Prometeo

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Perspectivas para el Sector Financiero

Mario Sandoval (*)

El entorno actual, requiere de seguimiento oportuno y la identificación de riesgos para el sector financiero, por lo que la situación financiera de las entidades financieras, la evolución de los riesgos asociados a la pandemia y las acciones que se han tomado para mantener estabilidad y desarrollo del sistema financiero.

Es un hecho que las economías avanzadas y las economías emergentes tendrán un decrecimiento en el año 2020 y moderados avances de recuperación para el año 2021. Esos escenarios generan aversión al riesgo, lo cual afecta a los mercados financieros, caídas en los mercados accionarios y un aumento sustancial en las primas de riesgo. Lo que provoca reacomodo en portafolios de negocio financiero de menor riesgo y la contracción de las economías emergentes como es el caso de México y ello adicional a la concentración de negocio en pocas instituciones financieras, pero que el riesgo en las pequeñas y medianas, genera desconfianza y un efecto geométrico negativo en la percepción de todo el sector. Esto es puedes ganar negocio y resultados aritméticamente, pero perder negocios y resultados geométricamente, ese efecto es que se debe cuidar en el sector financiero mexicano.

Banco de México ha disminuido la tasa de interés de valores gubernamentales de manera sostenida en este 2020, apoyado en un adecuado control de inflación y menor volatilidad del tipo de cambio. Con ello se da estabilidad macro financiera y evita pánico y nerviosismo que era común en el país y que solo dañaba más la situación para la mayoría, en especial en sus deudas tanto de personas como de empresas. El efecto especulación de los 80s, 90s y 2009, esta anestesiado por ahora.

Esto ha permitido que las condiciones financieras externas, del mercado de deuda, accionario y cambiario, se encuentren de alguna mejorando con relación al primer trimestre de 2020, lo que permite a México mayor estabilidad que en otras economías emergentes y las desarrolladas.

Claro para el que todo ve mal, o está inmerso en su ideología política de conveniencia, se le nubla el razonamiento global y no ve el valle con objetividad. Nuestra responsabilidad en el sector financiero es la objetividad y la toma de decisiones razonada con acciones preventivas y tomando el pulso al comportamiento de depósitos a la vista e inversiones de corto plazo y de la cobranza de las carteras de crédito, el consumo y el hipotecario ( en especial las originadas en los últimos 3 años), mostrarán su realidad en el último trimestre del año, pues los empleos que se han perdido en las grandes empresas, que están redimensionando su tamaño y gasto de personal, los cuales en personal con salarios medios hacia arriba, lo cual es inevitable que genere morosidad y carteras vencidas.

Lo anterior significa contar con buenas condiciones de operación del sector financiero en general. Evitar que las entidades financieras amplíen problemas de liquidez y operación, ahí es donde la vigilancia de las autoridades financieras es clave y evitar síntomas de desconfianza en las entidades financieras, en especial con los antecedentes de FICREA, CONCIDIR, LIBERTAD, FAMSA, que han tenido un efecto negativo por lo tardado de la solución a los ahorradores, pero en especial por lo lentos que fueron los supervisores en generar control y orden en esas entidades financieras.

Las medidas de apoyo de las autoridades financieras, han sido orientadas a dar estabilidad los mercados financieros, fortaleciendo además los canales de crédito a personas y empresas.

Reduciendo los depósitos de regulación monetaria, aplicación de criterios contables para las entidades financieras, promover la facilidad de financiamiento para el sector de la MiPymes, lo cual no ha sido activado de manera decidida por la Banca Comercial y la Banca ce Desarrollo, ya que el programa de liquidez de 750 mil millones de pesos, no ha sido usado en los casi 90 días que fue anunciado por Banco de México. Lo que ha generado que las áreas de estudios económicos de los bancos extranjeros en especial sean pesimistas de la economía nacional (lo cual es entendible pues son los intereses de sus matrices o negocios locales a los que les interesa incidir en la toma de decisiones), pero hoy no son parte de la solución, son parte del problema, los datos ahí están en los indicadores de colocación y liquidez de Banco de México y CNBV. Los recursos ofrecidos para dar liquidez a la micro, pequeña y medianas empresas, se han dispuesto de manera muy discreta.

En general las autoridades financieras le han dado opciones al sector financiero, apoyos en uso de suplementos de capital, flexibilidad temporal de apoyos de liquidez, flexibilidad en requerimiento de reportes e información y exención temporal en el cobro mínimo de tarjetas de crédito. La pregunta es sí esto lo han replicado al mismo nivel con su clientela. Hay evidencia en medios y Condusef de personas en el país, que han señalado el acoso con llamadas a domicilio con grabaciones de cobro por parte de entidades financieras, que se han vuelto un acoso en los últimos dos meses, pese a que están reguladas y prohibidas ciertas prácticas ilegales de cobro, pero como la impunidad es una constante del imperfecto sistema judicial mexicano, esto les permite atemorizar y presionar a deudores. Es entendible que el sector financiero esta estresado, por una mayor exposición al riesgo, a un mayor apalancamiento y el riesgo macroeconómico de una economía en decrecimiento que afecta su liquidez financiera. Pero las malas prácticas de cobro no apoyan. El que debe tiene obligación de pagar. El acreedor tiene derecho a cobrar. Pero las formas y los tiempos sí cuentan para ambos. No se trata de fomentar la cultura de no pago, esa actitud no abona en absoluto al desarrollo de México. Se trata de hacer las cosas correctas y de que haya voluntad de pago y de arregló por las partes.

La desaceleración del crédito al consumo e hipotecario, es un hecho, los productos que han tenido más baja en especial por el desempleo son los prestamos personales y de nómina. Todavía andan por ahí algunos bancos muy activos promoviendo crédito hipotecario, lo cual refleja que siguen sin razonar que es un producto, que debe estar mas en atención de apoyo a su clientela actual, apoyar con programas de reprogramación y tener bien identificada la cartera con atrasos mayores a 90 días. El índice de cartera vencida está creciendo, más las reservas que han creado en los últimos tres meses, refleja sus resultados a la baja, por lo que las áreas de producto, deben trabajar de la mano con las áreas de recuperación. Prestar es fácil (más cuando no es tu dinero), dar crédito y cobrar bien es de profesionales del sector financiero.

Un tema sustancial es la deteriorada credibilidad en el sistema judicial en el país, la ineptitud y las malas actitudes, son un factor que resta seguridad para recuperar créditos, esto afecta a cualquier acreedor legal (entidades financieras, empresas y personas) Somos el país menos avanzado en tiempos procesales efectivos de las economías emergentes (triple de tiempo en ejecución de garantías que en Chile, Brasil, Corea del Sur), ya no se diga con los desarrolladas.

La incertidumbre jurídica, genera deterioro severo en valores de los activos, pues son años y costos (mínimo 5 años en ejecutar una sentencia en firme México), lamentablemente ese dicho mexicano perverso, de más vale un mal arreglo, que un buen pleito, se aplica por la falta de actualización y disposición de servicio del personal judicial. Como país tenemos que evidenciar el deterioro de credibilidad en el estado de derecho mexicano en materias civil y mercantil. No solo el sector financiero debe exigir mejores prácticas y tiempos judiciales, también la sociedad en su conjunto, es fundamental tener credibilidad en las autoridades judiciales, bajarlos del olimpo ficticio y actitudes soberbias, en las que caen los responsables de los juzgados del fuero común y federales, no exagero, ( si bien es un comentario generalizado, la realidad de la efectividad Judicial es la excepción en todo el país, por la baja ejecución de sentencias en firme y el lento proceso de los asuntos rezagados por años) en tanto no mejore el estado de derecho, el sector financiero mexicano es vulnerable, si no se desarrolla el crédito productivo para el país.

Es fundamental que las autoridades financieras, los titulares de los Tribunales Superiores de Justica de las 32 entidades, el titular del poder judicial federal, los representantes del sector financiero, los colegios de abogados, de notarios, de corredores públicos, así como los representantes de los diputados y senadores, responsables de las comisiones que tengan relación con el sector financiero y todo aquel que sume y que no reste, trabajen en equipo, se hagan responsables de confirmar el estado de derecho que requiere México en el sector financiero, esto es que deudores y acreedores, tenga certidumbre en sus patrimonios, sin abusos y con equidad procesal y legal. Con ello se dinamiza la actividad de negocios, se generan empleos y se genera un ciclo económico productivo. Eso no depende del exterior, o del presidente en turno, depende de nosotros los mexicanos, que hagamos valer nuestros derechos en tiempo y forma en beneficio de todos de manera justa.

(*) CEO FISAN SOFOM ENR
Ex Presidente Nacional AMFE
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