Buenos Aires.- El peso mayorista de Argentina bajaba el viernes de manera controlada por el banco central (BCRA), entidad que desde las última semanas aligera la tendencia para reacomodar los valores a las presiones inflacionaria existentes sobre la golpeada economía doméstica en recesión por tercer año consecutivo.
El 2020 tiene a cerrar con el lastre que significa el coronavirus, en momentos que las conversaciones entre el FMI y las autoridades del país sudamericano para acordar un nuevo programa económico son “muy fluidas y constructivas”, dijo en la víspera el portavoz del organismo, Gerry Rice, previo a la llegada a Washington de funcionarios argentinos.
“La ‘herencia’ monetaria del 2020 junto con el paulatino desconfinamiento de la economía habrán de acentuar las presiones inflacionarias de la economía, aún en el contexto de una reducción del déficit fiscal como la prevista en el presupuesto nacional 2021”, dijo la privada Fundación Mediterránea.
Agregó que “evitar tasas de inflación superiores al rango del 45% a 50% anual probablemente requiera un desequilibrio fiscal menor”.
Los mercados argentinos permanecerán cerrados el lunes y el martes por un feriado puente y la celebración religiosa de la “Inmaculada Concepción de María”.
El peso cedía un 0,11%, a 81,56/81,57 por dólar, con intervención del BCRA para regular la liquidez del mercado y una brecha cambiaria en el orden del 73,23% frente a plaza alternativa denominada ‘dólar MEP’. En noviembre, la moneda perdió un 3,66%, contra el 2,51% en octubre.
“En cuanto a las regulaciones (cambiarias), apuntamos en el horizonte a ir cambiándolas en la dirección opuesta. En el sentido de ir teniendo regulaciones macroprudenciales. El objetivo es evitar que haya movimientos de capitales que entran a tener retornos de corto plazo, especulativos, que no buscan meterse en la economía real de una forma más permanente”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, ante industriales.
Sostuvo que “en el transcurso no va a haber alternativa a mantener los controles de capitales por un tiempo. Es un esquema transitorio, más bien defensivo, pero que tiene que ver con la situación en la cual se dejó a la economía argentina por los cuatro años previos, en los que hubo una entrada de capitales especulativos muy fuerte”.
En las franjas alternativas, la moneda mostraba un comportamiento dispar: subía un 1,9% a 145,5 por dólar en el bursátil ‘Contado con Liquidación’ (CCL), bajaba el 1,1% a 141,3 por unidad en el ‘dólar MEP’ del Mercado Abierto Electrónico (MAE) y se mantenía estable a 151 por dólar en el mercado informal.
El índice líder S&P Merval de la bolsa argentina avanzaba hacia su máximo histórico mediante un alza del 0,67%, a 55.5517,54 unidades, contra el récord de 56.114,04 puntos del 4 de agosto. Sin embargo, por las ganancias acumuladas, agentes del sector no descartaban rápidas tomas de utilidades.
“Gracias al contexto global (liderado por el real, nuestro país logra hacer pié luego de varios meses complejos. Las acciones siguen recuperando valor y la brecha se reduce de la mano de una estacionalidad favorable y algún que otro renovado ‘carry trade’ que presiona las versiones del dólar financiero a la baja”, dijo la consultora Delphos Investment.
Los bonos en la plaza extrabursátiles perdían un 0,2% promedio, con un riesgo país del banco JP.Morgan que subía una unidad, a 1.427 puntos básicos, hacia las 12.25 hora local (1525 GMT).
La consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI) reportó que se transita el “último día de una semana que se caracterizó por los movimientos dispares dentro del mercado local. En este marco, seguimos observando variaciones mixtas en los bonos, mejor performance en las acciones y caídas en la brecha cambiaria”.
Las acciones mundiales también se mantenían cerca de máximos históricos, impulsadas por crecientes perspectivas de un plan de estímulo económico en Estados Unidos, mientras que el interés por activos más riesgosos retenía al dólar en mínimos de dos años y medio.