Ciudad de México.- Más de 20 países, incluidas las potencias económicas como Japón, Alemania, China y EUA, están en una etapa de desaceleración económica; México forma parte de este grupo, con un panorama desalentador de apenas un 0.1% de crecimiento este año, propiciando un clima de desempleo, salarios mal remunerados, bajo poder adquisitivo; provocando una mala calidad de vida.
Ante este panorama de incertidumbre financiera, promover El Buen Fin pareciera un chiste de mal gusto, pues ni el mismo gobierno se pone de acuerdo en cómo navegar por las tormentas económicas que nos azotan, ejemplo de ello es que por un lado, la Secretaría de Economía alienta y promueve gastar el aguinaldo en noviembre, y con ello apoya la campaña consumista del Buen Fin, orientada a la compra de productos que no son de primera necesidad y, por otro lado, la Cámara de Diputados impulsa una campaña de comunicación que llama a un consumo responsable en la que se escucha a una señora que dice rechazar comprar un “gustito culposo” en la tiendita para dar prioridad a la compra de útiles de su hija. Dos mensajes encontrados, que en vez de orientar a la población terminan por confundirla aún más.
“El gasto del aguinaldo en este tipo de compras novembrinas del Buen Fin, desembocan en deudas decembrinas; la gente rompe el cochinito y empeña sus bienes para poder solventar los gastos de compra de ropa invernal, posadas, cenas de Navidad, Año Nuevo, juguetes y regalos de temporada, porque en noviembre el Buen Fin los indujo a gastar en otras cosas, que si bien, no es malo tenerlas, tampoco son imprescindibles, y la gente gasta más de lo que tiene y se contagia por el bombardeo mediático en hacer compras por impulso”, advierte Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
ANPEC rechaza rotundamente esta campaña de marketing consumista que combate al consumo responsable y promueve un consumo emocional.
“Los consumidores deben actuar con mesura, y no sentir que el dinero les quema las manos, no deben contagiarse del frenesí que produce el anuncio de supuestas ofertas, nunca vistas según el Buen Fin y que muchas de ellas resultan ser espejismos que nos traerán más dolores de cabeza; los consumidores no debemos endeudarnos sin analizar pacientemente, el tipo de crédito que se nos ofrezca, no debemos gastar más de los que podremos pagar. No debemos comprometer la calidad de vida de nuestra familia.”, enfatizó Rivera.
Ante el bajo crecimiento económico del país, con una tasa de desempleo ha ido en aumento hasta casi llegar a un 4% en lo que va del año y, a un 40% de la población no les alcanza con lo que ganan, ante esta realidad, es una acción dolosa tentar al consumidor deliberadamente a que se embarque con la compra de una tele a pagos; ventajoso y sin escrúpulos resulta sostener el Buen Fin en estos momentos de adversidad económica que atravesamos”.
Walmart, el principal jugador del Buen Fin, ante la caída de mercado, anticipó sus promociones, renuncio al Buen Fin y a las cámaras de comercio que lo organizan, también Liverpool se adelantó al Buen Fin, ¿por qué lo hacen? Porque ellos comprenden que los aguinaldos serán ferozmente peleados por todas las tiendas participantes, y saben de antemano que el consumo será limitado y, quien ofrezca primero se llevará la mayor parte de las ventas.
El “Buen Fin” desde su inicio resultó ser una pésima copia del “Black Friday”, que se realiza en EU, ya que muchas de sus promociones son productos obsoletos y siempre han cargado los intereses a los precios de los productos al venderlos a meses; no han respetado, muchas veces la garantía. No resulto ser el Buen Fin una verdadera ventaja de compra sino una vía efectiva para el endeudamiento y la morosidad.
No se debe seguir entregando los aguinaldos en noviembre, deben ser entregados en diciembre, para que sean destinados por las familias a los gastos de fin de año y a la pesada cuesta de enero.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, hace un llamado a la ciudadanía para que se tome con sobriedad el contexto económico nacional y evitar colapsar innecesariamente su economía familiar. Por lo tanto, ANPEC propone:
Si ha de haber un Buen Fin, que sea en diciembre y, que sea una verdadera campaña de promociones comerciales que den ventaja al consumidor
Los consumidores mexicanos tenemos derecho a que se nos garantice calidad, precio, garantía y financiamiento verdadero a la hora de comprar.
El gobierno debe llamar a la población a fomentar consumo responsable y, en la medida de lo posible, a hacer un guardadito para los tiempos de las vacas flacas que vivimos y vendrán.
Digamos NO al consumismo suntuario, vayamos todos por un consumo responsable.