Ciudad de México.- El incremento al salario mínimo, que es hoy de 102.68 pesos diarios en la mayor parte del país, podría quedar definido en próximos días, señaló la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Luisa María Alcalde Luján.
Señaló que es necesario continuar en una ruta de recuperación salarial para el bienestar de las familias mexicanas, pues en este 2019 se dieron avances importantes al haberlo subido a 102.68 el salario mínimo general y 176.72 pesos para la zona libre de la frontera norte.
Después de haber participado en la 119 Sesión Ordinaria de la Asamblea General del Infonavit, la funcionaria dijo que aún siguen en conversaciones con los diferentes sectores involucrados –empresariales y obreras– para alcanzar un consenso y darlo a conocer en los siguientes días.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, apuntó que este organismo mantiene su postura de fijar el salario mínimo general en un rango de entre 117.72 a 127.76 pesos, con base en la implementación de una nueva cultura salarial.
El empresario recordó que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) continúa en sesión permanente para alcanzar un acuerdo y “espero que no más allá de una semana tengamos ese tema ya definido”.
El nivel base del rango propuesto sería resultado de otorgar un incremento de nueve pesos en el Monto Independiente de Recuperación (MIR) más 5.0 por ciento, lo que permitirá alcanzar el monto base de 117.72 pesos.
De Hoyos Walther aseguró que es acorde para la operación de los distintos sectores económicos del país y esto les permita dar un paso importante y simétrico como el de este año actual.
De esta manera se podrá alcanzar la línea de bienestar familiar y llegar a 2024 con un nivel de 243.96 pesos. “Con el ingreso de dos aportantes, se puedan satisfacerse las necesidades de una familia promedio mexicana de cuatro personas”.
Para el presidente de la Concanaco-Servytur, José Manuel López Campos, es importante estar conscientes sobre tener un salario mínimo para satisfacer las necesidades del trabajador y su familia.
Consideró que el incremento debe ser de manera gradual y hasta llegar a los niveles de bienestar, pues de “hacerlo bruscamente” podría conducir a un efecto inflacionario que sería contraproducente para el mismo asalariado.
No obstante, indicó que muchas empresas han tenido dificultades económicas en el año en curso y un elevado aumento salarial podría verse reflejado en una reducción de la planta laboral. “Eso sería un efecto contrario a lo que estamos buscando”, concluyó.