Uno de los factores más importantes para lograr el objetivo de incrementar las pensiones es el aumento del porcentaje del salario que se destina al retiro
Agustín Vargas
El sistema de pensiones de trabajadores del sector privado requiere de una reforma urgente, ya que con los parámetros actuales los primeros trabajadores que se jubilarán en el régimen de las
Afores no tendrán buenas pensiones, debido básicamente a la baja cuota de aportación para el retiro y el alto nivel de informalidad en la economía.
La complejidad del tema ha requerido un análisis profundo, con un equipo multidisciplinario de actuarios, economistas y abogados especialistas; así como un intenso trabajo de acuerdos y diálogo, tanto al interior del sector privado como con organizaciones obreras, academia y autoridades.
En los últimos meses, tras llegar a consensos transversales del sector empresarial, se trabajó en conjunto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para detallar los estudios actuariales que aseguren la sostenibilidad fiscal de la propuesta, para obtener un esquema balanceado y justo.
Fue así que el pasado 22 de julio, luego de más de un año que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) inició el análisis para generar una propuesta integral que le asegure viabilidad sostenible al sistema de ahorro para el retiro de los trabajadores del sector privado, el Ejecutivo Federal anunció que enviará al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Ley del Seguro Social con el propósito de fortalecer el sistema de pensiones de los trabajadores.
La reforma presentada, con el acuerdo del sector empresarial, los trabajadores y el Gobierno Federal, busca generar una respuesta a un problema fundamental de nuestro país. Tiene tres grandes objetivos: lograr un ahorro adecuado; tener criterios de elegibilidad razonables; y contar con una garantía de ingresos en vejez por arriba de la línea de bienestar.
El aumento de cuota del 6.5% al 15% lleva al nivel de México a estar en el promedio de naciones desarrolladas. La clave se consideró en la transición de 8 años para asimilar el impacto de aumento en costos.
Bajar el requisito para iniciar en 750 semanas hará elegibles a la pensión mínima a la mayoría de los trabajadores, lo que vuelve al sistema una red de protección efectiva.
De una pensión mínima única para proteger a los trabajadores de un salario mínimo se migra a un rango de pensión mínima garantizada en el que el 75% de los trabajadores podrá lograr una tasa de reemplazo adecuada.
Esta propuesta de modificación al régimen de pensiones, en la que el aumento de cuotas está a cargo de los empresarios, es parte esencial de la nueva dimensión social de las empresas, afirmó Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE.
Objetivo de la reforma
El objetivo de la reforma es aumentar la pensión que ofrece el sistema de ahorro para el retiro a los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social. Las acciones que establecerá la Ley del Instituto resultarán en un incremento promedio del 42% de la pensión que alcancen los trabajadores.
Esta reforma se construyó con el consenso de los tres sectores: trabajadores, patrones y Estado, a favor de un incremento significativo a las pensiones que tendrán acceso los trabajadores.
Las tres acciones principales son: 1. El aumento en las aportaciones para el retiro; 2. La disminución del requisito de semanas de cotización para alcanzar el derecho a la pensión; 3. El incremento en el valor de la pensión mínima garantizada.
Es un hecho que la aportación tripartita vigente, que asciende a 6.5% del salario más la cuota social que aporta el Estado, no es suficiente para cubrir una pensión digna para los trabajadores.
Así, uno de los factores más importantes para lograr el objetivo de incrementar las pensiones es el aumento del porcentaje del salario que se destina al retiro.
En primer término, la aportación total para el retiro crecerá, sin que los trabajadores vean afectado su ingreso, de 6.5% a 15% del salario. El incremento se llevará a cabo de manera paulatina a lo largo de un periodo de 8 años, siendo la contribución patronal la que se incrementará de 5.15%, vigente en la actualidad, hasta 13.875%.
Por su parte, la aportación que actualmente lleva a cabo el Estado (0.225% del salario más una cuota social), se modificará para que esta cuota se aporte, con un aumento significativo, a los trabajadores que ingresen hasta el equivalente a cuatro veces la Unidad de Medida y Actualización.
En segundo término, esta iniciativa propone reducir de 1,250 semanas a 750 semanas el requisito para obtener una pensión garantizada y, posteriormente, se elevará de manera gradual en un periodo de 10 años, a 1,000 semanas.
Por lo tanto, la reforma permitirá incrementar más del doble el porcentaje de trabajadores que alcancen este beneficio.
En tercer término, la reforma fortalece la pensión garantizada al incrementar el valor de la pensión de un promedio actual de 3,289 pesos (80% de un salario mínimo) a un valor promedio de 4,345 pesos, que se otorgará en función de la edad, las semanas cotizadas y el salario base de cotización, pudiendo llegar hasta el 220% del salario mínimo vigente actualmente.
Con estas acciones se proyecta que la tasa de reemplazo, porcentaje que representa la pensión respecto del último salario recibido por el trabajador antes del retiro, se eleve en promedio 40% respecto de su nivel actual.
La iniciativa incluye otros elementos que, en su conjunto, contribuirán a mejorar las condiciones de vida del trabajador durante la etapa de retiro, como la posibilidad de combinar esquemas de rentas vitalicias con retiros programados, hacer retiros de su ahorro voluntario sin requerir un periodo de espera (actualmente de 6 meses) y eliminar la prescripción de derechos, de modo que los titulares de la cuenta individual o sus beneficiarios podrán recuperar el saldo remanente en dicha cuenta aún después de 10 años de obtener el derecho a la pensión.
Cabe destacar que la seguridad social en México, a diferencia de los esquemas en otros países, incluye entre otros, el apoyo a la vivienda, de modo que visto en su conjunto, el trabajador retirado tiene acceso a una vivienda y a una pensión por haber estado afiliado al Instituto Mexicano del Seguro Social, además de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores y a la atención a la salud.
Reparto de utilidades
Mario Di Costanzo, analista financiero, ex presidente de la Condusef, consideró que si bien la propuesta de reforma es un acierto, la iniciativa todavía puede ser perfeccionada, por lo que recomendó a los legisladores analizar una serie de puntos que darían mayor realce a dicha reforma.
Destacó que si bien es cierto que la tasa de reemplazo se incrementará de 30 a 40% para las futuras generaciones, el aumento sigue estando por debajo de la tasa de reemplazo de los países de la OCDE en dónde su ubica en 62.9%, o Colombia que es de 71% o Brasil, que es de 58%.
Además, dijo, debería incluir esquemas más flexibles para promover el ahorro voluntario, por ejemplo poder canjear ahorro voluntario por semanas cotizadas o bien promoverlo para incrementar la pensión futura, así como acompañaría de un Programa obligatorio de Educación Financiera y Transparencia en los Estados de Cuenta de los Trabajadores.
Advirtió que las comisiones que cobran las Afores por manejar los ahorros de los trabajadores y que actualmente es de 0.9% sobre el saldo, colocan a México como uno de los países en dónde se cobra la comisión más alta de América Latina, por ejemplo en Chile es de 0.54%, en Colombia, 0.62%, en Perú, 0.83%, y son sobre el flujo, mas no sobre el saldo como en México.
Más aún, dijo, podría establecerse un sistema de distribución de “reparto de utilidades” en las Afores para que éstas distribuyeran un porcentaje de sus utilidades a sus “acreditados” de manera similar a lo que lleva a cabo el Pensionissste. El monto del reparto de utilidades se abonaría directamente al ahorro de cada trabajador, o bien podría ser utilizado para adquirir semanas cotizadas, finalizó el especialista.