Entresemana

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Politiquería

En memoria de mis colegas y amigas Mariela Cházaro y Yolanda Hernández

Moisés Sánchez Limón

Aquel 5 de octubre de 1999 Miguel Alemán Velasco vestía pulcramente en la pista aérea de Poza Rica, Veracruz. Acudía a recibir al presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. El entonces gobernador vestía pantalón de lino que hacía juego con los zapatos de ante color beige y la camisa blanca, sin duda de hilo egipcio.

Los comentarios en voz baja cuestionaban la vestimenta del gobernador para la gira de trabajo en la que acompañaría a Ernesto Zedillo.

Pero Miguel Alemán no perdía la figura; sus caras ropas estaban destinadas, indudablemente, a la basura una vez concluido el periplo de Zedillo e integrantes de su gabinete para atender a los damnificados por las severas lluvias que habían provocado graves daños en varios municipios de Veracruz. Poza Rica era zona de desastre.

Así que cuando Ernesto Zedillo decidió recorrer una zona habitacional inundada y caminar entre las aguas negras que llegaban, en algunos lugares, a la cintura, todo el mundo volteó a ver al neoliberal Miguel Alemán y lamentar el destino de sus mocasines de ante. Pero Miguel no se inmutó y le entró al recorrido.

Sí, el neoliberal Ernesto Zedillo fue a Poza Rica, Veracruz, para atender personalmente las necesidades de la población damnificada por inundaciones consecuencia de lluvias atípicas.

Luego recorrería localidades de la Sierra Norte de Puebla. La desgracia era la constante; la tragedia que enlutaba a familias pobres, a quienes vivían en las laderas de las barrancas colmadas de vegetación y aquellas que, en la zona norte veracruzana, habitaban en colonias populares cuyas casas acusaban lodazales de detritus que las inundaron.

¿Cuántas vidas se perdieron? Solo en Veracruz el registro fue superior a 300; en Puebla cerca de 200. Cifras oficiales porque las reales nunca trascendieron.

Entonces como luego en 2007, cuando las gravísimas inundaciones en Tabasco, atendidas personalmente por el neoliberal presidente Felipe Calderón Hinojosa y el gobernador neoliberal Andrés Granier Melo, no hubo reparo entre esos políticos y los integrantes de sus equipos de mojarse el pantalón ni echar a perder los zapatos.

Todos los presidentes de la era neoliberal estigmatizados por obra, gracia y ocurrencia del dueño de eso que llaman 4T, atendieron a la población damnificada sin dilación. ¿Qué se robaron lana del Fonden, como acusa el licenciado presidente? Nadie lo duda, pero se atendió la emergencia.

¿Es politiquería demandar al inquilino de Palacio que se deje de demagogia y baladronadas y proceda conforme a la ley? ¿Es politiquería que, en su tierra, le exijan atención y apoyo los damnificados de municipios como Centla y Macuspana? Bueno, pues, sí, de acuerdo con el licenciado Andrés Manuel López Obrador, es politiquería.

Interesante cuanto peyorativo el término que ha puesto de moda el licenciado presidente. Sólo que ahora se lo recetaron en su tierra, a la que decidió ir cuando la tragedia era inocultable; había emprendido uno de esos VTP llamados gira de trabajo por Nayarit y Sinaloa. Y, bueno, pues hasta la foto se sacó con una diputada federal nayarita que hace unos meses provocó celos en la doctora Gutiérrez Müller. En fin.

Pero, usted preguntará porque la prioridad Nayarit y luego Sinaloa, pero Tabasco sin citar en la agenda. El caso es que el licenciado Andrés Manuel fue a su tierra, pero…

No fue a las comunidades afectadas, no tuvo encuentros con el pueblo bueno ni escuchó las demandas de esas familias que perdieron todo su patrimonio. Vaya, se trepó a un helicóptero y desde el aire conoció de la fuerza destructora de las aguas salidas de madre de los ríos que se nutren de las afluentes chiapanecas. Pero nada de ir por tierra a visitar a sus paisanos.

¿Politiquería?

Al inicio de semana, una ciudadana (reitero que no hay garantía de que quienes preguntan sean reporteros) que asistió a la conferencia mañanera, preguntó a López Obrador:
–¿Va a regresar (a Tabasco), presidente, o va a ir a Chiapas este (próximo) fin de semana?
–No, no, no, voy a ver si retomo mi gira de Nayarit y de Sinaloa que dejé pendiente, pero estoy al tanto de todo—respondió Andrés Manuel.

Pero ya había calificado como inmundos pasquines a Reforma y El Universal porque, el primero, se atrevió a publicar que no había ido por tierra a Tabasco y, el segundo, denunció que su secretario particular, Alejandro Esquer Verdugo, pagó por mítines y espectaculares durante la campaña presidencial de 2018 a compañías que el SAT declaró este año como empresas fantasma; en esos días, Esquer tenía el cargo de secretario de Finanzas de Morena. ¡Sopas!

Bueno, el caso es que si el licenciado presidente se atreve a ir a Tabasco y encabezar mítines, no es recomendable porque sus paisanos están lo que les sigue de encabronados –es verbo transitivo aceptado por la Real Academia de la Lengua–.

Y la diputada local perredista Elsy Lidia Izquierdo Morales, representante popular de verdad, tiene suficientes elementos como para reclamar al inquilino de Palacio. Lea usted lo que dijo el pasado domingo 8 desde la tribuna, en la sesión solemne del Congreso de Tabasco, en ocasión de la entrega del segundo informe de gobierno de Adán Augusto López Hernández.
(…) Yo sé hasta dónde podemos tener injerencia los diputados, el gobernador, el presidente de la república”, arrancó su intervención la diputada Izquierdo Morales. Y nadie la interrumpió; la bancada de Morena hizo mutis.

“El acto de hoy es vergonzoso –acotó la legisladora–. Venía llegando a este recinto legislativo cuando vi pasar a un compañero de lucha, a un compañero que hace 32 años lo acompañé hombro a hombro, paso a paso por todo el estado de Tabasco, un compañero que yo pensé que tenía mínimamente un sentido de pertenencia de este estado de Tabasco.

“Yo sé que se van a subir muchos, pero hoy no hay ninguna justificación para lo que pasa en el estado de Tabasco. Y le quiero decir desde aquí a Andrés Manuel López Obrador que es la primera vez que siento vergüenza por alguien que he votado y hoy lo hago desde aquí.

“Con toda la calidad moral que tengo, porque lo grité, porque le hablé y ni siquiera volteó a ver.

Fue testigo la prensa y no es politiquería, Presidente de la República, es un poquito de vergüenza porque tenemos mucho compromiso con los tabasqueños, nosotros que les fuimos a decir que bloquearan, que cerraran los pozos, ahora ¿cómo se les trata?, díganme ¿cómo se les trata? A palazos, y eso no viene de la Quinta Grijalva ni del Palacio, viene directamente de Andrés Manuel porque no le gusta que lo cuestionen, no le gusta que le digan que está mal y que lo que están haciendo, todo lo que están haciendo son malas decisiones.

“No quiero yo más justificaciones y lo digo como ciudadana, lo digo como diputada, cómo es que todavía se va a reunir el gabinete para analizar lo que está pasando en Tabasco. Deberían estar aquí sus funcionarios, deberían estar aquí dándole la cara a Tabasco.

“Qué escuché que dijo, que solamente hay cinco muertos, ¿cuántos quiere?, ¿los dos millones de habitantes que somos los tabasqueños?, ¿esos son los que quiere el señor presidente de la república?

“No es politiquería, señor. Yo aquí vengo porque caminé (y muestra una cartulina), caminé Centla, están entre el agua como casi todo el estado. No vengo a hacer campaña, yo no necesito, tengo 32 años en esta lucha. Y lo que sí les digo a mis compañeros, y a los centlecos de manera especial, que le entregué a sus guaruras, porque no me permitieron acercarme, todas las fotos y todas las evidencias de que estamos en Tabasco, y todavía Centla no está declarado municipio que está pasando una situación de emergencia.

“La verdad que es lamentable, cualquier cosa que nos subamos a decir, con nada, con nada le vamos a quitar a los tabasqueños que este gobierno les ha fallado”. Hasta aquí lo dicho por la diputada que optó por quedarse en el PRD y desestimó el canto de las sirenas de Morena. ¿Politiquería, licenciado Andrés Manuel?

Y luego, en la misma sesión solemne, a la que no asistió el gobernador Adán Augusto, Katia Ornelas Gil, diputada local del PRI no se quedó atrás, so riesgo de ser calificada politiquera. A saber:

“En el 2007 cuando la catástrofe causó anegaciones severas en el estado, teníamos un Presidente panista de origen michoacano que a través del entonces gobernador Andrés Granier sintió el sufrimiento y la impotencia de las familias tabasqueñas que estaban perdiendo absolutamente todo lo que durante su vida habían podido obtener para el bienestar de sus casas.

“En ese momento no hubo reunión, no hubo compromiso ni viaje que importara más que venir a Tabasco a vivir en carne propia lo que sucedía y valorar presencialmente la magnitud del problema, así como tomar medidas para apoyar a las familias que habían resultado afectadas.

“Hoy que la historia le dio a Tabasco la oportunidad de poner en la silla presidencial a un tabasqueño que cuando era nadie sí se mojaba los pantalones en las comunidades y tomaba los pozos para exigir ayuda y cerraba calles para pedir atención del gobierno, el Presidente de hoy, Andrés Manuel López Obrador dijo que no tenía tiempo para ir con las familias que tanto lo han querido, que confiaron en su paisanaje para ponerlo donde está.

“Resulta que para el Presidente de México hay prioridades en las que no se contempla volver a mojar sus finos zapatos al lado de su pueblo ni el enviar de inmediato a toda la maquinaria federal para sacar a la gente del peligro a las niñas y a los niños que nadan entre el agua sucia, a los adultos mayores y discapacitados que no pueden moverse.

Ahora sí, ya siendo Presidente, dice que diez mil pesos son suficientes, pero cuando era oposición decía que era una miseria para el pueblo. Ahora que la gente tiene el agua en el cuello, que su pueblo lo necesita, se va en avión a la Ciudad de México a atender sus cosas porque no tiene tiempo para Tabasco, porque no es su prioridad mandar ayuda al estado”.
¿Politiquería?

“Desde luego, nuestros opositores cuestionan todo lo que hacemos. Este pasquín inmundo del Reforma dice que nada más fui a volar la zona, que nada más fui por el aire. Pues estuve allá atento, dando instrucciones y ayudando en todo”, dijo López Obrador severamente molesto, el lunes tempranito. Sin duda conoció puntualmente el reclamo de las dos diputadas tabasqueñas en el Congreso tabasqueño. ¿Politiquería? Digo.

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