Ciudad de México.- El otrora poderoso exdirector de Pemex Emilio Lozoya arribó el viernes a México extraditado desde España y, posteriormente, fue trasladado a un hospital por una “debilidad general”, a la espera de que responda a acusaciones de corrupción que amenazan con salpicar al expresidente Enrique Peña Nieto.
El exfuncionario de 45 años es acusado por la Fiscalía General de asociación delictuosa, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Fue arrestado en febrero en la localidad española de Málaga.
La Fiscalía dijo el viernes en un comunicado que a Lozoya se le practicó una revisión física y médica y se le encontró “anemia desarrollada”, “problemas sensibles en el esófago” y “debilidad general en toda su salud”.
“En razón de lo anterior, el MPF (Ministerio Público Federal) ordenó su traslado a un hospital, donde permanecerá en calidad de detenido bajo estricta vigilancia policíaca”, detalló la Fiscalía en un comunicado.
El exjefe de Pemex aterrizó en México procedente de España poco después de medianoche. Horas más tarde, fue trasladado en medio de un fuerte dispositivo de seguridad a una cárcel del norte de la capital, según testigos de Reuters. Portaba un chaleco antibalas, gorra y mascarilla de color negro.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las “diligencias judiciales” iniciarían al mediodía del viernes. Una fuente del Gobierno precisó a Reuters que la audiencia inicial, donde un juez procedería con la imputación de alguno de los delitos que se le acusan, no sería celebrada el viernes.
Lozoya es señalado de haber recibido sobornos de la siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA) para que Pemex concretara la compra irregular de plantas de fertilizantes calificadas como “chatarra”. Además, habría recibido millones de dólares de la brasileña Odebrecht para la campaña que llevó a Peña a la presidencia del país en 2012.
Sus abogados han dicho que actuó bajo las órdenes de Peña.
Antes de que los fiscales presenten la acusación formal, Lozoya buscaría un acuerdo con las autoridades a cambio de beneficios en su proceso, según han reportado medios locales.
El exdirector general de Pemex entre 2012 y 2016 presentaría videos de políticos recibiendo sobornos para apoyar una reforma energética impulsada por Peña, que permitió la participación de empresas privadas en el multimillonario negocio petrolero.