Convocatoria feminista superó a la 4T
Francisco J. Siller
El presidente Andrés Manuel López Obrador se equivoca al ver a las mujeres mexicanas como parte de sus adversarios políticos. Más bien son aliadas a las que por razones personales o religiosas, ha dejado de lado. No las considera dentro de los temas prioritarios de su gobierno. No debiera ser así.
Durante el año tres meses que lleva de su gobierno se ha dedicado a reafirmar su patriarcado y las ha tratado como lo haría el amoroso padre o abuelo. Dedicar el 50% del presupuesto social a mujeres de todas las edades no les parece suficiente. Dar dinero, no es atender de fondo su problemática.
Poderoso es el mensaje que las mujeres mexicanas enviaron al Gobierno Federal durante la celebración y protesta en el Zócalo de la CDMX. Ellas esperaban que el cambio de regimen fuera positivo, pero no. “Seguimos sin recibir respuesta a nuestras peticiones y no aceptamos que las minimice».
No debe olvidar que en México, la mitad de la población está integrada por mujeres, que alrededor de la mitad de los votos que obtuvo en 2018, vinieron precisamente de las mujeres, de ese sector al que “sin querer queriendo” ha golpeado y afectado, en especial a las madres trabajadoras, a las que son víctimas anónimas de la violencia.
No, él no es feminista, ni su gobierno tampoco. Él es humanista, es un hombre que lucha por los derechos igualitarios de hombres y mujeres. Lleva quince días diciéndolo a la “rosa de los vientos”. Que daño le hace aceptar su simpatía hacia la mujer mexicana. Ha hecho de todo para evitar ser considerado feminista. Hasta clases de historia les ha dado.
Bastó una convocatoria en redes sociales por parte del colectivo veracruzano “Brujas del Mar” para que la mecha se encendiera a nivel nacional. Se calcula que casi 400 mil –80 mil, sólo en la CDMX– mujeres se movilizaron el domingo a nivel nacional, para elevar la voz y se escucharan sus demandas.
Eso es más que lo que junta López Obrador en sus varios informes en el Zócalo. Ellas acudieron, se manifestaron sin coacción ni acarreos. Nadie les dio su torta y su jugo. Se organizaron en todos sus ámbitos de acción, desde su comunidad, su hogar, el trabajo. Fueron porque tenían la necesidad de hacerse oir.
Este movimiento dividió la postura oficial –que fracasó– en un intento por desacreditar la convocatoria, acusando la intervencion de los conservadores enemigos acérrimos de la 4t y del presidente. Se busco sembrar la duda, incluso amedrentar la participación femenina. Pero son otras epocas. La mujer mexicana es moderna, no piensa igual que hace 20 años.
En sus clases de historia, López Obrador las ha comparado con figuras como Leona Vicario, Margarita Maza de Juárez o las soldaderas de la Revolución Mexicana. Y eso es un error, como se vea, eran mujeres admirables, pero caminaban un paso atrás de su hombre. Hoy ambos caminan a la par o incluso ellas van adelante.
Este es el momento idóneo para que los hombres mexicanos en su conjunto se replanteen cual es la importancia de la mujer de frente a la sociedad –y todos sus ámbitos– sobre todo cuando este lunes lleven a cabo el paro nacional conocido como 9M, cuando las mujeres desparezcan como por arte de magia en todo México.
CEO y Editor de Infórmate