Covid y delincuencia financiera, de la mano

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  • Pandemia ha generado más fraudes cibernéticos
  • Sofomes víctimas de suplantación
  • CNBV, Infraestructura financiera

Agustín Vargas *

En el marco de la contingencia sanitaria por el Covid-19, la delincuencia no se ha detenido, por el contrario va en aumento y sigue moviéndose hacia otros elementos relacionados con el uso de la tecnología, que han resultado de mayor alcance y más efectivos para quienes los utilizan con fines delictivos.
 
Estos son: contratación por Internet; fraudes de Internet y redes sociales; el uso de transmisores de dinero; utilización de depósitos en cuentas del sistema financiero que son retiradas de manera inmediata, así como la generación y crecimiento del uso en efectivo. Esto lo reconoce la propia Unidad de Inteligencia Financiera, que encabeza Santiago Nieto.

Con el cierre de las empresas no esenciales se ha incrementado el uso del trabajo remoto y la interacción social en línea, lo que las autoridades han identificado como riesgo, en virtud de que la actividad de la delincuencia organizada han brincado de la ordinaria a la de línea, lo que tiene un efecto importante en temas de defraudación y suplantación de identidad.
 
En diversos foros se ha externado la necesidad de instrumentar urgentemente mecanismos que permitan fortalecer la economía en el ámbito de lo formal, pues cuando se tiene este tipo de pandemias, uno de los impactos directos es que el dinero empieza a circular en efectivo y fuera de la economía formal, lo que genera un riesgo porque se tiene más efectivo circulando y esto provoca posibles casos de corrupción y temas relacionados con delincuencia organizada.
 
Sofomes suplantadas

Hace un par de días la Condusef, que preside Oscar Rosado Jiménez, dio a conocer un informe sobre la suplantación de identidad de 9 instituciones financieras, las cuales han sido objeto de suplantación por parte de personas físicas o “empresas” ficticias que utilizan su razón social y datos corporativos para ofrecer créditos, afectando económicamente a los a usuarios que requieren de financiamiento.

Se trata de 9 sociedades financieras de objeto múltiple (Sofomes), que están debidamente inscritas en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES). Ellas son: Financiera Inspira, Bear & Wolf, Proveedora de Impulso Empresarial, Negocios y Proyectos, Factoring Corporativo, MC Cash Corp, Alpha Credit Capital, Financiamiento Progresemos y Metafinanciera México.

Modus operandi

Los afectados manifiestan que una persona, utilizando indebidamente los datos de las instituciones financieras registradas ante la Condusef, los contactan vía telefónica o por redes sociales ofreciéndoles créditos inmediatos, con pocos requisitos y con mensualidades de montos bajos para hacerlos atractivos.

Utilizan información como razón social, direcciones, teléfonos e imagen corporativa (logotipos) de las entidades financieras debidamente registradas, para hacerse pasar por ellas.

Solicitan a sus víctimas enviar su información personal vía WhatsApp o por Facebook a través de Messenger, poniendo en riesgo sus datos personales.

Piden anticipos de dinero en efectivo o mediante depósito a una cuenta bancaria con la finalidad de apartar el crédito, gestionarlo, adelantar mensualidades, pagar gastos por apertura o como fianza en garantía, generalmente por el equivalente al 10% del monto total del crédito solicitado, que puede ser de mil hasta cien mil pesos.

Sin embargo, cuando las víctimas realizan los depósitos a la cuenta señalada, no reciben el crédito y es imposible localizarlos. Es cuando descubren que han sido engañados.

Práctica muy común, sin duda, de la cual los bancos tampoco están exentos y sólo por citar un ejemplo, el banco inglés HSBC que dirige en México Jorge Arce, se ha tornado un dolor de cabeza para los usuarios, algunos de los cuales nos platican que continuamente reciben llamadas de personajes con acento extranjero, particularmente sudamericanos, a nombre de ese banco para ofrecer producto crediticios, no sin antes solicitar toda la información personal de la posible víctima, con el pretexto de validar los datos.

Las llamadas las reciben de infinidad de números telefónicos raros que nada tienen que ver con la marcación oficial en México. Lo curioso del asunto, nos dicen, es que ya han interpuesto la queja en el propio banco y nada más no resuelven nada, ni siquiera una esperanza de que eso suceda. En fin, hay que estar atentos con la defraudación financiera y la primera sospecha reportarla con las autoridades.

CNBV, Infraestructura financiera

Con el objetivo de contar con más información estadística sobre la ubicación de la infraestructura financiera -sucursales, cajeros automáticos y corresponsales- la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que preside Juan Pablo Graf Noriega, presentó el estudio sobre las Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB) en las zonas metropolitanas del Valle de México, Guadalajara y Monterrey.

Las AGEB son la extensión territorial que corresponde a la subdivisión de las áreas geoestadísticas municipales. En particular, las AGEB urbanas, utilizadas en este estudio, se definen como: “Área geográfica ocupada por un conjunto de manzanas que generalmente va de 1 a 50, perfectamente delimitadas por calles, avenidas, andadores o cualquier otro rasgo de fácil identificación en el terreno y cuyo uso del suelo sea principalmente habitacional, industrial, de servicios, comercial, etcétera, sólo se asignan al interior de las localidades urbanas.”

La CNBV ha generado información y análisis sobre la disponibilidad de infraestructura financiera en municipios y localidades en México. Este estudio, a su vez, provee información sobre la distribución de la infraestructura a nivel de las AGEB, lo que permite observar los patrones de concentración o falta de infraestructura al interior de las zonas metropolitanas.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx