Política Global

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  • AMLO reclama a Trump, pero no pasa nada
  • Una foto con un racista, sí calaría en las bases amlistas

Juan Barrera Barrera

La declaración del presidente Andrés Manuel López  Obrador de que el gobierno de Estados Unidos no cumplió su compromiso de destinar inversión para generar empleos en el sur-sureste del país en el contexto del fortalecimiento del área y de Centroamérica, como alternativa para disminuir la migración hacia el norte, y aseguró que México si ha cumplido su parte.

Parecía una crítica que iba más allá de una simple declaración que pudiera ser interpretada como una fractura en la “buena relación” personal entre ambos mandatarios, o por lo menos un serio cuestionamiento que merecería una fuerte reacción de la Casa Blanca. Pero no, ni una cosa ni la otra.

Lo dicho el fin de semana en sí es inusual en el mandatario mexicano, ya que ha decidido, como estrategia, no importunar o confrontar, ni mucho menos, a Trump por sus reacciones iracundas y vengativas. No hubo tal, pero México sigue estando en el ojo de los ataques del agresivo candidato republicano, a pesar de que López Obrador asegurara que México no ha tenido ningún acto de prepotencia del gobierno de Estados Unidos y que tampoco lo permitirá. Pero hay otros datos que indican lo contrario.

Inconveniente encuentro con Trump

Nuestro país seguirá siendo una piñata favorita de Trump máxime que ahora en pleno reinició de la campaña del magnate inmobiliario las cosas se le complican cada vez más en el camino hacia la reelección (las encuestas nacionales dan como favorito a Joe Biden hasta por 10 puntos y dos libros reveladores por salir al público, uno con la firma su sobrina y el otro de su ex asesor, John Bolton, con versiones reveladoras). Su equipo de campaña está valorando culpar otra vez  a México por nuevo brote de coronavirus en el suroeste estadounidense.

Incluso, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya sopesó los pros y contras de las consecuencias de visitar a su homólogo estadounidense Donald Trump este 1° de julio, día en que se pondrá en marcha el nuevo tratado comercial, el llamado T-MEC, entre México, Estados Unidos y Canadá.

Con el argumento de la pandemia del Covid-19, AMLO de plano dio por cancelada la posibilidad de lo que sería el primer encuentro con su contraparte estadounidense, y a la cancelación por parte de la ONU de la reunión de los jefes de Estado en la castigada ciudad de Nueva York.

No repetir el error de Peña Nieto

Seguramente AMLO tiene en la mente el pasado reciente de la malograda invitación que a través del Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, el presidente Enrique Peña Nieto, le hiciera a Trump para tender puentes de entendimiento, quedar bien, pues, con el candidato republicano para que no siguiera insultando a México y los mexicanos.

Hoy Trump no tiene la más mínima seguridad de que ganará los comicios del 3 de noviembre próximo. Hoy tiene más problemas que cuando inició su administración. Realmente cuántas promesas de campaña ha cumplido a sus bases de los sectores blancos y ultras. Más bien les ha estado mintiendo, por ejemplo, con la construcción del muro en la frontera con México, por la fuerte oposición de los demócratas en el Congreso que se niegan a aprobarle los recursos. 

La crisis sanitaria en Estados Unidos y la cancelación del evento anual de la ONU le cayeron como anillo al dedo al dado a López Obrador para evitar reunirse con Trump, pues hubiera sido un grave error político, ya que el encuentro se hubiera interpretado como un acto de apoyo a la campaña del candidato republicano.

A López Obrador no le conviene políticamente ninguna reunión con Trump por lo menos hasta que pasen las elecciones presidenciales en el país vecino. El impacto negativo que tendría para él en el país sería de alto impacto en momentos en que las encuestas arrojan resultados a la baja para su partido Morena, a unas cuantas semanas del banderazo del año electoral, 7 de septiembre, de las elecciones intermedias del 6 de julio de 2021, en las cuales el partido en el poder tiene el gran reto de mantener la mayoría legislativa que le permita al presidente continuar con su proyecto de la 4ª Transformación.

Los mexicanos no tienen buena amistad con Trump como el presidente López Obrador, porque no olvidan los agravios, los insultos y las vejaciones de que han sido víctimas del racista del norte y para los seguidores de AMLO, que a pesar de la crisis económica y sanitaria, aun le tienen fe, una foto con Trump seguramente eso si es calaría.