Ciudad de México.– La denuncia de Emilio Lozoya en contra de exfuncionarios y exlegisladores que presuntamente recibieron sobornos, es auténtica y no apócrifa, por lo cual deberán ser llamados a declarar todos los involucrados ante el Ministerio Público, aseguró el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dijo durante la conferencia matutina en Zacatecas, que es un asunto escandaloso todo lo que se declaró en la denuncia de hechos interpuesta ante la Fiscalía General de la República (FGR); incluso, admitió que no la terminó de leer porque no quería «tener pesadillas».
Mencionó que ahora corresponderá a la FGR recabar todas las pruebas que ahí se ofrecen, si el video que se conoció es el que se entregó, donde se ve entregando dinero; «desde luego que tiene que llamarse a declarar a los involucrados» pero con el respeto al debido proceso.
Entre los mencionados están los panistas Ricardo Anaya, Ernesto Cordero, Francisco Domínguez, Salvador Vega Casillas, José Antonio Meade, José Antonio González Anaya, Carlos Salinas, Felipe Calderón, Enrique Peña y Luis Videgaray, entre otros.
Pidió que no se tarden mucho las diligencias, que sea justicia pronta y expedita, pero que se cumpla con todo el procedimiento legal y el debido proceso de los involucrados en la denuncia del señor Lozoya.
López Obrador refirió que la FGR tiene que hacer el trabajo de investigación, y «yo tengo confianza que el fiscal Alejandro Gertz Manero actúe con profesionalismo, con rectitud y desde luego con apego a la ley; es un hombre íntegro, le tengo confianza, sería incapaz de inventar nada en contra de los involucrados».
El jefe del Ejecutivo federal indicó que es mucho dinero el que se utilizó para entregar «mordidas» si se demuestra lo que dice Lozoya, además de muchos recursos que fueron desfalcados a la hacienda pública, a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Agregó que solo en el contrato de Etileno XXI, de comprobarse lo que en la denuncia se dice, con las actas del Consejo de Administración de Pemex, se le entregó a Odebrecht gas, etano entre 25 o 30 por ciento abajo del precio de mercado, es decir, un subsidio de cientos sino de miles de millones de pesos, además de multas si Pemex no cumplía.
