Washington.- Los precios al productor en Estados Unidos apenas subieron en noviembre, apoyando los pronósticos de que la inflación no sería un problema en el corto plazo, mientras un aumento de los contagios de COVID-19 restringe al mercado laboral y la demanda por servicios.
El índice de precios al productor (PPI) para demanda final aumentó un 0,1% el mes pasado luego del alza de 0,3% de octubre, su menor subida desde abril, informó el viernes el Departamento del Trabajo.
En los 12 meses hasta noviembre, el IPP creció un 0,8% tras el alza de 0,5% a octubre.
Economistas consultados por Reuters proyectaban que el IPP ganaría un 0,2% el mes pasado, con un aumento de 0,8% en la comparación interanual.
Excluyendo componentes volátiles como los alimentos, la energía y los servicios, los precios de producción aumentaron un 0,1%. El llamado PPI subyacente subió un 0,2% en octubre. En los 12 meses hasta noviembre, el PPI subyacente ganó un 0,9% después de subir a un 0,8% en octubre.
La inflación está por debajo del objetivo del 2% de la Reserva Federal, que ahora considera un promedio flexible. El gobierno había informado el jueves que los precios al consumidor aumentaron un 0,2% en noviembre.
Si bien la pandemia del coronavirus ha elevado los precios de algunos bienes debido a las limitaciones de la oferta, ha perjudicado la demanda de servicios como viajes y cenas fuera, manteniendo la inflación bajo control. Millones de estadounidenses están subempleados o sin trabajo, lo que limita un alza de los salarios.
Estados Unidos se encuentran en medio de una nueva ola de infecciones por coronavirus, que ha llevado el número de casos confirmados a más de 15 millones y las muertes a más de 289.740 desde que comenzó la pandemia.
Esta semana entraron en vigor en California nuevas medidas estrictas para quedarse en los hogares. Otros estados y gobiernos locales también han impuesto restricciones a las empresas.
Las solicitudes de subsidios por desempleo subieron a un máximo de casi tres meses la semana pasada.
