Ciudad de México.- Tras la firma del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura, el gobierno deberá cumplir con sus compromisos y generar un ambiente propicio para la inversión mediante reglas claras y transparentes, esto a través de “un claro estado de derecho, sin barreras que impidan la participación privada en todos los sectores, incluyendo energía”.
En su Análisis Económico semanal, el CEESP explicó que ante el estancamiento de la economía y una expectativa de crecimiento menor para el 2020, hay preocupación por lo que “los resultados palpables de este proyecto en materia de inversión, crecimiento y bienestar serán clave para el cambio en las expectativas”.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoce que el escenario es “complicado”, pues el propio Banco de México corrigió sus expectativas de crecimiento, para el 2019 el ajuste pasa de un rango de entre 0.2 y 0.7 por ciento a uno de -0.2 a 0.2 por ciento. Para el 2020, la proyección también es a la baja, pues el rango pasa de entre 1.5 a 2.5 por ciento a 0.8 y 1.8 por ciento.
La menor expectativa de crecimiento para el próximo año, explicó, refleja un escenario en el que, si bien puede haber una recuperación en los componentes de la demanda interna, esta será menor a lo anticipado originalmente, ya que el crecimiento en 2020 será respecto a una base más baja, dado el menor crecimiento esperado para el 2019.
Aunado a ello, el Centro de Estudios consideró que seis billones 107.7 mil millones de pesos de que dispone el gobierno federal para el gasto del sector público del 2020 será insuficiente para cumplir los objetivos sociales trazados y mucho menos los de crecimiento económico, incluso después de hacer una importante reasignación de recursos.
Sobre todo, porque dice que “esos recursos se canalizarán a programas asistenciales del gobierno, descuidando rubros con potencial para generar actividad económica y fortalecer la productividad y la competitividad del país”.
Citó que programas asistenciales, en conjunto, tuvieron un aumento de 62 mil 247 millones de pesos en su gasto de 2020 respecto al presupuesto aprobado de 2019. Por el contrario, la inversión física del sector público muestra una disminución de casi 13 mil millones de pesos.
Por ello, el CESSP, dijo que ante las fuertes necesidades de infraestructura que estimulen el crecimiento de la economía, el sector privado se dio a la tarea de elaborar un plan en el que podría participar activamente para complementar o incluso suplir en buena parte las necesidades de recursos del sector público.
El pasado 26 de noviembre se dio a conocer el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura del Sector Privado, en el que, en conjunto con el Gobierno Federal, intenta facilitar y acelerar la instrumentación de proyectos de infraestructura que estimulen el crecimiento del país.
Este acuerdo, refirió han identificado mil 600 proyectos de infraestructura que pueden representar un importante impulso para la actividad económica del país. En una primera etapa, el sector privado se propone invertir 859 mil millones de pesos en un paquete inicial de 147 proyectos entre 2020 y 2024. De madurar como se espera, este paquete podría resultar en un mayor crecimiento del país.
Sin embargo, agregó “es muy importante y necesario para el cumplimiento del sector privado, el compromiso del gobierno federal será promover y facilitar la inversión de este sector con financiamiento propio y adoptando el riesgo correspondiente en proyectos de infraestructura, y generar un ambiente propicio para la inversión mediante reglas claras y transparentes”.
«Hasta el momento, a pesar de que ya se había anticipado el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura, la preocupación sigue latente, propiciando constantes reducciones en los pronósticos de crecimiento. Los resultados palpables de este proyecto en materia de inversión, crecimiento y bienestar serán clave para el cambio en las expectativas”, concluyó.