Blindan megaproyectos de la 4T, única prioridad en el 2021

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El gasto público será de 6.3 billones de pesos: rubros como la salud y la educación tuvieron escasos o nulos aumentos en sus recursos, aunado a un fuerte recorte en programas previos y reasignaciones de recursos bajo el argumento de la austeridad

Agustín Vargas

El secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, entregó al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2021, conformado por los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), la Iniciativa que reforma diversas disposiciones fiscales (Miscelánea Fiscal) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).

Las propias autoridades han definido al programa económico del próximo año como realista y austero, que incorpora elementos para hacer frente a las crisis de salud y económica. Sin embargo, el optimismo se desborda desde el momento que plantea un crecimiento del Producto Interno Bruto del 4.6%, desde una caída de casi 12% en 2020 que el propio Banco de México ha pronosticado.

El pasado 8 de septiembre el titular de la SHCP puso en manos de la diputada Dulce María Sauri Riancho, presidenta de la Cámara de Diputados, los documentos que los legisladores habrán de analizar en los próximos meses para redefinir el rumbo económico del país mediante el gasto que deberá ejercer el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El gasto neto total para 2021 que el Ejecutivo Federal somete a consideración de la Cámara de Diputados asciende a 6 billones 295 mil 700 millones de pesos. Del total estimado, 73.4% corresponde a gasto programable y la diferencia, 26.6% a erogaciones de naturaleza no programable.

Mediante el gasto programable se generan los bienes y servicios públicos que la población demanda, y para el ejercicio fiscal de 2021, se propone que este rubro sea de 4 billones 618 mil 300 millones de pesos, 1.3% mayor en términos reales que el nivel de gasto aprobado en 2020.

Este agregado presupuestario comprende los recursos que se propone asignar, entre otros, para atender los servicios de salud, los programas prioritarios y los proyectos de inversión que se identifican como detonantes para el desarrollo integral de la nación.

Entre los programas prioritarios destacan: Pensión para Adultos Mayores, con 135 mil 100 millones de pesos; Becas de Nivel Medio Superior, con 33 mil 200 millones de pesos; Becas de Nivel Básico, con 31 mil 900 millones de pesos; Sembrando Vida, con 28 mil 900 millones de pesos; Jóvenes Construyendo el Futuro, 20 mil 600 millones de pesos; Personas con Discapacidad, con 15 mil 500 millones de pesos; Producción para el Bienestar, 13 mil 500 millones de pesos; y La Escuela es Nuestra, con 12 mil 300 millones de pesos.

Por su parte, entre los proyectos presupuestarios se encuentran: Tren Maya, con 36 mil 300 millones de pesos; Aeropuerto General “Felipe Ángeles”, con 21 mil 300 millones de pesos; Mantenimiento y Conservación de Carreteras, con 8 mil 200 millones de pesos; y Tren Interurbano México-Toluca, con 7 mil millones de pesos.

En cuanto al gasto no programable, se estima que para 2021 ascienda a 1 billón 677 mil 400 millones de pesos. Este componente se integra por el costo financiero de la deuda pública, las participaciones a entidades federativas y municipios establecidas en la Ley de Coordinación Fiscal y el pago de Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores (ADEFAS).

Severos cuestionamientos

La realidad es que el proyecto presupuestal emitido por la Secretaría de Hacienda ha sido severamente cuestionado por distintos sectores al no responder a las necesidades producto de la pandemia y mantener una línea donde se priorizan los megaproyectos sexenales y los programas asistencialistas.

De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el proyecto de egresos no presentó cambios significativos en rubros como la salud pública y la educación, mientras que el gasto en pensiones aumenta y merma los recursos con los que podrá contar la actual administración en 2021.

Indicó que, pese a que el presupuesto del próximo año representa alrededor del 25.2% del PIB, el margen de maniobra del Gobierno Federal es apenas del 2.0%, con un gran número de recursos dirigidos a los denominados programas del bienestar en lugar de contener los efectos de la crisis causada por el coronavirus.

Respecto al presupuesto destinado a salud, que aumentó 12 mil 758 mdp respecto a lo aprobado para 2020, el CIEP indicó que representó un aumento del 9.1% para la dependencia correspondiente al sector.

Sin embargo, de los 29 programas con los que contaba la Secretaría de Salud (Ssa) se hizo un recorte de 21, reasignando tales recursos al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) mientras que programas de prevención, vacunas, infraestructura y mantenimiento de los institutos de salud públicos disminuyeron.

En el gasto educativo se da una situación similar, ya que el PPEF contempla un presupuesto de 836 mil 400 mdp con un crecimiento nulo respecto a 2020, además de que la ejecución de los recursos se haría mediante 54 programas presupuestarios, con disminución en el presupuesto de 40 de ellos y el recorte de otros 13 presentes en el proyecto de este año. Los recortes se reorientarían a los programas prioritarios de becas a nivel básico, medio superior y superior.

Indicó que el incremento al presupuesto para seguridad se debe al aumento en el gasto dirigido hacia el aeropuerto de Santa Lucía y la Guardia Nacional, obviando programas orientados a atender la violencia contra las mujeres y dejando el incremento en este rubro por debajo del 0.1%.