Política Global

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  • El papa Francisco contra el neoliberalismo y populismo
  • Juan Pablo II anticomunista; Mario Bergoglio ¿socialista?

Juan Barrera Barrera

El sábado 4, el día en que se celebra a su santo, San Francisco de Asís, el papa Francisco dio a conocer su posición política con relación a los modelos económicos opuestos: el neoliberalismo y el populismo. En su encíclica social “Hermanos todos” hace una fuerte crítica a esos dos sistemas y como alternativa reaviva las bases del socialismo con la propuesta de crear un mundo más justo y fraterno.

A pesar de que la Iglesia Católica, la mayoritaria entre fieles y seguidores, atraviesa por una de las crisis más profundas de su historia, la figura papal sigue teniendo un poder real no solo en el mundo religioso, sino también en el político como lo ha sido a través de la historia del Vaticano.

El marco de la crisis sanitaria que afecta a todo el mundo y el impacto en las economías y sus consecuencias en la humanidad sirvió de marco para que Jorge Mario Bergoglio retomara la iniciativa de las ideas sobre un mundo en crisis y los males sociales que aquejan a la humanidad y en su análisis político-social el pontífice hilvana una severa crítica al neoliberalismo.

Golpe demoledor al capitalismo

“El mundo avanzaba de manera implacable hacia una economía que, utilizando los avance tecnológicos, procuraba reducir los cotos humanos, y algunos pretendían hacernos creer que bastaba la economía de mercado para que todo estuviera asegurado. Pero el golpe duro e inesperado de esta pandemia fuera de control obligó por la fuerza a volver a pensar en los seres humanos, en todos, más que en el beneficio de algunos”.

En el referido texto el papa Francisco deja entrever un pensamiento radical por sus cuestionamientos al consumismo, la globalización despiadada, el liberalismo económico, la tiranía de la propiedad privada sobre el derecho a los bienes comunes, la falta de empatía hacia los migrantes, el control que ejercen las compañías sobre la población.

El sábado el pontífice subrayó que la pandemia del coronavirus ha demostrado que las “teorías mágicas” del capitalismo de mercado han fracasado y que el mundo necesita una nueva clase política que fomente el diálogo y la solidaridad y rechace la guerra a toda costa.

En suma, el líder religioso y político global concentró su pensamiento social de sus anteriores escritos en su encíclica “Hermanos todos” y expone una visión de un nuevo mundo post pandemia, más solidario y menos individualista. Sin embargo, así como Francisco reafirmó su repudio a la ultraderecha, también tuvo la misma vara para el populismo porque buscan demonizar y aislar.

Aunque la crítica demoledora del jefe de Estado Vaticano está dirigida expresamente al sistema neoliberal está muy lejos de querer su desmantelamiento, objetivo que si se propuso Juan Pablo II como factor central en la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) a finales de los años ochenta del siglo pasado.

Juan Pablo II procapitalista vs Francisco ¿pro socialista?

Al papa polaco le tocó vivir los inicios de la globalización, la apertura de los mercados a los que cuestiona Francisco. A la derrota del comunismo el único camino que tenía la humanidad era el capitalismo universal capitaneado por Estados Unidos y Gran Bretaña de los conservadores Ronald Reagan (1981-1989) y Margaret Thatcher (1979-1990), quienes formaron una alianza estratégica contra el comunismo soviético.

Fue una época de cambios políticos profundos por el fracaso del comunismo y la apertura de las fronteras bajo las líneas del Consenso de Washington que definió el final del siglo XX. La alianza conservadora Reagan-Thatcher impuso la agenda global de menos Estado y todo el poder al mercado, reducción del gasto social y libertad absoluta para la iniciativa privada. Juan Pablo II, otro de los principales protagonistas de esa etapa de la historia también fue muy prolífico en ideas políticas e intentó buscarle un rostro humano al capitalismo.

Nunca le encontró ese rostro, porque la Iglesia no ondeaba la bandera de la opción por los pobres.

En 1993 el diario español El País publicó (17-12-1993) una entrevista al teólogo salesiano y marxista, Giulio Girardi, consultor del Concilio Vaticano II y marxista cristiano, autor del libro Marxismo y cristianismo, quien observaba que el derrumbe del comunismo había tenido una consecuencia: el capitalismo está manifestando en toda su crueldad su lógica.

Para Girardi la encíclica Centesimus annus (por el Centenario de la encíclica Rerum Novarum) de Juan Pablo II, “fue una consagración del sistema capitalista, de su coherencia con el pensamiento cristiano. Fue al mismo tiempo la propuesta de una distinción clara entre el capitalismo como sistema técnico y económico y el liberalismo como sistema moral”.

De ser así, tal vez para Francisco la encíclica Fratelli tutti el modelo socialista es la verdadera alternativa al neoliberalismo depredador del ser humano.