Política Global

PRI Edoméx, nada que celebrar; Morena tiene más votos que el PRI; Del Mazo, moralmente derrotado

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Juan Barrera Barrera

Hasta el día de ayer el PRI y su candidato, Alfredo de Mazo Maza, llevaban delantera en los comicios efectuados el domingo en el estado de México. Aunque desde la noche del domingo adelantaban el triunfo, el proceso electoral aún no termina y no hay nada todavía que celebrar, o por lo menos no para estar tranquilos.

Realmente no hay espacio para el clásico triunfalismo priísta. Su votación descendió muchísimo, más de un millón de votos con respecto a la elección de 2011 (en ese año el PRI obtuvo poco más de tres millones de sufragios, el 63%de la votación).

La efímera celebración del partido tricolor, de su candidato y de su dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, tiene mucho de ficticia. De acuerdo a los datos preliminares Morena lo superó, a pesar de que su representante Delfina Gómez Álvarez se enfrentó a una gran maquinaria electoral conducida por la mano del gobierno federal principal interesado en apuntalar a Del Mazo, que no pasó de ser un mal candidato.

El presidente Enrique Peña Nieto convirtió los comicios en una elección de Estado, en la que movilizó al gabinete en pleno y varios gobernadores, para no perder su estado natal, manchando la contienda. Fue una campaña sucia: amenaza a ciudadanos integrantes de mesas directivas de casillas para que no se presentaran el día de la elección, la descarada compra de votos, la movilización de electores, la entrega de materiales de construcción, etc.

Por donde se le mire, la del domingo fue una elección de Estado, la más sucia en la historia de las elecciones de la entidad mexiquense, en los tiempos del nuevo PRI. Pero todo eso no fue suficiente para evitar la caída del voto priísta mexiquense, cómo se los explican.

Delfina Gómez derrota a del Del Mazo

Hasta el momento el PRI y su candidato a gobernador, Alfredo del Mazo Maza, llevan ventaja al Movimiento de Regeneración Nacional y su abanderada, Delfina Gómez Álvarez, por menos de tres puntos porcentuales, resultado que algunas empresas encuestadoras habían pronosticado.

Pero en votos obtenidos por partido, hasta el día de ayer antes del inicio del conteo en los distritos electorales, Morena llevaba contabilizados un millón 786 mil 962 votos por un millón 729 mil 049 del PRI (57,913 sufragios de diferencia). La ligera ventaja del partido oficial se la han otorgado sus partidos satélites: PVEM obtuvo 72 mil 844 votos (1.2%); PANAL 53 mil 321 (0.9%); y PES 39 mil 705 (0.6%), con datos del IEEM.

En el caso del PT, cuyo candidato, Oscar Yáñez, declinó tardíamente en favor de Delfina Gómez, consiguió un punto porcentual de la votación total válida (62 mil 643 sufragios), pero esos votos no se los suman a la morenista, ya que los partidos no participaron legalmente como alianza electoral. La candidata independiente, María teresa Castell, por su parte, tuvo un mejor desempeño que los cuatro partidos anteriores al obtener 123 mil 324 sufragios (2.1%).

Para la estrategia de Andrés Manuel López Obrador ese punto perdido del PT puede ser determinante para impugnar la elección y exigir el conteo del voto por voto (el tabasqueño también tiene responsabilidad en no haber podido negociar una alianza de izquierda). Para que esto tenga validez legal es necesario que el voto nulo supere la diferencia entre Del Mazo y Delfina. Hasta el momento se han registraron 176 mil 168 votos nulos, que equivalen al 3% de la votación total emitida, y la diferencia de votos entre PRI y Morena está en ese rango.
Ayer iniciaron los cómputos en los 45 distritales electorales en la entidad mexiquense. Que la elección sea lo más transparente posible y que todas las fuerzas políticas reconozcan los resultados finales, mucho depende de la imparcialidad de las autoridades electorales, cuyo desempeño ha sido muy cuestionable.

En Coahuila el organismo electoral ha sido un total desastre y tiene a los coahuilenses enfrentados. El pésimo manejo del conteo tiene a dos candidatos ganadores (PRI y PAN). Si existía una crisis de confianza en el árbitro electoral, la desconfianza en lugar de disiparse se incrementa.

Al momento de redactar estas líneas, de acuerdo al reporte de avances del cómputo distrital presentado en la sesión del Consejo General del IEEM, el número de paquetes electorales que se abrirán pasaron de tres mil 32 a cuatro mil 19, lo que representa el 21.6% del total de casillas instaladas en la elección del pasado domingo.

PRI: derrota moral y pérdida de votos

Supongamos que los números no se moverán y que Alfredo del Mazo sea oficializado ganador de la contienda electoral antes del domingo, pero moralmente puede considerarse derrotado. El representante del Grupo Atlacomulco sigue con su cantaleta de que gracias a su alianza con la ciudadanía derrotaron al populismo de izquierda, pero sabe que la mayoría de los mexiquenses están hartos de la forma de gobernar del PRI, a cuyos políticos se les asocia directamente con la corrupción y la impunidad, fenómenos que han incrementado la inseguridad de los mexiquenses.

Para la mayoría de los ciudadanos, Del Mazo representa los intereses de un grupo de poder, la continuidad de los gobiernos anteriores, más de lo mismo; es decir, el populismo de derecha, cuyo proyecto de nación ha sido una maquinaria de hacer más ricos a los ricos y aumentado la pobreza y la desigualdad de los mexicanos.

El grupo en el poder está más preocupado por los escasos resultados obtenidos en las cuatro entidades: el PRI pierde Nayarit, Coahuila seguramente también, las municipales de Veracruz confirmaron el sentimiento anti PRI, y en el estado de México ganando salió perdiendo, porque ese triunfo tendrá sus costos políticos en las presidenciales del próximo año, en tanto Delfina Gómez y López Obrador de cualquier manera ganan, pues Morena se hace de una base electoral sólida en uno de los reductos más preciados del priísmo.