Endeble grado de inversión

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  • Fitch, respiro para México
  • “Bono chatarra”, todavía un riesgo
  • Inversión y Estado de Bienestar
  • El Buen Fin, menores ventas

A nuestro gran amigo y compañero Mauricio Laguna Berber
In memorian

Agustín Vargas *

En medio de la precarización que ha tenido la economía mexicana en los últimos dos años, en parte por la crisis de salud deriva la pandemia por el Covid-19 y como consecuencia también del pésimo manejo de las políticas públicas de la actual administración, la buena noticia para nuestro país llegó desde Nueva York la semana pasada.

Y es que uno de los mayores riesgos financieros internos y la preocupación de las autoridades financieras es la continua exposición que ha tenido nuestro país en los últimos meses a una degradación en la calificación de la deuda soberana y en el peor de los casos una pérdida del grado de inversión, puesto que a lo largo del 2020 ha crecido el número de alertas acerca de la posibilidad de que la calificación crediticia de México se ubique por debajo del grado de inversión.

Un recorte en la calificación crediticia implicaría un incremento en el costo de financiamiento para el gobierno mexicano. Es decir, si México perdiera su grado de inversión, pagaría más intereses en su deuda. Las empresas mexicanas que emiten bonos en el mercado internacional también se verían afectadas y pagarían tasas más altas.

En este sentido, es una muy buena noticia el hecho de que la calificadora Fitch Ratings, una de las tres más importantes del mundo, mantuvo la calificación de la deuda soberana de México así como su perspectiva estable, en la evaluación que dio a conocer la semana pasada desde la urbe de hierro.

Aunque la noticia pasó con poco eco en los mercados financieros, debido al entusiasmo generado por noticias de avances significativos en las vacunas contra Covid-19, la decisión de Fitch brinda tranquilidad a los agentes económicos y al Gobierno Federal ante el panorama de múltiples riesgos existente para el corto y mediano plazo. O sea, Fitch dio un respiro a México ante la posibilidad de perder el grado de inversión.

Bono chatarra

Entre las tres grandes calificadoras, Fitch es la que tiene a la deuda de nuestro país en el escalón más bajo. La nota BBB es la mínima para mantener el grado de inversión. Previo a inicios de noviembre pasado, tanto Fitch como Standard & Poors y Moody’s procedieron a bajarle la calificación al país.

La metodología de las agencias varía entre ellas, así como las calificaciones que utilizan. Sin embargo, todas dividen sus calificaciones en “grado de inversión” versus “basura”, de acuerdo con un análisis de CI Banco.

Entre las tres calificadoras, sólo Fitch coloca a México un escalón encima de la calificación “basura”. S&P lo coloca dos escalones arriba y Moody’s tres; estas dos últimas amenazan con bajar la calificación un nivel más en los próximos meses, al ponerla en perspectiva negativa.

Conviene recordar que las notas de las agencias calificadoras son clave para los inversionistas a la hora de tomar decisiones para invertir en los mercados financieros. Esto es, las agencias son organismos de gran influencia económica a nivel mundial.

Una degradación por parte de esta institución implicaría que la deuda gubernamental se convirtiera en un ‘bono chatarra’ o como se le conoce elegantemente, como una deuda con grado especulativo.

Inversión y Estado de Bienestar

No obstante esta oxigenación de la calificadora Fitch, México requiere aún condiciones favorables para que la inversión productiva pueda compensar el retroceso observado durante la recesión que se vivió entre el segundo y tercer trimestre del año.

De igual forma la inversión es pertinente para evitar que los efectos negativos de una recesión, que no ha terminado, se extiendan más allá del 2020 y que causen un daño estructural sobre el mercado laboral nacional.

No se puede soslayar que la precarización del mercado laboral inhibe el fortalecimiento del mercado interno: ningún país puede aspirar al desarrollo sin contar con sólidas capacidades productivas endógenas que se traduzcan en un vigoroso consumo privado. Para lograrlo se requiere revertir la precarización del mercado laboral.

El economista José Luis de la Cruz, uno de los más destacados analistas del sector privado, destaca que elevar la inversión productiva, pública y privada, es fundamental para construir un ciclo positivo en favor del desarrollo de México. Sin más inversión no hay posibilidad de lograrlo, dice.

La necesidad de hacerlo se deriva de un hecho: el desarrollo social y económico del país depende de la salud de su mercado laboral. Sin empleo formal bien remunerado no se puede construir un Estado de Bienestar.

Buen Fin, menores ventas

De acuerdo a datos preliminares sobre el comportamiento de la primera semana de El Buen Fin 2020, proporcionados por Getin, empresa dedicada al análisis de afluencia en centros comerciales que dirige Anabell Trejo, en el comparativo anual del fin de semana del puente entre El Buen Fin 2020 contra la edición de 2019, este año hubo 9% menos personas en espacios comerciales y las ventas decrecieron 55%.

A pesar de estos resultados, las ventas incrementaron 114% respecto al porcentaje promedio de un día regular de venta desde la reapertura de las tiendas este año, julio 2020.

Según Getin, se han realizado 70% más transacciones por tienda y el ticket promedio ha aumentado 25% en comparación al mismo periodo.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx