BBVA espera que se contraiga 4.5% la economía mexicana

La institución financiera explicó que el país será severamente afectado por el previsible desplome de la producción y la demanda en Estados Unidos

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Ciudad de México.- En 2020, México registrará una contracción económica de 4.5 por ciento, debido a que una caída en el PIB es inevitable ante la pandemia del COVID-19, donde las decisiones que se tomen ahora determinarán qué tan profunda será y qué tan pronto podría darse una recuperación, consideró BBVA.

La institución financiera explicó que el país no está aislado de las disrupciones en las cadenas de valor, por lo que será severamente afectado por el previsible desplome de la producción y la demanda en Estados Unidos, así como el previsible desplome en las remesas.

Además, consideró que el impacto será mayor que en otras naciones debido a la disminución en los precios del petróleo, que resultará en un deterioro todavía mayor en el balance de Pemex, lo cual terminará afectando a las finanzas públicas.

“De momento, revisamos a la baja nuestra previsión de crecimiento del PIB a -4.5 por ciento. No está de más decir que hacer proyecciones económicas es siempre un proceso que se tiene que realizar con incertidumbre considerable y que, en este caso en particular, la incertidumbre es todavía mayor”, indicó.

Sin embargo, precisó que nadie puede anticipar con precisión cuánto tiempo va a durar la pandemia o si hay factores, como por ejemplo los climáticos, que puedan significar que las tasas de contagio vayan a variar entre distintas geografías; pero si la epidemia no se ha controlado antes del verano, la contracción será todavía mayor.

Y es que, expuso, las disrupciones en las cadenas globales de valor tienen ya efectos sobre la producción manufacturera nacional, en especial en los sectores intensivos en el uso de capital como el automotriz y el de artículos electrónicos.

En cuanto al sector terciario, los servicios relacionados con el turismo, especialmente el transporte aéreo, preparación de alimentos y alojamiento temporal, indicó que se están viendo afectados de manera significativa, mientras que la demanda por otros servicios se reducirá drásticamente en los siguientes días como resultado de las medidas de prevención que deben ser implementadas.

Por lo que, en los siguientes meses el consumo privado se verá deteriorado por el menor ingreso disponible de empresas y hogares, como resultado del choque negativo sobre la producción y el empleo, mientras que la inversión profundizará su caída.

“México, además, no es la excepción y está ya siendo afectado por ese enemigo invisible. Si bien hasta ahora el número de contagios confirmados es bajo, cabría esperar, si asumimos que la dinámica de contagio será similar a la observada en otros países como España e Italia, que hubiera muchos casos más aún no confirmados y que si no se toman las medidas necesarias pronto (distanciamiento social y aislamiento, que son las que han mostrado ser efectivas, como lo muestran los casos de Corea, Taiwán y Singapur), el contagio se expandirá rápidamente”, dijo.

Asimismo, señaló, el destino no tiene que ser inevitable, pero un momento de la verdad como el actual significa que es un momento importante en el que se deben tomar decisiones rápidamente, y en el que lo que se decida tendrá importantes consecuencias para el futuro.

“Una profunda recesión es inevitable, la incontrolable expansión del contagio no lo es. El momento de tomar decisiones llegó, y éstas determinarán si la caída en la actividad económica tiene corta o larga duración, y mucho más importante aún, significarán que el contagio logra eventualmente contenerse o se traducirán en un innecesario crecimiento exponencial”, expresó.

Además, el banco opinó que las decisivas medidas que están tomando otros países son necesarias y seguramente se terminarán tomando en México, lo cual entre más pronto, será mucho mejor.

Señaló que “el principal responsable en este momento de la verdad es el gobierno federal, pero los gobiernos locales, las empresas y las personas también deben actuar y tomar esta crisis con altura de miras (todos estamos juntos en esto) y con la responsabilidad y urgencia que el reto amerita”.

Agregó que no tomar medidas de distanciamiento social y aislamiento por temor a los impactos económicos, no solamente resultará en un problema de salud pública, sino que también puede resultar en afectaciones todavía mayores a la economía: a mayor tasa de contagio, mayor el impacto económico total.