Washington.- El gasto del consumidor de Estados Unidos subió más de lo esperado en julio, lo que fortalece las expectativas de un fuerte repunte de la economía en el tercer trimestre, pero es probable que el avance pierda fuerza por efecto de la pandemia y la menor ayuda fiscal.
El reporte del Departamento de Comercio del viernes también mostró un alza de los ingresos personales tras dos meses consecutivos de baja, mientras que la inflación intermensual siguió avanzando.
El jueves, la Reserva Federal reveló una reforma de sus mandatos de política monetaria, al afirmar que pondrá más énfasis en la salud del mercado laboral estadounidense y que permitirá que la inflación pueda acelerarse moderadamente por encima de su meta promedio del 2% por ciertos periodos de tiempo.
El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, subió un 1,9% el mes pasado, luego del salto de un 6,2% en junio. Economistas encuestados por Reuters habían previsto un alza de un 1,5% en junio.
En tanto, el mes pasado los ingresos personales subieron un 0,4%, gracias a aumentos salariales generados por la reapertura de más negocios, lo que compensó un descenso de las ayudas federales por la crisis. En promedio, los salarios presentaron un avance de un 1,3% tras haber subido un 2,2% en junio.
Los estadounidenses gastaron más en bienes como nuevos vehículos. El consumo bienes ha repuntado hasta situarse por encima de los niveles anteriores a la pandemia. También subió la demanda por atención de salud, restaurantes, hotelería y otros alojamientos.
De todas formas, los desembolsos en servicios están por debajo de los niveles de febrero, ya que los consumidores siguen preocupados por la exposición al virus.
Este es un factor de inquietud para una economía basada en los servicios y que cayó en recesión en febrero. Aunque el ritmo de infecciones nuevas de COVID-19 ha disminuido después de los rebrotes del verano boreal, aún persisten focos pandémicos, especialmente en campus universitarios que retomaron las clases presenciales.
La economía sufrió su contracción más profunda en al menos 73 años en el segundo trimestre y el gasto del consumidor fue uno de los componentes del Producto Interno Bruto que presentó las bajas más profundas.
Los prospectos de una mejoría del PIB en el tercer trimestre fueron alentados por otro reporte del Departamento del Comercio que mostró el viernes un rebote de los inventarios minoristas en julio. Esta alza podría ayudar a desbancar el potencial lastre del aumento de las importaciones, que lideró la brecha comercial de bienes del mes pasado.
Dado que la mayor proporción de gastos estuvo inclinada a los bienes, la inflación mensual siguió avanzando en julio. El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) aumentó 0,3% luego de subir 0,5% en junio. En los 12 meses julio, el índice PCE ha subido un 1% tras el 0,9% en junio.