de la República de resolver la dirigencia vía encuesta, yo creo que sería muy saludable que a la brevedad se convocara, por parte los órganos de dirección de nuestro partido, pues ya el establecimiento de un acuerdo político para que se fijen las reglas de la encuesta, las fechas, qué tipo de preguntas, las tres instancias que las realicen, para darle ya certidumbre a este proceso y que, sobre todo, se mande este mensaje a toda la militancia antes de este fin de semana, que es cuando empiezan las asambleas distritales.

–¿(…) Si está en lo dicho, usted va por la dirigencia del partido?

–(…) Por supuesto que sí, vamos por Morena, sobre todo, si representa un esfuerzo por la unidad el partido. Lo más importante ahora es que haya unidad en el partido, que salga este proceso de renovación interna de manera ordenada, transparente, democrática, sin atropellar a nadie y que se defina, como ha dicho el Presidente de la República, la dirigencia a través de tres encuestas.

–Pero con o sin encuesta ¿va?

–Vamos a esperar que defina el partido. Creo que el partido tiene que escuchar al Presidente de la República. Si Morena deja de escuchar al Presidente, pues quiere decir que se impondrá la visión particular de unos cuantos y no la visión integral de la Cuarta Transformación, que es lo que propone el Presidente. Es muy importante escuchar al Presidente en estos temas.

–Si no se escucha al presidente, ¿Mario Delgado no va?

–Pues si no se escucha al Presidente, yo creo que estaríamos en una situación muy complicada. Yo creo que Morena se empezaría a desviar del camino, yo creo que nos podríamos equivocar. 

¿No iría?

–Ya lo decidiré, en su momento, pero primero es pedir a los órganos directivos que haya un proceso transparente, democrático, sin excluir a nadie, que haya debates, sería muy bueno que hubiera debates entre los aspirantes, y que se atienda la recomendación de que se decida por encuestas.

–¿Se imagina en un debate con Yeidckol?

–Sí, estaría padrísimo, ¿por qué no?

¿Alguna duda? Por eso Delgado apresura la agenda legislativa, porque estaría apenas en tiempo de entregar buenas cuentas del paquete económico 2020 al inquilino de Palacio. Elegido el 10 de noviembre, cinco días después debe aprobarse el Presupuesto de Egresos del año entrante. Y la estrellita en la frente. Pero, ¿qué hacer con Yeidckol? Digo.

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