La Banca de Desarrollo en México
Mario Sandoval (*)
Un Banco de Desarrollo es aquel que otorga financiamiento en condiciones de precio y plazo mejores que los Bancos o Entidades Financieras Privadas, su objetivo es promover la modernización, equipamiento y el desarrollo económico nacional y regional hacia sectores como el Comercio, Industria, Agro negocios, Vivienda, Infraestructura, Minería, Turismo y el Comercio Exterior. Para el Banco Mundial, que es el mayor Banco de Desarrollo a nivel global, México es un país de ingresos medios.
La Banca de Desarrollo en México está dirigida por el gobierno federal y opera bajo la figura de segundo piso, esto es que canaliza los recursos de crédito a través de Bancos Comerciales y de otros Intermediarios, que deberían ser principalmente SOFOMES ENR (identificados como primer piso). De esta manera los usuarios de crédito quedan como deudores de las instituciones de primer piso.
Así que la Banca de Desarrollo en México son entidades de la Administración Pública Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios. Su objetivo es facilitar y dar acceso al financiamiento y asistencia técnica y capacitación en los términos de sus leyes orgánicas. Destacando que deben preservar y mantener su capital, la sustentabilidad de su operación, canalizando sus recursos de manera eficiente, prudente y transparente.
La Banca de Desarrollo en México son 10 Instituciones: El Banco del Bienestar, Bancomext, Banobras, Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (FOCIR), Fideicomiso Instituidos en Relación a la Agricultura (FIRA), Nacional Financiera (NAFIN), BANJERCITO, la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y un Fideicomiso que es FIFOMI, el cual apoya a la minería y su cadena productiva.
Tomaré una reseña de los más relevantes. Y en una columna especial veremos al Banco del Bienestar.
Para la mayoría de los mexicanos, al que más identifica es a Nafin, que fue creada en 1934, ello como consecuencia del México Post revolucionario y la gran Depresión de los USA, ello porque diversos Bancos privados locales o regionales que operaban en México de aquella época y que fueron nacionalizados por su difícil situación económica, por las crisis económicas de los 30s. Así que Nafin, tuvo a su cargo la liquidación de bienes inmuebles y carteras adjudicadas, con ello otorgando liquidez y flexibilidad para hacer efectivas las garantías y adjudicándose inmuebles y terrenos. Otro de sus objetivos de inicio fue planear y dirigir el fraccionamiento y colonización de tierras que el gobierno federal adquirió o se adjudicó por diversos conceptos.
Así que se enfocó a reincorporar a la economía privada los inmuebles adjudicados y a participar en esa época en la emisión de valores bancarios e industriales. En los 40s se enfocó a Nafin a temas de infraestructura y promoción de inversión productiva, en esa época emitió certificados de participación, diseñados para financiar obras de riego, caminos y puentes, ferrocarriles, aeropuertos e infraestructura urbana, en esa época logro crédito con EXIMBANK de USA, para financiar caminos y puentes federales y estatales, su capacidad y desempeño le permitieron obtener fondeo del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En los 50s también participo como accionistas temporales en empresas privadas que requerirían apoyo en su crecimiento, iniciaba el despegue de México como una economía sólida.
Ahora que está el tema del conflicto del Agua en Chihuahua. El tratado se dio en 1944 y México obtuvo una proporción de 4 a 1, Se desarrollaron presas con recursos federales y ahí estuvo Nafin, con el tema de la obra pública, el tratado bilateral de 1944 y su excelente negociación, que ahora está en riesgo por otros motivos, le permitió a México tener una posición con gran ventaja por el crecimiento posterior a la segunda guerra mundial en particular por las exportaciones a USA y a la sustitución de importaciones.
En 1954, se creó FOGAIN, el Fondo de Garantía para la Industria pequeña y mediana de México. En los 70s tuvo una gran actividad en la Agroindustria, la capacitación, el fomento industrial y los estudios de pre inversión y apoyo para la pequeña y mediana minería.
Entre 1980 y 1990 se enfocó más a micro, pequeña y mediana empresa como Banca de Segundo piso, época en que la Banca era MEXICANA en su patrimonio, la crisis de 1995, quebró a los Bancos Mexicanos y en consecuencia Nafin se dedicó al saneamiento de portafolios y prácticamente en retirada del apoyo a las empresas micro y pequeñas.
A partir de esa fecha, Nafin se convirtió en una Banca de Desarrollo con otro enfoque, se dedicó a rescatar financieramente a grandes empresas que no tenían por qué ser apoyadas por la Banca de Desarrollo. Pues su enfoque debió ser la MICRO, la PEQUEÑA y la MEDIANA EMPRESA. Lamentablemente hoy su enfoque es con factoraje electrónico, garantías financieras para bancos extranjeros que prestan poco a la micro, pequeña y mediana empresa, han desarrollado pocos intermediarios no bancarios y hasta ahora todavía no se ve con decisión a reactivar al gran Banco de Desarrollo que fue Nafin para México.
Similar a Nafin, fue el caso de Banobras, cuyo origen en 1934 y tenía como objetivo el crecimiento de ciudades en materia hipotecarais y obra pública. Posteriormente a la infraestructura carretera y ferroviaria, Que hoy mayormente se privatizó en los últimos 30 años. Así que ese brazo financiero se disminuyó notablemente para México.
Sociedad Hipotecaria Federal SHF, se crea en 2001 y sustituyó a FOVI como el apoyo financiero para la vivienda, su enfoque era para la vivienda económica y de interés social, sin embargo, creció de manera expansiva y sus resultados desde 2009 son negativos, tanto SOFOLES como desarrolladores que fueron apoyados entre 2001 y 2012, mayoritariamente entregaron sus carteras en pago, de 2012 a la fecha es prácticamente una recuperadora de activos, en donde el apoyo de recursos públicos son una constante para mantener su operación.
FIRA, fue creado en 1954, su objetivo es el financiamiento, garantías, capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología a los sectores agropecuario, rural y pesquero de México. Su mayor desarrollo fue igualmente de los años 50s a los 90s, posterior a ello, su participación es discreta y el desarrollo de intermediarios no bancarios es limitada. Con relación a los Bancarios salvo excepciones de bancos regionales a la Banca Extranjera no le interesa este sector y en consecuencia el tema es igual que Nafin. La cosa es calmada.
Existieron fondos y programas muy interesantes, por ejemplo, FONEI que inicio en 1971, era un fondo dirigido al sector industrial, principalmente para fomentar el equipamiento y la producción de bienes industriales y de servicios que promovieran la sustitución de importaciones y generar exportaciones. En 1989 se extinguió con la justificación de canalizar ordenadamente recursos y ser más eficiente, tras casi 20 años de operación, se determinó su cancelación y reorientación vía Nafin. Otro relevante fue FIDEC, que fue un fondo para el desarrollo comercial y de servicios (equipamiento, cadena productiva, factoraje, distribución), fue constituido en 1980 y para el año 2000 se consideró por el gobierno en turno que había concluido su ciclo de apoyo para el micro, pequeño y mediano comercio después de 20 años de operación.
Tuvimos una muy buena Banca de Desarrollo hasta los años 90s del siglo pasado, una vez la privatización bancaria de los 90s, la crisis del 95, la llegada de la banca extranjera y ya con tres tipos de administraciones diferentes, la banca de desarrollo no es el impulsor que México necesita ante la nueva realidad, programas excelentes, manuales, experiencia, procesos, resultados y una historia que pudo haber sido diferente para las micro, pequeñas y medianas empresas de todo tipo de actividades de negocios.
Mas ahora, hay que sacudir esa polilla, el tema de la Banca de desarrollo es fundamental para el país. No pueden ser objeto de estrategias políticas y camaradas que ocupan posiciones clave y hacen el caos desvirtuando el fin de la Banca de Desarrollo. El peor periodo fue del 2000 al 2012, los resultados ahí están y los apoyos de rescate muy similares a Fobaproa, pero la opacidad y el ocultamiento de datos duros, hacen que para la mayoría les sea indiferente. En el periodo de 2012 a la fecha, la tónica ha sido similar, cerrar la cortina, ser reactivos y la prueba más reciente es que los apoyos de Banco de México por 750 mil millones de pesos para canalizar a MIPYMES siguen estando sin disponer ni por la banca comercial, ni por la banca de desarrollo.
El proceso de reactivar la economía, es fundamental con la Banca de Desarrollo, hay emprendedores, micro, pequeños y medianos empresarios, que la necesitan. Hay ideas, hay proyectos, falta apoyar esa creatividad. Tenemos hombres y mujeres, en grandes y pequeñas ciudades, con ganas de generar negocios y riqueza productiva. Tenemos buena historia en México con la Banca de desarrollo, hay que desempolvar los manuales de operación, para apoyar por tamaño de ventas, empleados, años operando, todo cuenta. Aplicar y generar nuevas tecnologías, apoyar a los intermediarios nacionales como Bancos Regionales o las SOFOMES y que les den sustentabilidad a los negocios y fomentar las buenas competencias.
(*) CEO FISAN SOFOM ENR
Ex Presidente Nacional AMFE
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