Ciudad de México.- El sector de la construcción en México puede convertirse en la “vacuna” a la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.
Mientras distintos laboratorios desarrollan un producto para inmunizar a la poblacióncontra el virus SARS-CoV-2 para salir de la crisis sanitaria, es necesario redoblar esfuerzos para revertir la crisis económica aprovechando los beneficios del sector de la construcción.
La industria de la construcción ha confirmado a partir de su reactivación su posición como motor clave para dinamizar la economía y generar bienestar. Aporta casi el 8% del PIB; genera uno de cada 10 puestos de trabajo en el país; e impacta a tres de cada cuatro actividades productivas.
Por su naturaleza es una industria que opera de forma segura y libre de contagio, además la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción elaboró un protocolo especializado que se aplica para salvaguardar la salud de los trabajadores del sector.
Aunque la construcción presentó una contracción de 17.5% de enero a septiembre del presente año, registró un rebote de julio a septiembre de 21% que fue determinante en elcrecimiento del 12% del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre.
Esto se logró gracias al efecto multiplicador que generó la construcción en el 80% de las ramas de la economía.
Por este impacto que genera la construcción en los distintos sectores económicos, los cuatro megaproyectos de infraestructura del Gobierno federal, encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, son muy positivos para el crecimiento económico del País.
Las obras generarán en conjunto 81 mil empleos directos en un periodo de entre tres y seis años.
En la Refinería Dos Bocas serán 23 mil empleos directos por tres años; en el Tren Maya, 31 mil 882 por cuatro años; en el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” en Santa Lucia, 15 mil 664 por tres años; y en el Istmo de Tehuantepec 10 mil 377 por seis años.
Mantener el dinamismo del sector impulsando proyectos de infraestructura en las distintas regiones y con la participación de Micro, Pequeñas o Medianas empresas, de quienes depende el 70% de los empleos formales del país, es sin duda la “vacuna” a la crisis económica que enfrenta México en la actualidad