- AMLO hace comparaciones inapropiadas por COVID-19
- España responde de manera tersa
- Trump presiona y México se aleja de amigos
Juan Barrera Barrera
Uno de los puntos débiles del presidente Andrés Manuel López Obrador es el manejo de la crisis de la pandemia del coronavirus y, como consecuencia, el número tan elevado de muertes que ha causado. Pero el mandatario mexicano está tomando el rumbo equivocado para desviar deliberadamente la atención de la verdadera dimensión del drama.
Lo peor de todo es que López Obrador sigue peligrosamente los pasos de su homólogo estadounidense Donald Trump. El presidente de la potencia mundial ha sugerido a sus críticos que también lo cuestionan por el mismo tema, que miren los que están sucediendo en México que según sus comentarios nuestro gobierno no puede controlar la crisis sanitaria.
La intención del ultranacionalista estadounidense de atacar a nuestro país por la pandemia, por el tema migratorio o por la construcción del muro, sabemos, es parte de su agenda reeleccionista y esa campaña antimexicana la seguirá escalando en todo momento, cuando más cercana esté la fecha de los comicios.
Pero a diferencia de AMLO, que no le responde a Trump porque antepone la trillada frase “no me voy pelear con nadie”, la cancillería de España contestó a un par de comparaciones que el líder de Morena externó con relación al número de muertos y sobre la fuerte crisis económica en que ha derivado la crisis sanitaria en ese país europeo.
AMLO ¿Nada personal con España?
López Obrador está muy lejos de reclamarle algo a Trump, por el contrario ha hipotecado su prestigio por mantener una buena relación con el jefe de la Casa Blanca más antimexicano de la historia de los Estados Unidos, una relación que no es fácil construir con un personaje destructor de amistades y socios en el ámbito internacional. AMLO prefiere ser criticado como un líder agachón a exponer una presunta alianza con Washington que si no le trae beneficios a México, por lo menos para que no nos imponga aranceles unilateralmente.
López Obrador se aventuró demasiado al comparar sin medir consecuencia diplomática alguna. “Si se compara a México, vamos a decir con España, y ofrezco disculpas al pueblo y al gobierno español, en las dos crisis, en la sanitaria y la económica, nos ha ido mejor a nosotros”. Muy desafortunada comparación, sin duda alguna del presidente mexicano.
El gobierno español tuvo una respuesta moderada, tersa a lo dicho por el presidente López Obrador, aunque no ocultó su molestia, en voz de la ministra de Asuntos Exteriores del gobierno socialista, Arancha González Laya, quien afirmó que “este tipo de comparativas creo que no ayudan. No creo que les resulten muy útiles a los ciudadanos mexicanos, es como si yo hiciera el mismo comentario con cualquier otro país”.
España, con una población de 47 millones de habitantes y casi 30 mil víctimas mortales, es uno de los países más golpeados por la crisis del COVID-19, pues no ha podido detener el descenso de su economía que se refleja en la caída del Producto Interno Bruto en 18.5%, una de las más alta de la Unión Europea, en Gran Bretaña la pérdida del PIB ya llegó al 20%.
Pareciera que AMLO ha tomado a España como un asunto personal. Basta con recordar aquella polémica que suscitó el tabasqueño cuando dijo que España debería ofrecerle disculpas a México por las atrocidades que cometieron los colonizadores ibéricos a los indígenas, reabriendo viejas heridas en la historia de las dos naciones.
Trump presiona; México se aleja de otras naciones
A AMLO se le ha cuestionado por su decisión de no viajar a encuentros internacionales o por no acudir a visitas de Estado, y prefiere delegar esa responsabilidad en el canciller Marcelo Ebrard. Algunos de sus críticos lo atribuyen al desdén del presidente por las relaciones internacionales y a una falta de política exterior del gobierno de la 4-T.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a las amenazas contra uno de sus principales socios comerciales. Este martes declaró que México pagará el muro en la frontera de ambos países a través de un impuesto a todos los automóviles que crucen del lado mexicano hacia el estadounidense, cuando le recordaron sus promesas de la campaña pasada. El gobierno mexicano prefirió hacer mutis.
Mientras Donald Trump reaviva ante sus bases el tema de la construcción del muro, AMLO hace lo posible por alejarse de países amigos con los que también mantenemos lazos de amistad históricos muy estrechos, entre ellos España, en lugar de tratar de mantener las buenas relaciones con las demás naciones, en especial cuando el líder de la máxima potencia se recrea en presionar y amagar a sus vecinos.