La rifa del avión, jugada maestra
Negar amparos contra obras públicas propondrá Morena
Francisco J. Siller
Podría parecer una buena puntada… Rifar el avión presidencial. No,no,no. La mente matemática de Andrés Manuel López Obrador si funciona, 3 mil millones de pesos por deshacerse del símbolo del más puro neoliberalismo.
No bastó la avalancha de memes que ha crecido como bola de nieve. Ya hay hasta una cumbia, interpretada por “Mr. Cumbia”. Aplausos, criticas y todo lo que usted imagine…
Seis millones de cachitos, de a 500, al alcance de soñadores, ya sean chairos o fifís. Eso que importa.
Y una vez más, el presidente cambió el debate nacional. De lado quedó la violencia del crimen organizado, los tropezones del Insabi, el nulo crecimiento, los subejercicios presupuestales y más, que marcaron a su primer año de gobierno.
Y hay quien diría que lo del avión presidencial es una “Caja china”, para desviar la atención, pero no es así. Es una jugada maestra –hay que irle aprendiendo al primer mandatario–, que le permitirá, además de pagar lo que se debe, tener algo de dinero extra para sus proyectos sociales.
Pero las cosas pueden no ser tan sencillas como lo cuenta, sobre todo para quien resulte ganador de la rifa que organizaría la Lotería Nacional. Y es que la Ley de Sorteos determina que se debe pagar un impuesto, en términos generales del 7 por ciento del valor del premio.
Así que si el avión que vale 130 millones de dólares –unos 2 mil 470 millones de pesos–, generaría un ingreso al erario por alrededor de 9.1 millones de dólares, que traducidos a pesos serían otros mil setecientos (y pico) de millones.
Pues si, la idea expuesta en la “mañanera” del viernes anterior revolucionó al máximo las redes sociales, que mostraron ingenio, ya sea para burlarse o aplaudir “la buena puntada” del mandatario. Incluso el asunto llegó a niveles internacionales y fue ampliamente comentado.
Ley de Amparo y las obras de AMLO
Y pasando a otro asunto, de fin de semana, hubo declaraciones de Ricardo Monreal, el presidente de la Junta de Coordinación Política del senado, que declaró que propondrá modificaciones a la Ley de Amparo para que este tipo de protección no se aplique a obras públicas que son de beneficio para la comunidad.
Y es que considera que el actual gobierno federal ha impulsado desde su inicio importantes proyectos, los cuales han sido frenados por suspensiones concedidas a través de amparos, lo que ocasiona un perjuicio en el progreso económico y social.
Esta no es una ocurrencia más de los legisladores de Morena, pues en su intención de que los megaproyectos de López Obrador no se atrasen, dejarían en la indefención jurídica a ciudadanos y comunidades que puedan verse afectadas por dichas obras.
Monreal pretende plantear que el desarrollo de obra pública e infraestructura en materias de educación, salud, medio ambiente, seguridad pública, seguridad nacional, penitenciaria, comunicaciones, transportes, hidráulica, energética y turística, tengan una causal de improcedencia.
También pretende incluir que cualquier otra rama o servicio público que impacten directamente en el bienestar de las personas, así como en el goce y ejercicio de sus derechos humanos, sea considerado de interés social y protegido por la Constitución y las leyes.
Esta iniciativa –que pretende presentar en el seno de la Comisión Permanente del Congreso– es un paso más para lesionar gravemente los derechos humanos de los mexicanos, pues de ser aprobada la ciudadanía no podrá actuar ante la incorrecta aplicación de las leyes o de los actos de autoridad.
Es de entenderse que Morena pretenda impedir que se repita esa lluvia de amparos como la ocurrida con el aeropuerto de Santa Lucía. Y que se ven venir con el proyecto del Tren Maya.
Sobre esto, seguramente los partidos de oposición –léase PAN, PRI y MC– tendrán mucho que debatir y seguramente habrá voces que se levanten entre las propias huestes legislativas de Morena, porque no se trata de una mejora legislativa, sino un retroceso legal a epocas anteriores a la Constitucion de 1917.